Griegos y chipriotas lo tienen claro: Europa no nos escucha

No es sorprendente que Chipre y Grecia sean los países dónde hay más sensación de que su voz no cuenta en la Unión Europea. ¿Qué resultado se puede esperar de países donde los parlamentos sirven para secundar unas políticas pactadas entre unas entidades supranacionales?

Pero el malestar se extiende también por el resto de la Unión. Dinamarca es el único país dónde una mayoría afirma que se siente escuchada. Nos esperan unas elecciones europeas en las que una parte relevante de la población habrá concluido que la voz no sirve, que la lealtad es suicida, y que por lo tanto lo más razonable es optar por unas opciones euroescépticas.