Nuestro posicionamiento ideológico o el partido al que votamos tiene mucho que ver con cómo valoramos el conflicto entre Palestina e Israel. A pesar de que el posicionamiento hacia el conflicto de las distintas opiniones públicas varía mucho en cada uno de los países, en todos se repite el mismo fenómeno: la izquierda tiende a sentir más simpatía por Palestina mientras que la derecha se siente más cercana al gobierno de Israel.
En el siguiente cuadro vemos un ejemplo de las simpatías respecto de ambos bandos dependiendo de la ideología del encuestado. Son datos de 2009 de Estados Unidos y una muestra de países europeos (Francia, Gran Bretaña, España, Alemania, Italia y Suecia).
Aunque Estados Unidos es un país dónde la simpatía hacia Israel es predominante, vemos cómo hay mucha diferencia entre los liberales (33%) y los conservadores (60%). En el caso de Europa esta diferencia se observa en el apoyo a Palestina. Mientras que en la izquierda llega hasta el 41%, en la derecha se queda en un 22%.
Algo muy similar sucede cuando observamos el recuerdo de voto. Para ello tenemos datos de encuestas realizadas este mismo mes de julio en Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
Aunque la política exterior del país estadounidense no ha cambiado, y que la opinión favorable a Israel está en su máximo histórico desde 1978, los datos reflejan que este apoyo es desigual entre los distintos electorados. Mientras que un 73% de los republicanos simpatiza con Israel, tan sólo un 44% de los demócratas y un 45% de los votantes independientes lo hacen. Son casi 30 puntos de diferencia. Nunca demócratas y republicanos habían estado tan divididos respecto a este tema. Una división que, según indica una encuesta de Gallup publicada esta misma semana, se podría reproducir entre generaciones. Los jóvenes están más predispuestos a criticar a Israel por el ataque a Gaza que sus padres o abuelos.
Vemos cómo en un sistema político como el británico, que a diferencia del estadounidense actualmente cuenta con cuatro partidos de referencia, se reproduce la misma dinámica. Las diferencias entre el bloque considerado de derechas -conservadores y UKIP- y el bloque de centro y centroizquierda -laboristas y liberales- son evidentes. Los primeros doblan e incluso triplican a los segundos en su apoyo a Israel, y lo mismo ocurre con los segundos respecto a Palestina.
La situación se repite en Francia. El 29% de los votantes de los partidos de izquierda o centroizquierda sienten simpatía por los palestinos, mientras que para los partidos de derecha o centroderecha este porcentaje no supera el 10%. Por candidatos obviamente sucede lo mismo. Mientras que el 24% de los votantes de Hollande sienten simpatía por los palestinos, sólo un 9% de los votantes de Sarkozy y un 7% de los de Le Pen lo hacen. Y viceversa si lo miramos desde el punto de vista de la simpatía hacia los israelíes.
Más allá de estas diferencias entre espectros ideológicos, lo que también nos dicen estos datos es que para la mayor parte de los electorados, especialmente en Europa, ahora mismo se hace difícil sentir simpatía por ninguno de los dos bandos. En Francia el porcentaje que responde que no siente simpatía por ninguno de los dos llega al 71%, en Gran Bretaña va del 40% al 50% dependiendo del partido, y lo mismo se observa en otros países como Italia o España. Esto puede deberse a la precaución a la hora de pronunciarse, al desconocimiento, o bien a un hartazgo respecto a ambos bandos.
En definitiva, los datos vienen a corroborar una idea bastante extendida respecto a la derecha, la izquierda y sus posicionamientos sobre el conflicto. Es un tema que está muy polarizado ideológicamente con lo cuál no es extraño que los debates que se produzcan a su alrededor sean especialmente virulentos.