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Sanidad registró en 2023 la muerte de un bebé por tosferina cuya madre no se había vacunado

Bebé recién nacido. / Archivo Europa Press

Sofía Pérez Mendoza

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Un bebé murió el año pasado por tosferina en España. Así consta en el informe publicado recientemente por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III con los casos registrados en 2023. Se trata de un lactante, concreta el documento, “menor de un mes, sin condiciones de riesgo” cuya progenitora no se había inmunizado “durante la gestación”.

El Ministerio de Sanidad registró el fallecimiento en una coyuntura de aumento de casos: en todo 2023 se confirmaron 2.560 pacientes diagnosticados, de los cuales 111 terminaron hospitalizados (5,13%). El 10% de los casos se dieron en niños y niñas menores de dos años (262), con una especial concentración (el 73,3%) en bebés de edad inferior a un año, de acuerdo con los datos del CNE correspondientes a 2023. Solo en lo que llevamos de 2024, se han notificado 5.242 personas con la enfermedad respiratoria, frente a las 61 a estas alturas del año pasado.

La tosferina es una enfermedad muy contagiosa causada por una bacteria llamada Bordetella pertusis que provoca una infección respiratoria. Aunque puede afectar a cualquier edad, incluso a adultos, durante los primeros meses de vida es cuando la enfermedad puede ser más grave y puede ser necesaria la hospitalización del bebé. En algunos casos puede ser mortal. El histórico de datos del Instituto de Salud Carlos III confirma fallecimientos previos a causa de esta bacteria: desde 2005 se han registrado 59 muertes vinculadas a esta enfermedad. La última se produjo en 2020.

“Recaptar” a los que han perdido alguna dosis

El actual calendario vacunal recomienda cuatro dosis de vacuna frente a la tosferina: “primovacunación a los 2 y 4 meses de vida y dos dosis de recuerdo a los 11 meses y a los 6 años”. Desde 2016 todas las comunidades autónomas vacunan a las embarazadas porque así el bebé tiene protección hasta que a los dos meses le ponen su dosis.

El Centro Nacional de Epidemiología advierte que “estamos en una situación de alta circulación de tosferina” y llama a “dirigir los esfuerzos a vigilar las coberturas de vacunación en las gestantes y en los niños en el primer año de vida”. “Es importante que los niños se vacunen, siempre que se pueda, a la edad indicada en calendario (2,4,11m) y que aquellos que han perdido alguna dosis sean identificados y recaptados para recibir las dosis tan pronto como sea posible”, apunta el informe.

Respecto a las embarazadas, “se trata de realizar una doble protección, a la madre y al recién nacido”. “Al administrar la vacuna frente a la tosferina durante la última etapa del embarazo aumentan las defensas en la embarazada. Estas defensas (anticuerpos) pasan a través de la placenta y protegen al recién nacido hasta que éste reciba la primera dosis de la vacuna frente a la tosferina según el calendario de vacunación (periodo en el que es más vulnerable a las complicaciones de esta enfermedad)”, dice un documento del Ministerio de Sanidad. La cobertura de vacunación en embarazadas alcanzó el 87,2% en 2022. En niños y niñas, se ha mantenido por encima del 90% en las últimas década.

El informe epidemiológico publicado por el ISCIII recuerda que durante el periodo pandémico (2020-2022), la incidencia de tosferina “se redujo drásticamente”, “pero a partir del verano del 2023 la enfermedad ha experimentado un rápido crecimiento marcando el inicio de una nueva onda epidémica”. De hecho, el sistema de vigilancia ha advertido un cambio en el patrón estacional durante el año pasado, con una mayor concentración de casos a partir de la segunda mitad pese a que en las últimas décadas la primavera y el verano eran estaciones más propensas a una mayor incidencia. Esta distribución de casos está sorprendiendo a los expertos.

El grupo de edad más afectado por la tosferina es el de 10 a 14, con un 36,3% de todos los caso, seguidos de los niños y niñas entre 5 y 9 años. Sin embargo, la mayor proporción de casos graves y hospitalizaciones se concentran en los bebés más pequeños. Uno de cada tres diagnosticados con menos de un año requirieron un ingreso. De los 21 casos en lactantes con un mes, 13 terminaron hospitalizados; entre los 18 pacientes que habían cumplido dos meses, 12 tuvieron que quedarse en el hospital.

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