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Estas son las mejores zonas para recoger setas en Madrid

El hongo blanco -o boletus edulis- es una de las especies más comunes en la sierra de Guadarrama.

Héctor García Alonso

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Con la llegada del otoño, son muchas las partes de España que se preparan para recolectar setas. Los fríos climas y las lluvias facilitan el crecimiento de muchas especies de hongos que se encuentran en la naturaleza esperando a ser recogidas. Así, la tarea, que ya se realizaba desde los comienzos de la civilización, se ha vuelto muy común entre expertos y aficionados.

La comunidad autónoma de Madrid cuenta con las condiciones idóneas para que diversas especies de setas y hongos crezcan alrededor de sus sierras, campos y praderas. Por ello, es importante saber dónde buscar para perder el menor tiempo posible y poder disfrutar al máximo de la tarea. Estas son las mejores zonas para recoger setas en Madrid:

La sierra de Guadarrama

La sierra de Guadarrama es uno de los enclaves naturales más reconocidos de Madrid. Además, sus bosques de pinos, robles y abedules, sumados al clima húmedo y fresco presente en la zona y la altitud a la que se encuentra, vuelven a la sierra un lugar idóneo para recolectar gran variedad de hongos.

Una de las setas más comunes en el lugar es el níscalo -o Lactarius deliciosus-, esta especie destaca por su color anaranjado y es fácil de encontrar, ya que abunda en bosques húmedos -principalmente cerca de pinos- aunque también es posible encontrarla en arboledas mixtas de pino y encina o roble.

Una de las setas más destacables de la zona es el parasol -o Macrolepiota procera-, que destaca por su gran sombrero con escamas marrones y su largo tallo. Este tipo de hongo es muy común en las zonas más abiertas de la sierra, donde con mayor luminosidad.

El hongo blanco -o boletus edulis- es otra de las especies más comunes presentes en la sierra de Guadarrama. Este destaca por tener un sombrero marrón y un tallo muy grueso. Además, este hongo es muy apreciado en la gastronomía por su sabor singular.

Monte de El Pardo

Situado al norte de la ciudad de Madrid, el monte de El Pardo cuenta con densos bosques, entre los que destacan los encinares y los alcornoques, alrededor de los cuales se generan ecosistemas perfectos para el crecimiento de diversas especies de setas.

El monte, que se extiende a lo largo del curso medio del río Manzanares, cuenta con gran variedad de hongos, entre los que destacan las setas de cardo -o Pleurotus eryngii- o el champiñón silvestre -o Agaricus arvensis-. Ambas especies destacan por encontrarse en claros en los bosques y en prados, por lo que son sencillas de cosechar.

Además, también es posible recolectar níscalos en las zonas más húmedas del bosque, principalmente cerca de los pinares, donde esta especie tiene mayor facilidad para crecer.

Hayedo de Montejo

El Hayedo de Montejo, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se encuentra dentro de la sierra del Rincón y no solo es un enclave natural único, sino que también cuenta con un tipo de seta muy apreciado en la gastronomía.

Esta no es otra que la senderuela -o Marasmius oreades-, la cual destaca por su pequeño tamaño y su sombrero achatado, además de por su sabor único y concentrado. A lo largo del enclave, también será posible recolectar níscalos y hongos blancos.

Somosierra

Ubicada entre Madrid y Segovia, Somosierra es una de las áreas montañosas de la comunidad autónoma donde más abundan los bosques de robles, hayas y pinos, idóneos para la recolección de setas. Además, la sierra se vuelve una zona extremadamente fría y húmeda durante el otoño, facilitando el crecimiento de especies.

Al igual que con el resto de lugares, en esta sierra será posible recolectar especies comunes como el hongo blanco o el níscalo en zonas húmedas, pinares y bosques mixtos, además de setas de cardo en praderas y zonas despejadas.

También es posible recolectar setas de pie azul -o Clitocybe nuda-, una especie que se encuentra en los suelos húmedos recubierta por hojarasca, principalmente en los bosques de hayas y robles, y que destaca por ser comestible una vez cocinada pero resulta dañina para el organismo si se consume cruda.

Consejos adicionales

Al igual que en otras zonas de la Península, la Comunidad de Madrid cuenta con una normativa específica relacionada con la recolección de setas, que limita tanto su recolección como las zonas donde esto es posible. Por ello, es recomendable informarse sobre qué zonas son de libre acceso y cuáles necesitan un permiso autonómico o local.

Además, es recomendable identificar cada tipo de seta antes de su recolección, ya que algunas pueden producir problemas gastrointestinales como vómitos o diarrea. Así, no es recomendable consumir ningún tipo de seta hasta no cerciorarse de que es totalmente comestible, ya que la ingesta de especies tóxicas podría conllevar problemas para el organismo, llegando incluso a provocar la muerte.

Por otro lado, es importante ser responsable a la hora de recolectar los hongos, cortando siempre por el tallo y dejando la parte baja de las setas enterradas en la tierra. De esta manera, la parte enterrada podrá crecer de nuevo y producir más setas, contribuyendo al cuidado del medioambiente y a un consumo sostenible.

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