No quedan falsificadores como los de antes

¿Quién fue Elmyr de Hory? Elmyr de Hory fue Dory-Boutin. Elmyr de Hory fue Herzog. Elmyr de Hory fue L. E. Raynal. Elmyr de Hory fue Louis Nassau. Elmyr de Hory fue Elmyr von Houry. Fue quien quiso ser en cada momento, en cada cuadro que pintó. Porque Elmyr de Hory fue uno de los más destacados y brillantes falsificadores de obras de arte. O al menos su historia ha sido contada así.

El Círculo de Bellas Artes de Madrid dedica una retrospectiva a este artista húngaro que residió 16 años en Ibiza —allí murió— y que llegó a pintar más de 1.000 cuadros adjudicados a pintores de primera línea y que, en muchísimo casos, consiguieron deslizarse en las salas de grandes museos de todo el mundo.

La exposición, que se podrá visitar hasta el 12 de mayo, recoge impresionantes obras pintadas por él y firmadas por Pablo Ruiz Picasso, Edgar Degas, Claude Monet o Amadeo Modigliani, entre muchos otros. Además, el recorrido permite ir más allá. A través de la muestra de óleos, dibujos, litografías y acuarelas abre de un hachazo los conceptos de autoría, originalidad y autenticidad.

Para muchos críticos, Elmyr de Hory no fue tanto un falsificador como un pintor de enorme talento capaz de captar con gran brillantez distintos estilos. De hecho, se baraja la posibilidad de que este pintor no firmara sus cuadros y fuera su marchante quien estampara el nombre de grandes pintores.

Además de las obras, también se expondrá parte de la correspondencia de este enigmático y discutido artista, un fragmento del guión del documental F for Fake, con anotaciones manuscritas de Orson Welles, así como publicaciones que han glosado su papel en la historia de la falsificación de obras de arte, entre ellas Fake! The Story of Elmyr de Hory the Greatest Art Forger of Our Time, de Clifford Irving, gran amigo y, por cierto, escritor que fue conocido por una mentira: convenció al mundo de que había sido elegido por Howard Hughes para escribir su biografía. Definitivamente, Dios los cría y ellos se juntan.