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“Eliminar Educación para la Ciudadanía puede provocar el aumento del acoso escolar contra los alumnos LGTB”

Lucas Platero / EVA FLÓREZ

Laura Galaup

Poco a poco los menores transexuales van consiguiendo visibilidad en la sociedad. Sin embargo, en los cuentos infantiles y juveniles es más difícil encontrar a personajes LGTB. Para lograr que estos menores comiencen a estar presentes en la literatura, la editorial Bellaterra ha lanzado una colección de cuentos infantiles en la que hay personajes transexuales, homosexuales o que rompen con los roles de género.

“No consiste en que el protagonista del cuento sea trans. Por ejemplo, en La fiesta de Blas, el personaje trans es secundario, uno que pasaba por allí”, explica el coordinador de esta colección, Lucas Platero -activista transexual y sociólogo-, en una entrevista con eldiario.es. Entre los cuentos publicados hay algunos con un título bastante explicativos como Laura tiene dos mamás, y otros como Mi Princesito, en el que se aborda la actitud del entorno cuando un niño es femenino y rompe con el rol de género.

Han lanzado esta colección para dar visibilizad a los menores trans en la literatura infantil, ¿considera que la temática LGBT tiene escasa presencia en los materiales educativos?

Existen pocos materiales que aborden esta temática. Muchos padres y muchos colegios nos pedían documentación. Por eso en la editorial Bellaterra nos planteamos que hacía falta publicar cosas frescas. Por ejemplo, atreverse a plantear que el protagonista del cuento es un niño pequeño, que es trans y que no pasa nada.

¿A qué se debe este vacío en el temario educativo?

Hay un temor a todo lo relacionado con la sexualidad. Hay gente a la que le cuesta darlo en clase, hay gente que piensa que va a ser un tema polémico... Al final lo único polémico que existe en la igualdad entre hombres y mujeres es que hay gente que no quiere que esa igualdad exista.

Colectivos LGTB llevan décadas intentando que los estudiantes puedan reafirmar su identidad y su orientación sexual en el colegio. ¿Cómo se puede contribuir a que la escuela no sea un entorno hostil para salir del armario?

Hay que establecer climas donde la gente pueda hablar con honestidad. Hace unos años entrevisté a David, que ahora ya tiene 19 años. Me contaba cómo salió del armario en segundo de Bachillerato, lo contó el primer día de clase, ningún compañero le dijo nada. Cuando salieron al recreo, la gente no sabía cómo actuar. Por eso no solo consiste en salir del armario, sino en tratar el tema como si fuese algo cotidiano. Por ejemplo, se puede plantear en clase el día de la “salida del armario”, todos tenemos algo por lo que salir del armario: porque eres adoptado, porque quieres más a tus abuelos que a tus padres...

¿Y hay recursos para conseguir que las escuelas no sean entornos hostiles para estos alumnos?

Yo creo que se debe revalorizar el trabajo de la enseñanza porque es donde suceden las cosas más importantes. Es evidente que la educación es un caballo de batalla, todas las fuerzas políticas saben que la educación es la clave, es la herramienta a través de la que se difunden unos valores. Si quitan del temario todo lo que tiene que ver con las libertades sexuales y lo cambian por emprendimiento, están mandando un mensaje rotundo.

Con la entrada en vigor de la LOMCE ha desaparecido del temario la única asignatura que abordaba la libertad sexual, Educación para la Ciudadanía, ¿la eliminación de estos contenidos influye en el acoso escolar?

Si, clarísimamente. Si los roles en clase se vuelven más estrictos, cualquiera que se salga un poco de los límites establecidos sufrirá discriminación. Si en la vida cotidiana estamos viviendo el clasismo y la xenofobia, la escuela se vuelve más clasista y más xenófoba. Los valores sociales dominantes y hegemónicos atraviesan la escuela. Si en la tele están diciendo: “Vamos a limpiar Cataluña o Navarra de inmigrantes”, ¿cómo se están sintiendo los chavales inmigrantes de ese sitio?

Con la nueva ley ya en vigor, ¿tienen facilidades para que los libros que ustedes editan entren en los colegios públicos y concertados?

Desafortunadamente depende de la sensibilidad de los profesores y profesoras. Aunque si ellos no la tienen, se pueden encontrar con que lo demanden las asociaciones de padres y de madres. Hay algunas organizaciones, como Galehi (Asociación de familias homoparentales), que acuden a la escuela a preguntar a los profesores qué libros tienen en la biblioteca y pueden solicitar al centro que incorpore los que ellos crean convenientes.

Usted explica que la orientación y la identidad sexual se tratarán ahora en clase solo si los profesores tienen sensibilidad. Por lo tanto, ¿qué pasa con aquellos docentes que no tienen esa preocupación? ¿Y qué pasa con sus alumnos?

Los profesores deberían de tener esta sensibilización. Es preocupante que se piense que la educación sexual es opcional, ya que todos los niños desarrollan la identidad de género. Y cuando un alumno no es como se supone que debe ser, la discriminación puede llegar a ser muy alta. Tendríamos que plantearnos que los planes de intervención sobre el acoso escolar no los podemos implementar a los 16 años. Los tenemos que empezar a hacer antes, porque el bulling y la homofobia comienzan en educación infantil y continúan en primaria.

Si desde educación infantil se incluyese en el contenido educativo temática que visibilizase al colectivo LGTB y se combatiesen los roles de género, ¿sería más sencillo prevenir el acoso escolar?

Sí, sería bastante más fácil. El profesorado estaría más preparado para prevenir el bullying si tuvieran claro que los alumnos pueden romper las expectativas de los roles de género y siguen siendo seres queribles. No hay que percibir a los chavales LGTB como sujetos con un problema de disciplina. Hay quienes no rompen con los roles de género para fastidiar.

Los profesores que dan clase en infantil, primaria y secundaria ¿se plantean que un porcentaje de sus alumnos pueden ser LGTB? ¿están formados para entender a esos estudiantes?

El profesor tiene que estudiar estos temas. No te puedes acercar intuitivamente a la sexualidad y a la identidad de género, porque intuitivamente puedes meter mucho la pata. La gente percibe que el inglés es muy importante, pero pocos se acuerdan de que la formación en cuestiones LGTB o de feminismo también son importantes durante la formación del profesorado.

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