Madrid, 8 mar (EFE).- El número de investigadoras ha crecido en España durante los últimos años, pero las brechas de género todavía persisten, según el Gobierno, que ha subrayado la necesidad de tomar medidas para aumentar la presencia femenina en los puestos más altos de los organismos de investigación y en las universidades y derribar los “techos de cristal”.
Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, el Ministerio de Ciencia e Innovación ha publicado el informe “Científicas en Cifras 2021”, que analiza la presencia de las mujeres en los distintos ámbitos y niveles de la ciencia en España, con especial atención a la carrera investigadora en los Organismos Públicos de Investigación y en las universidades.
Los datos del informe revelan que la proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España ha aumentado hasta el 41 por ciento, un porcentaje que se mantenía estable desde 2009 (en el 39%), mientras que en la UE las investigadoras representan el 38 por ciento del total.
El número de investigadoras ha mejorado en los sectores de la administración pública (52%), aunque en universidades (43%) y en el sector empresarial (31%) se ha mantenido igual que en el último informe.
“Científicas en Cifras 2021” es la sexta entrega de una serie que comenzó la Unidad de Mujeres y Ciencia con la publicación de Académicas en Cifras 2007, y el objetivo de este informe es identificar y cuantificar las brechas de género, los avances y los retrocesos, para evaluar el impacto de las políticas de I+D+I y orientar nuevas actuaciones que favorezcan la participación plena e igualitaria de mujeres y hombres, ha subrayado el Ministerio.
El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha destacado en el prólogo del informe que la igualdad entre hombres y mujeres “es una prioridad para el Gobierno, una cuestión de democracia y de justicia social. Pero en el caso de la ciencia y la innovación es además una necesidad. No podemos perder el talento de las mujeres, que son más de la mitad de la población, bajo ninguna circunstancia”.
Aunque en España las mujeres se incorporan cada vez más y a mayor ritmo que los hombres a las carreras científicas, no lo hacen por igual en todas las áreas.
El informe destaca la necesidad de fomentar las vocaciones científicas y técnicas entre las jóvenes, ya que aunque las mujeres son el 56 por ciento de las universitarias, en áreas como la ingeniería o la tecnología solo representan el 25,4 por ciento.
En la carrera investigadora continúa siendo destacada la escasa representación de mujeres en la categoría de mayor rango, mientras que sí hay equilibrio de género en las demás categorías investigadoras, lo que indica, ha señalado el Ministerio, una clara segregación vertical de género, también conocida como “techo de cristal”.
Las universidades públicas españolas siguen contando con solo un 24,1 por ciento de mujeres entre su profesorado catedrático de universidad.
Esta segregación “vertical” se observa de forma aún más notable en los puestos de toma de decisiones, como sucede en los órganos de gobierno unipersonales de las universidades y en los organismos públicos de investigación (OPIs), aunque las cifras han mejorado ligeramente en el caso de los cargos.
Es el caso del máximo nivel, las rectoras, que representan el 23 por ciento del total en el caso de las universidades públicas (estaban en el 8 por ciento en el anterior informe).
En el caso de los OPIs, la proporción de directoras generales o presidentas de estas entidades ha pasado al 50 por ciento (cuatro mujeres en los 8 OPIs), aunque esta situación no se ha trasladado todavía a los cargos inferiores, ya que solo una de cada cuatro personas que dirigen institutos o centros de investigación son mujeres (35 de un total de 143 institutos o centros).
El Ministerio ha incidido en la importancia de integrar la perspectiva de género y reforzar el contenido sobre igualdad en la formación del alumnado y profesorado en todos los niveles de educación; y por apostar por medidas de acción positiva, especialmente, en las convocatorias de proyectos de I+D de las agencias de financiación para mejorar las tasas de éxito y proporciones de financiación obtenidas por investigadoras principales.
Ha subrayado además la necesidad de formar y capacitar al personal investigador que trabaja en este ámbito para la eliminación de los sesgos de género que puedan influir en esas brechas de género, y de asegurar que se cumple la exigencia y seguimiento de planes de igualdad, refuerzo de estructuras de igualdad y protocolos de acoso sexual y por razón de sexo en todos los sectores donde desarrolla su actividad el personal investigador.