Una ruta de senderismo que atraviesa un bosque milenario perfecta para una escapada de otoño

Tejeda de Tosande.

Héctor García Alonso

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La Península Ibérica cuenta con infinidad de Parques Naturales a lo largo de su territorio. Así, es posible disfrutar de todas las maravillas que alberga cada uno de ellos, desde las variadas faunas y floras que ofrecen, hasta las variopintas rutas de senderismo donde descubrir parajes únicos.

De esta manera, uno de los recorridos más especiales se encuentra en el norte de España, dentro del Parque Natural Montaña Palentina –antes llamado Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña–. Dentro de este enclave natural de la provincia de Palencia es posible disfrutar de la Tejada de Tosande, una arboleda milenaria.

El bosque recibe su nombre por los tejos que conforman el enclave, un tipo de árbol típico de Europa occidental que puede durar hasta más de 5000 años. Sin embargo, el enclave ubicado en el Valle de Tosande está a su vez cercado por un conjunto de hayas, permitiendo diferenciar ambos espacios naturales.

Además, el bosque cuenta con una de las rutas de senderismo más mágicas del norte de España por su milenario bosque, lo cual lo convierte en un enclave natural idóneo para preparar una escapada de última hora.

Ruta de Tejeda de Tosande

Para comenzar el recorrido habrá que llegar al aparcamiento que inicia el itinerario. Este se encuentra a unos 6 kilómetros de Cervera de Pisuerga por la carretera comarcal CL-626 dirección Guardo. Una vez allí será posible comenzar la ruta, de aproximadamente 10 kilómetros, que comienza en el Valle de Tosande.

Al continuar por la senda marcada se llegará a un prado abierto donde es posible disfrutar de las hayas que bordean el enclave. Continuando el ascenso se comenzará a ver los primeros ejemplares de tejos hasta llegar a la Tejeda de Tosande.

Allí se pueden apreciar ejemplares de este tipo de árbol de más de 1,5 metros de diámetro y de edades cercanas a los mil años de antigüedad. La ruta dirige ella sola a los senderistas a lo largo del recorrido, y pese a que no tiene pérdida, es fácil dejarse llevar por las arboledas que conforman el frondoso bosque otoñal.

Una vez se llega a la salida de la arboleda es posible disfrutar de un mirador, una buena opción para tomar un respiro mientras se disfrutan de las imponentes vistas, antes de comenzar el camino de bajada.

Pese a ello, existen dos opciones; ya que será posible retroceder por el mismo camino de ida, o por otro lado, transitar un recorrido alternativo para explorar aún más el enclave de forma más circular.

Flora de la Tejeda de Tosande

El bosque de Tejeda de Tosante está plagado de tejos, la especie principal del enclave y la que nombra al mismo. Sin embargo, esta no es la única del lugar. Alrededor del espacio natural también será posible disfrutar de las siguientes especies arbóreas:

  • Encina (Quercus ilex)
  • Rebollo (Quercus pyreniaca)
  • Roble albar (Quercus petraea)
  • Haya (Fagus sylvatica)

De la misma manera, la flora de la zona no solo está compuesta por árboles, sino también por matorrales, entre los que destacan los brezales de Daboecia cantábrica, entre otros.

Consejos para realizar la ruta de Tejeda de Tosande

Pese a que la ruta de senderismo de Tejeda de Tosande es un recorrido sencillo, es recomendable seguir una serie de consejos para que el camino sea lo más disfrutable posible.

Una de las principales recomendaciones para todos aquellos que se disponen a realizar una de sus primeras rutas de senderismo es la de llevar calzado adecuado para caminos de montaña y ropa cómoda y transpirable.

De esta manera, a lo largo del recorrido por el bosque, será posible apreciar distintas pasarelas de madera que servirán de guía para continuar el camino. Pese a ello, es aconsejable utilizar calzado de montaña que permita caminar por el terreno de manera más sencilla, ya que la ruta cuenta con algunas zonas de mayor dificultad, sobre todo en tramos de ascenso.

Además, es recomendable revisar la previsión meteorológica antes de planear la hora y el día de la ruta. Así, buscar un día que no llueva puede facilitar el camino y evitar contratiempos como zonas encharcadas o caminos bloqueados.

Por otro lado, si la ruta se va a llevar a cabo en invierno, es posible que tras la revisión del temporal –y si hay riesgo de nevadas–, sea necesario el uso de raquetas u otros materiales especializados para el senderismo útiles en climas similares, aunque esto es altamente improbable por el bajo desnivel del recorrido.

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