GRÁFICOS: Un nuevo modelo social
“El VII Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España no es un informe sobre la crisis”
Esta es la frase introductoria de los 8 capítulos y más de 600 páginas del último informe FOESSA. Todos los informes anteriores de esta Fundación, incluso los escritos cuando las cosas nos iban tan bien (el VI Informe se publicó en el 2008), han venido hablando metódicamente de los procesos excluyentes que han recorrido siempre nuestro desarrollo económico y social. Se retratan problemas sociales que vienen de lejos. Lo que vemos en estos últimos seis años es un agravamiento de estos procesos. Pero si la crisis no es la causa, su salida tampoco traerá la solución a las profundas grietas de cohesión social. Es necesario un replanteamiento profundo sobre los cimientos que sostienen nuestro modelo productivo y nuestra estructura social.
A modo de resumen, los redactores del informe formulan 10 preguntas a las que corresponden a su vez 10 gráficos con los aspectos más destacados de cada uno de los capítulos. Los comentamos brevemente.
¿De verdad somos una sociedad tan desigual?
España siempre ha sido un país muy desigual. Sin embargo, en los últimos años las grietas de la cohesión social se han hecho más pronunciadas. Desde 2007 España se ha convertido en uno de los países de la UE-27 con un reparto más inequitativo de la renta (según el ínidce Gini 2008-2012).
¿Cómo salimos de esta crisis en términos de pobreza y exclusión social?
Entre 2007 y 2013 la fractura social ha aumentado de forma considerable. En 2007, un 16,3% de la población se encontraba en situación de ‘exclusión severa y moderada’, mientras que en 2013 el porcentaje sobre el total de la población aumentó a más del 25%. Además, hay más de un 40% de la población (2013) en situación de “integración precaria” debida sobre todo a salarios bajos e inestabilidad laboral.
¿Qué es lo que ha funcionado mal?
La exclusión del empleo se ha consolidado como la dimensión más importante entre la exclusión social.Pasando de un 16,9% en 2007 al 41,5% en 2013. Pero aún siendo la más importante, no es la única. Durante esta crisis la exclusión de la vivienda alcanza a un 29,2% de la pobalción y la exclusión de la salud a un 19,8%.
¿A quién ha afectado en mayor medida?
Los jóvenesde entre 19 y 29 años y los menores de 18, son los grupos de edad en situación de mayor vulnerabilidad. Además, el proceso de exclusión se intensifica ante la falta de estudios obligatorios y afecta desproporcionadamente a las personas de nacionalidad extranjera.
¿Qué consecuencias ha tenido en términos de renta en las familias españolas?
Si observamos la evolución de las rentas familiares en España, con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, observamos cómo la recesión ha afectado más duramente a las familias de menor renta. La transición de decilas de renta media hacia decilas más bajas se ha visto favorecida mientras que transiciones de abajo hacia arriba (más frecuentes antes de la crisis) se han visto más limitadas.
¿Quién ha ganado más y quién ha perdido más?
la crisis no la sufrimos todos por igual. El 10% de mayores ingresos se ha movido poco, incluso ha podido aumentar, mientras que el 10% de menores ingresos ha continuado bajando.
¿Será un problema de nuestro sistema productivo?
La inestabilidad en los ingresos y nuestra estructura ocupacional son en buena parte responsable de esta inequidad en la distribución de la renta. En relación con esta última, en términos comparados (EU-27) tenemos un mayor peso de las ocupaciones manuales (en el 2007 el volumen de empleo en el sector de la construcción era el más elevado de Europa) y un menor peso, en términos relativos, de las ocupaciones no manuales, en especial de las de mayor cualificación). Al depender tanto de sectores productivos muy ligados a ciclos económicos, la crisis ha destruido empleos en España en mucha mayor medida que otros países.
¿Dime cuando has nacido y te diré la tasa de empleo a lo largo de tu vida?
Las cohortes jóvenes tienen unas tasas de ocupación muy inferiores a las de generaciones anteriores.
Por género, si bien se ha destruido más empleo masculino que femenino, los años de la crisis han supuesto un freno a la trayectoria ascendente continuada en la incorporación de las mujeres al mercado laboral.
¿Cómo hemos sido capaces de resistir?
¿Qué papel juega el Estado de Bienestar en la reducción de la desigualdad y la pobreza? El gráfico muestra cómo las políticas públicas han perdido capacidad redistributiva desde el inicio de la crisis hasta el 2013. El porcentaje de hogares que son receptores de ayudas pasa de un 29,9% en 2007, a un 23,1% en 2009 y un 17,8% en 2013, que es cuando en realidad aumenta el número de hogares en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, la ayuda más significativa viene de “ayuda mutua”, es decir, el apoyo de la red familiar y comunitaria (43,4% en el 2007, un 50,1% en 2009 y un 52,6% en 2013) que actúa como elemento amortiguador en un momento de claro retroceso de las políticas públicas y encrudecimiento de los fenómenos de exclusión social.
¿Cómo debería ser nuestro modelo de sociedad?
Por último, analizando los datos de opinión del CIS del 2011, el Informe Foessa destaca el abismo que parece existir entre el tipo de estructura social que tenemos, que se asemeja a los modelos más desigualitarios, en forma piramidal: una pequeña élite en la cima y un amplio número de personas en la base. Y el que en realidad nos gustaría tener: una organización social de “clases medias”, con una distribución equilibrada entre la cúspide y la base de la estructura. Es esta diferencia entre la realidad y el deseo la que bien podría albergar alguna oportunidad de cambio en el futuro.