Madrid, 21 dic (EFE).- La mayoría del Congreso ha mostrado este miércoles su apoyo a los colectivos LGTBI y al proyecto de ley trans, iniciativa que será votada mañana en el pleno y que, tras una tramitación convulsa, reconocerá el derecho a cambiar de sexo en el registro sin necesidad de informes médicos ni tratamientos.
Solo el PP y Vox han rechazado una norma que aún debe pasar por el Senado, pero en la que no se esperan cambios después de que el PSOE haya desistido de su enmienda en la que planteaba que un juez tuviera que autorizar el cambio de sexo registral a los menores de 16 años.
En la tribuna de invitados del hemiciclo se han sido situado representantes de los colectivos LGTBI que durante años han reivindicado la autodeterminación de género y que este miércoles han recibido el aplauso de la mayoría de los grupos, que han recordado también a todas víctimas del odio.
A muchos ha citado por su nombre la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha celebrado que el Congreso “cierre armarios” y “abra puertas y ventanas” con una ley que conseguirá asegurar “vidas libres” a las personas trans y LGTBI.
La diputada socialista, Andrea Fernández, ha lamentado que el PP haya perdido una nueva oportunidad para trabajar por estas personas y ha reconocido que el PSOE quiso una ley mejor y más garantista, pero no tuvo respaldo de la Cámara.
El grupo socialista confía en que mañana se respete la disciplina de voto, a pesar de que haya discrepancias en el seno del partido. Fernández ha admitido que ninguna ley zanja debates teóricos y ha reivindicado el papel del PSOE en la lucha por los derechos del colectivo.
Muy crítica, la portavoz del PP, Rosa Romero, se ha hecho eco de las discrepancias existentes en el mundo de la medicina y del feminismo ante una ley que ha tachado de intervencionista y “cargada de una ideología sectaria”.
Romero ha alertado especialmente de su impacto en la adolescencia, etapa en la que los menores necesitan “acompañamiento para evitar que tomen caminos equivocados”, y ha criticado con dureza al PSOE por “arrodillarse” ante sus socios de gobierno y dejar caer sus enmiendas.
“Solo le importan los niños como peones necesarios en su proyecto de ingeniería social”, ha espetado a Montero la portavoz de Vox, Carla Toscano, quien ha tildado la ley de “bodrio sectario que ignora la biología en aras del género” y que “pretende cambiar y destruir la sociedad”.
Para la portavoz de Unidas Podemos, Sofía Castañón, son “bulos infames”. “Ojalá menos ignorancia, más respeto y más humanidad”, ha manifestado.
“Por cerrar los ojos no hay menos abortos o menos personas trans”, ha advertido el portavoz del PNV, Joseba Agirretxea, en apoyo a una ley que “no va contra nadie” y con la que la transexualidad “deja de ser una enfermedad para pasar a ser una identidad”.
Más crítico ha sido Ciudadanos, que ha tachado de “chapucera” la tramitación parlamentaria.
Desde la izquierda no ha habido fisuras en el apoyo a una norma que “no borra” a ninguna persona, si bien formaciones como ERC y EH-Bildu han lamentado que no se haya dado el paso de reconocer los derechos de las personas no binarias o de ampliar los de los migrantes.
Las asociaciones LGTBI han pedido no olvidar esas asignaturas pendientes, pero han mostrado su satisfacción por una ley en cuya elaboración ha participado durante meses.
“Mañana se aprueba el trabajo incansable de muchos activistas, y se cambiará nuestras vidas, nuestra sociedad... El Congreso va a votar que sí a los derechos humanos”, ha manifestado a las puertas del Congreso tras el debate la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+)
La presidenta del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), Carmen García de Merlo, y el presidente de la Fundación Triángulo, José María Núñez, se han unido a las felicitaciones por ley que supone “un antes y un después”, al tiempo que han lamentado que el PP no apoye la norma y han confiando aún en el sí de Ciudadanos.