Cuatro razones para visitar Iguazú, una de las 7 maravillas naturales del mundo

Érase una vez Iguazú. Fueron sabios los guaraníes cuando eligieron como hábitat la misteriosa Selva Paranaense, que, con ese ambiente húmedo y caluroso, esconde entre su follaje las cataratas más bellas del planeta. No en vano han sido declaradas como una de las nuevas 7 maravillas naturales del mundo, aparte del título que ya les dio la UNESCO tiempos ha como Patrimonio Natural de la Humanidad. Si aún no las has visitado, aquí te damos unos cuantos motivos para no tardar en hacerlo.

1. La belleza de sus cataratas

A cualquiera que llegue a la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina ya le parecerá poco reconocimiento, pero conforme más se avanza hacia el Parque Nacional Iguazú, más se siente la magia de las cataratas, 275 saltos de agua de hasta 80 metros de altura. Una barbaridad. Es difícil cerrar la boca ante tamaña belleza, según vas atravesando los paseos Inferior y Superior de pasarelas con o sin escaleras, miles y miles de metros para caminar extasiándose a cada sorpresa, por los senderos Macucho y Yacaratiá…

El sonido del agua te va guiando entre la frondosa vegetación hacia la gran atracción del Parque Nacional: La Garganta del Diablo, un conjunto impresionante de cascadas que se hallan en el Salto de La Unión y son uno de los mayores espectáculos de la naturaleza que vas a ver en tu vida. La cámara se te salpicará de agua, las fotos podrán salirte borrosas… pero tu recuerdo será imborrable

2. Su rica diversidad

Si visitas el Parque a última hora de la tarde podrás ver a los vencejos entrando y saliendo de los nidos que han alojado debajo de la columna de agua. Con la nocturnidad, además, cambian los sonidos, mutan los animales, ruge la selva y la Garganta del Diablo refulge iluminada por esa luna gigante y plateada que no ha oído hablar de contaminación lumínica.

En las más de 67.000 hectáreas del PN la biodiversidad es extraordinaria: 2.000 especies de flora, entre ellas numerosas orquídeas y bromelias; 450 especies de aves; 80 de mamíferos, incluidos yaguaretés, pumas, monos, osos hormigueros y coatíes; en las aguas, habitan yacarés y tortugas junto a peces como el surubí y el dorado.

3. La oportunidad de conocer la cultura guaraní

Si en vez de un día, te quedas dos (existe una gran variedad de alojamientos y buses regulares desde Puerto Iguazú), puedes aprovechar para conocer la cultura ancestral de la comunidad guaraní que aún mora en la aldea aborigen Mbya Guaraní “Fortín Mbororé”. A la Reserva te da la bienvenida un “guía” autóctono que conduce al grupo a través de senderos selváticos que rodean y surcan la comunidad y va explicando sus mitos, sus leyendas, sus creencias… Incluso te permiten visitar el templo, ubicado en el corazón de la selva, para revelar in situ sus rituales de iniciación y bautismo de los pequeños de la tribu.

4. Llegar es más fácil que nunca

Pese a que la distancia que separa España e Iguazú casi alcanza los 10.000 kilómetros, la conexión con el Parque nunca ha sido tan fácil. No en vano, es posible llegar en avión cómodamente. Air Europa, por ejemplo, abrirá ruta a Puerto Iguazú el próximo 1 de junio y lo hará con dos frecuencias semanales, los sábados y jueves. El sábado Air Europa despegará de Madrid y llegará a Iguazú en la mañana del domingo, desde donde partirá de regreso hacia Madrid vía Montevideo. Por lo que respecta a la frecuencia del jueves, operará Madrid-Montevideo-Iguazú y desde allí regresará con vuelo directo a Madrid.

Los horarios de vuelta desde Iguazú, asimismo, facilitan una excelente conectividad con resto de destinos europeos y domésticos de la aerolínea, ya que a su llegada a Madrid los pasajeros tendrán la opción de tomar 22 vuelos domésticos y 16 europeos

Los viajes a una de las siete maravillas naturales del mundo se realizarán a bordo de un 787-8, con capacidad para 274 plazas en turista y 22 en business, un avión especialmente diseñado para el largo radio, que reduce su tiempo de vuelo en unos 40 minutos y en un 20% sus emisiones.

Igualmente, optar por Air Europa tiene recompensa, pues con el programa de fidelización SUMA el cliente obtiene por cada euro abonado por su billete en turista 6 millas en los vuelos transoceánicos; mientras que el pasajero Business consigue 9 millas.

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