Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.
Como en el filme El mago de Oz, hay que seguir las indicaciones amarillas para recorrer el sendero tradicional, con pista forestal y agrícola, de diez kilómetros de extensión (alrededor de cuatro horas) por el bosque entre los municipios salmantinos de Cepeda, Herguijuela de la Sierra y el Madroñal en pleno Parque Natural Las Batuecas. La Senda circular de los Mil Colores está considerada una de los más espectaculares por su paisaje multicolor. Debido a su escasa dificultad, se puede ir acompañados por los más pequeños.
Al igual que en esta película tecnicolor del pasado siglo, en la Senda de los Mil Colores en la Sierra de Francia nos vamos encontrando el marrón de las hojas que cubren el camino, el ocre de las edificaciones históricas de los municipios, el verde de los prados, el amarillo de los castaños en estos días de otoño, el azul de los arroyos y, cuando llega la primavera, hasta el blanco de los cerezos en flor.
El sendero se introduce por un verdadero vergel de robles, encinas, castaños o avellanos que cuenta, además, con una gran variedad de hongos y setas de otoño, que añaden el toque rojo a esta explosión de colores dibujada por la naturaleza.
Cepeda
Al ser una ruta circular, se puede empezar a explorar por cualquiera de los dos pueblos castellanoleones. Desde Cepeda el comienzo de la ruta está ubicado en una fuente románica, uno de los emblemas del pueblo, que se sitúa en plena circunvalación, en la carretera C-512 en dirección a Sotoserrano.
Es interesante visitar este pueblo de 500 habitantes con construcciones serranas levantadas sobre un castro prerromano. Son especialmente llamativos los entramados de madera perfectamente colocados a lo largo de las fachadas. Por útimo, también destacan la ermita del Humilladero y el Antiguo Colegio.
A lo largo del camino se cruza el espectacular puente medieval de la Dehesa que atraviesa el pequeño arroyo de San Pedro del Coso. Durante el recorrido se puede observar, además, una de las alisedas más bonitas de la Sierra de Francia.
Madroñal
El sendero continúa en dirección a Herguijuela de la Sierra, un pueblo que ha mantenido sus típicas construcciones prácticamente intactas. Tras atravesar la localidad, la ruta sigue rumbo a Madroñal, donde los cerezos se adueñan del paisaje, junto a los huertos y las tierras de cultivo. El máximo esplendor de este municipio se alcanza en primavera. También se puede comenzar la ruta por aquí.
El nombre de Madroñal procede del árbol del madroño, con sus coloridos frutos, aunque es en realidad el cerezo el que se ha convertido en seña de identidad de esta población. En el regreso a Cepeda se pueden observar robles, avellanos, acebos, madroños y castaños, el paisaje típico de esta zona del Parque Natural de Las Batuecas.
Parque natural Las Batuecas-Sierra de Francia
Se trata de laberinto de montañas y valles situado en una posición estratégica entre las dos mesetas, lo convierte en singular pasillo de comunicación biológica. En 2006 fue declarado Reserva de la Biosfera y dos años después fue incluido en la Carta Europea de Turismo Sostenible.
Este espacio natural también sirve de refugio a fauna diversa, como el macho montés, el buitre negro, el leonado, el águila y búho real o el halcón peregrino, así como de otras especies que se alimentan de carroña como los alimoches, cornejas, zorros y jabalíes. Acompañando a los enormes árboles, encontramos también cascadas y pozas de agua cristalina.
La diferencia de altura existente y la orientación de las laderas marcan la existencia de zonas con clara influencia atlántica, y otras de tendencia mediterránea que favorecen una gran diversidad faunística y florística, y permiten la producción de cerezas, uvas, aceitunas o castañas.
“Estar en Las Batuecas”
Este paraje está atravesado por los ríos como el Francia o el Alagón. En el valle de Batuecas se encuentran un conjunto de pinturas rupestres, antiguas ermitas o el monasterio carmelita de San José, que merece la pena visitar. Este valle también ha dejado su huella en expresiones como “estar en Las Batuecas”, a raíz de las Cartas escritas desde Las Batuecas por el Pobrecito Labrador de Mariano José de Larra.
Otro punto emblemático del Parque es la Peña de Francia, desde donde puede contemplarse el Pico Hastiala, el Pico Mingorro, la Mesa del Francés, los Cabriles, el Campo Charro, la sucesión montañosa de Las Hurdes, las Sierras de Béjar y Gredos. Otros puntos destacables son el valle de Belén en Herguijuela de la Sierra y los meandros del Alagón en Sotoserrano.
En La Alberca se encuentra la Casa del Parque, que cuenta con toda la información necesaria para disfrutar de este espacio natural. Además de conseguir publicaciones y otros objetos informativos o de recuerdo, en el centro se puede descubrir los valores y riqueza del patrimonio natural y cultural del Parque a través de sus distintas salas. Cuenta con un monitor que facilita dicha tarea.
También allí se encuentra el Rincón del Visitante, donde se puede organizar cualquiera de las rutas que escojas con la ayuda de una maqueta de todo el Parque o el Rincón de la Memoria, donde se pone la atención en las personas que habitan este espacio, algunos de ellos con oficios dignos de conservar, como el de cestero.
Normativa
El fuego está completamente prohibido y tampoco se pueden verter ni líquidos ni sólidos que puedan contaminar el lugar. No se permite lavar ni en ríos ni en fuentes y hay que tratar de mantener tanto la Senda de los Mil Colores como el parque completamente limpio. Además, es imprescindible respetar al máximo la fauna y la flora durante el camino, la geología y las construcciones existentes.
La acampada libre no está permitida, por lo que si quieres pernoctar en la zona tendrás que visitar los campings o alojamientos disponibles.