Una televisión alemana señala la existencia de trabajo infantil en Portugal
Son dos minutos de reportaje (aquí se puede ver) que nos devuelven sin remedio al siglo pasado. El sábado los telespectadores alemanes de la cadena RTL no salían de su asombro: el trabajo infantil en Portugal sigue existiendo, y aumenta con la crisis. “Los niños vienen de la escuela, hacen los deberes y después nos ponemos todos a coser”, asegura el padre de una familia a la cámara, de la que protege su identidad. El hombre asegura que su salario no les llega para mantener a sus dos hijos, de trece y catorce años. Ambos aparecen en la imagen con las caras distorsionadas cosiendo zapatos en casa.
Son las diez y media de la noche y la familia sigue cosiendo. Por cada zapato terminado reciben 50 céntimos de euro y tratan de coser seis zapatos en una hora para que les salgan las cuentas. Estos menores trabajan cinco días a la semana, además de ir al colegio, para poder proporcionar un ingreso extra a sus familias de unos 400 euros. El reportaje lo presenta como “el último recurso que les queda a las familias a causa de la crisis”. En el vídeo aparece el director de una escuela que asegura estar muy preocupado con el aumento de niños y niñas que llegan demasiado cansados para poder jugar o aprender cosa alguna.
El canal RTL asegura en su web que los datos de las ONGs arrojan una cifra de 200.000 menores que trabajan en en el sector textil y de calzado. Un gazapo fenomenal o un gancho comercial poco ético para el reportaje, que no resiste ni una búsqueda en Google. Si esa cifra se ofrecía en los '90, durante la primera década del s.XXI es innegable consultando los documentos y estudios publicados desde entonces que la situación ha mejorado notablemente.
El gobierno, por su parte, apuntaba en aquel entonces datos de alredor de unos 43.000 menores, que por su parte organizaciones no gubernamentales y profesores universitarios veían como muy bajas. Son datos complicados de obtener, ya que el trabajo infantil está prohibido para menores de 16 años, igual que en España. El dato de la Wikiepdia, de uno o dos casos anuales tampoco parece muy fiable.
Dichas cifras serán aún más complicadas de obtener y el camino avanzado puede volver a desandarse, teniendo en cuenta que una de las medidas de austeridad ha sido suspender los planes de ayuda a las organizaciones que trabajan para acabar con el trabajo infantil. Con la crisis aumentará el trabajo infantil, asegura entre otros el investigador Pedro Goulart.