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España está llena de pueblos con encanto, donde cada calle y rincón cuenta una historia diferente. Sin embargo, solo unos pocos consiguen formar parte de la asociación Los Pueblos Más Bonitos de España, una red que premia la belleza, el patrimonio y el compromiso con la sostenibilidad. Este año, siete nuevas localidades han superado los más de 40 requisitos de la asociación, entre los que no faltan el cuidado del entorno, la conservación arquitectónica y la oferta cultural.
Cada año, a finales de noviembre, la asociación revela las nuevas incorporaciones que pasarán a formar parte de este selecto grupo. En 2025, con la incorporación de Llerena y Jerez de los Caballeros (Badajoz), La Fresneda y Linares de Mora (Teruel), Berlanga de Duero (Soria), Poza de la Sal (Burgos) y Letur (Albacete), ya serán un total de 123 localidades en toda España las que formarán parte de esta asociación que promueve el turismo rural.
En 2022, solo Puentedey (Burgos) cumplió los requisitos necesarios para incorporarse a la lista. En 2023 se unieron Durro, Arties y Garós (Lleida), Castrojeriz (Burgos), El Burgo de Osma (Soria) y Trevélez (Granada), y ya en 2024 se sumaron cinco más: Ampudia (Palencia), Comillas (Cantabria), Parauta (Málaga), y Trevejo y Trujillo (Cáceres), que ya había pertenecido a la asociación de 2016 a 2020.
Ahora, desde los paisajes salinos de Poza de la Sal hasta las calles islámicas de Letur, descubrimos que los nuevos pueblos no solo son ideales para una escapada de fin de semana, sino que además ofrecen experiencias y planes que van mucho más allá de admirar sus monumentos y paisajes.
En Llerena hay mucho que ver, el arte y la historia se mezclan para crear lugares llenos de interés, pero también hay mucho que hacer. Para ir entrando en materia, puedes comenzar tu visita en la Plaza Mayor, aprovechando para subir a la torre barroca de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada para admirar las vistas. Y no te pierdas tampoco el Hospital de San Juan de Dios, un ejemplo de arquitectura mudéjar-renacentista que destaca por su elegancia.
Después, acércate al Centro de Interpretación de la Inquisición, donde podrás aprender sobre esta etapa oscura de la historia española. Por la tarde, sigue la Ruta del Agua para darte un paseo entre fuentes y naturaleza. Y cuando caiga la noche, únete a un tour nocturno para descubrir las leyendas locales bajo un cielo estrellado que hace de Llerena un excelente lugar para el astroturismo.
En Jerez de los Caballeros podemos sumergirnos en la historia de los templarios haciendo una ruta a través de su castillo y sus murallas medievales. A medida que recorramos las calles de este municipio extremeño iremos conociendo un poco más de su historia, con iglesias como las de Santa María y San Miguel, sin olvidar nunca subir a la Torre de San Bartolomé para disfrutar de una vista panorámica de toda la localidad.
La Ruta del Jamón Ibérico es una actividad idónea para los amantes del turismo gastronómico. La excusa perfecta, en realidad, para aprender sobre la producción de este producto tan básico en la gastronomía local mientras lo degustas en un entorno hecho a su medida. Y si prefieres la naturaleza, la propia Ruta de los Templarios te lleva más allá de la historia y también te ofrece senderismo en los alrededores del casco antiguo.
La Fresneda es un ejemplo excelente para conocer algunos de los rincones mejor conservados del Bajo Aragón. Aquí, donde la tranquilidad es la protagonista, podemos encontrar un buen refugio para desconectar durante un fin de semana. Dando un paseo no tardaremos en descubrir sus principales monumentos, pero si quieres hacer algo diferente, te proponemos realizar una visita a una almazara local para conocer el proceso de elaboración del aceite de oliva. Si además el tiempo te acompaña, a orillas del río Matarraña encontrarás el lugar perfecto para organizar un pícnic en plena naturaleza.
La arquitectura tradicional de La Fresneda nos dejará conocer de primera mano el estilo de la región, con casas de piedra y su bien conservada plaza porticada. Si subes al mirador de Santa Bárbara hazlo mejor al atardecer, cuando el sol baña de dorado todos y cada uno de los rincones de este pequeño municipio turolense.
Rodeado por las montañas de la Sierra de Gúdar, Linares de Mora invita a la desconexión en un entorno rural privilegiado. Pequeño y coqueto, no hemos de tener prisa en recorrer sus calles empedradas, aprovechando para pasar por el Portal Alto o el Portalico, restos de su muralla medieval que nos recuerdan un pasado fortificado. Paseando por el pueblo podemos conocer la iglesia de la Inmaculada Concepción, pero nunca está de más subir hasta la ermita de Santa Ana para disfrutar de las mejores vistas tanto del municipio como de su entorno.
Para los amantes de la naturaleza, el sendero que lleva al Pino del Escobón, un árbol monumental de más de 400 años, es imprescindible. Aunque también puedes hacer la ruta del Alto de Peñarroya o explorar el Parque Natural del Maestrazgo. Si buscas un plan diferente y algo más original, apúntate a una actividad de astroturismo para aprovechar los cielos despejados de la zona.
Berlanga de Duero te recibe con su imponente castillo, su colegiata de Santa María del Mercado, declarada Monumento Nacional en 1931, y el palacio renacentista de los señores de Berlanga. Pero por mucho que llamen la atención sus principales monumentos, verás que hay mucho más por descubrir y hacer. De hecho, no tienes más que adentrarte en el desfiladero de la Hoz del río Escalote para dejar que los senderos te lleven a un encuentro cercano con buitres leonados y una naturaleza imponente.
A la hora de comer tienes una cita con el cordero lechal, tan típico de los restaurantes locales y, estando donde estás, apetece acompañarlo con vinos de la Ribera del Duero. Verás que Berlanga de Duero, declarado no por casualidad Conjunto Histórico-Artístico, sabe cómo cautivar al visitante entremezclando tradición y paisajes.
Como ya se podría imaginar por su propio nombre, Poza de la Sal es un pequeño pueblo burgalés famoso por sus salinas históricas. Su sistema salinero data de época romana y lo puedes recorrer y conocer a través de rutas interpretativas, lo que te ayudará a comprender la importancia de su producción a lo largo de los siglos. Un paseo por el Sendero de los Miradores te permitirá contemplar el municipio y sus alrededores.
Una vez en su casco antiguo medieval, con calles empedradas y la iglesia de San Esteban como uno de sus principales referentes arquitectónicos, aprovecha para no perderte tampoco el interesante Museo de la Sal. Para acercarte a la naturaleza, sigue los pasos de Félix Rodríguez de la Fuente visitando su casa natal y anímate a realizar una ruta interpretativa inspirada en su legado.
Letur se acaba de ver seriamente afectado por el paso de la DANA, pero este pequeño municipio albaceteño conserva todo su encanto y ya se encuentra en pleno proceso de recuperación. De hecho, su incorporación a la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España se lo pondrá un poco más fácil a través de recursos y asesoramiento técnico.
La característica arquitectura islámica de su casco histórico combina con un entorno natural espectacular, donde podemos hacer senderismo en el Parque Natural de los Calares del Río Mundo, o acercarnos a conocer las cascadas del Arroyo de Letur y de la Fuente de la Tobica. Pero antes de salir del municipio no olvides cruzar la Puerta del Sol, visitar la Iglesia de Santa María de la Asunción y, por qué no, saborear dulces locales tan típicos de la zona como los miguelitos y los suspiros.
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