Bob Pop (Madrid, 1971) lee novelas, las escribe muy despacio, colabora con Gemma Nierga en 'Hoy por Hoy' (Cadena SER), escribe cada semana sobre televisión en la revista LECTURAS y en la revista Mongolia cada mes. Una vez le preguntaron por su labor como crítico televisivo y él se definió como un 'coprófago bulímico', no les digo más. Bueno sí; que trabajó un mes con Anne Igartiburu en TVE; le echaron, claro.
Polaroids contra el 'No Future'
La última edición de GH en Telecinco anda floja y sin bríos. Es lógico. Más allá del agotamiento del formato hay algo más que perjudica gravemente la salud del padre de todos los 'realities': nuestra resignación ante la crisis. ¿TAMBIÉN? También. Me explico:
GH iba mejor cuando vivíamos por encima de nuestras posibilidades, cuando aún creíamos estar esperando un 'upgrade' de clase trabajadora a clase media, cuando el programa funcionaba como una incubadora de famosos aspiracionales donde veíamos gestarse a estrellas televisivas del futuro inmediato. Ya no. Si ya hemos asumido que no hay futuro para nosotros, tampoco lo va a haber para los concursantes de 'Gran Hermano'.Y como espectáculo de presente continuo, 'Gran Hermano' es un coñazo.
Como 'show' televisivo de presente continuo, que es lo único que queremos/creemos, lo que funcionan son los saltos piscineros: ¡Salta! ¡Salta! Salta! YA. No hay más. Un Debe/Haber inmediato y equilibrado, sin beneficios ni deudas para el espectador. Lo comido por lo servido. ¡Salta! ¡Salta! Salta! No hay más. No lo esperamos.
La última edición de GH en Telecinco anda floja y sin bríos. Es lógico. Más allá del agotamiento del formato hay algo más que perjudica gravemente la salud del padre de todos los 'realities': nuestra resignación ante la crisis. ¿TAMBIÉN? También. Me explico:
GH iba mejor cuando vivíamos por encima de nuestras posibilidades, cuando aún creíamos estar esperando un 'upgrade' de clase trabajadora a clase media, cuando el programa funcionaba como una incubadora de famosos aspiracionales donde veíamos gestarse a estrellas televisivas del futuro inmediato. Ya no. Si ya hemos asumido que no hay futuro para nosotros, tampoco lo va a haber para los concursantes de 'Gran Hermano'.Y como espectáculo de presente continuo, 'Gran Hermano' es un coñazo.