Cuando para Albert Rivera la prevaricación sí era corrupción

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, criticó a mediados del año 2013 que el entonces secretario general de Izquierda Unida, Cayo Lara, defendiese que un imputado por prevaricación de Izquierda Unida pudiese seguir en su cargo y aseguró a través de Twitter que la prevaricación es “haber dictado una resolución a sabiendas de que es injusta o ilegal”.

Por aquel entonces, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, mostró su respaldo a la continuidad de Ángel González como portavoz parlamentario de la coalición en Asturias tras ser imputado por un presunto delito de prevaricación.

“En términos sencillos, prevaricar es que el alcalde de un pueblo conceda la licencia de una casa en mitad del campo en un terreno no urbanizable, esto es prevaricación; pero de aquí a la corrupción hay un paso importante”, aseguró el también presidente del grupo parlamentario de Izquierda Plural.

Sin embargo, el partido de Albert Rivera considera ahora que la “corrupción política” se limita al enriquecimiento personal ilícito o a la financiación irregular de un partido. De hecho, el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas ha llegado a distinguir entre los políticos que hacen una “mala praxis” en la gestión y los que “meten la mano” en la caja.

El matiz que ha introducido ahora Ciudadanos habría permitido que los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán no abandonaran su escaño por estar “imputados por corrupción política” y dejaría a Manuel Baltar, imputado por ofrecer un puesto de trabajo a cambio de sexo, fuera del pacto anticorrupción impulsado por Rivera.