Ciudadanos propone implantar dispositivos contra el atragantamiento en colegios públicos sin ningún respaldo científico
El pasado jueves, el grupo parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid presentó una Proposición No de Ley (PNL) para que todos los centros educativos públicos cuenten con un dispositivo médico contra el atragantamiento por cada 30 alumnos. Estos aparatos serían aportados por el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Para justificar dicha medida, Marta Marbán, de Ciudadanos explicaba lo siguiente en la Asamblea de Madrid:
En dicha PNL puede leerse lo siguiente: “Hoy ya contamos con un nuevo dispositivo médico contra el atragantamiento. Es la respuesta sensata a este problema. El factor tiempo es esencial cuando una persona se está ahogando y las personas que están con él se ponen nerviosas. Este dispositivo puede dar la tranquilidad que se necesita en casa, en el trabajo o donde quiera que requiera su auxilio”.
Dicha iniciativa de Ciudadanos ha sido modificada y finalmente aprobada en el Pleno de la Asamblea de Madrid, con el apoyo del PP y del PSOE y la abstención de Podemos. Así, tras la aprobación, se elimina la mención explícita a adquirir dispositivos médicos contra el atragantamiento y, en su lugar, se insta “a disponer los medios necesarios para dotar de la formación específica y el material que se considere conveniente al personal que atiende a la población escolar [...].” Además, se incluye formar al personal de los centros educativos y residencias para evitar y actuar contra los atragantamientos. Dado el precio por dispositivo y el número necesario de ellos para que se implantasen en todos los colegios y existiera uno por cada 30 niños, el coste supondría aproximadamente 2 millones de euros para el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Estos dispositivos contra el atragantamiento a los que se refiere Ciudadanos consisten en sistemas de succión. Al hacer vacío, se busca que el cuerpo extraño deje de bloquear las vías aéreas mediante aspiración. En sí, el mecanismo de acción es similar a un desatascador. El precio de estos dispositivos ronda los 100 euros y su publicidad y popularidad se ha incrementado recientemente. Ciertas residencias de ancianos y colegios están incorporando estos artefactos en sus centros por su cuenta. La publicidad de este dispositivo es rotunda al respecto. Alegan que “salva vidas” y que es “seguro y efectivo”.
La realidad, sin embargo, es bien diferente. En la actualidad, no existe ninguna entidad médica oficial (ya sea asociación, comisión, organismo...) que respalde la implantación de estos dispositivos en lugares públicos. Tampoco existen investigaciones médicas que hayan valorado la eficacia real de estos dispositivos para actuar contra el atragantamiento. Solo se pueden encontrar noticias de casos aislados (que publicitan las empresas que fabrican o venden dichos aparatos) y un estudio en cadáveres. Por estas razones, no existe ningún protocolo o recomendación que incluyan a estos dispositivos en los pasos que dar ante un atragantamiento.
Diferentes pediatras han criticado con dureza la proposición de Ciudadanos. Es el caso del pediatra Alberto García que afirma que “los dispositivos para atragantamiento no tienen evidencia en niños. No hacen falta dispositivos. Hace falta formación. Es inadmisible poner el objetivo en la obtención de un instrumento que no vale para nada sin formación en RCP y maniobras de desobstrucción de la vía aérea”. La pediatra Matilde Zornoza añade: “El tiempo que se pierde en buscar dicho dispositivo que proponen y utilizarlo son segundos que valen oro en caso de atragantamiento para salvar una vida o evitar posibles secuelas en un niño”.
Los pediatras Elena Blanco y Gonzalo Oroño coinciden al respecto: “Es vergonzoso que el grupo parlamentario de Ciudadanos Madrid presente una proposición no de ley en la que inventan que es necesario un dispositivo antia-tragantamiento, el cual no está avalado por ninguna guía de RCP infantil. En ninguna guía internacional se contempla el uso de un dispositivo anti-atragantamiento que, por otro lado, no ha sido avalado científicamente en ningún estudio con niños. Existe un estudio que lo ha probado en cadáveres, pero no en vivos. Creemos que no es tan difícil solicitar que todo el personal que está en contacto con niños en colegios reciba un curso de RCP básica en la que se expliquen qué hacer en estas situaciones, y ya de paso, que se incluyan estas enseñanzas en el programa de los alumnos. Eso es lo que salvaría vidas de verdad”.
Por el momento, dado que las PNL carecen de fuerza vinculante, es necesario esperar para saber cómo el Gobierno de la Comunidad de Madrid responde a esta petición de Ciudadanos.