Varias asociaciones de pensionistas de Vitoria junto a otros colectivos sociales y movimientos de Iglesia como el Servicio Diocesano del Laicado o la Comisión Social de la U.P. Olárizu han convocado una cadena humana el próximo 22 de noviembre para mostrar su rechazo hacia el nuevo sistema de revalorización de las pensiones y el recorte de la cuantía de las prestaciones que conlleva. En el acto pretenden contar con la participación de unas 600 personas necesarias para la formación de la concatenación que en un extremo se situará en la oficina del Instituto Nacional de la Seguridad Social ubicado en la calle Dato y en el otro en la Sede del Gobierno de la calle Olaguibel.
Con esta acción pretenden visualizar la preocupación de los jubilados ante la entrada en vigor de la reforma de Rajoy y sensibilizar a la opinión pública en general y a las instituciones vascas en particular. A éstas últimas les solicitan que apliquen medidas complementarias para paliar el descenso del poder adquisitivo que acarrea la reforma. Los organizadores han celebrado charlas previas en las asociaciones de mayores de los barrios de Vitoria para informar al colectivo afectado que cómo influirá en sus pensiones la aplicación de las medidas diseñadas por el Gobierno central en las retribuciones de la Seguridad Social. “Nos hemos encontrado con gente muy inquieta y a la vez muy receptiva por saber cómo quedarán sus subsidios, sobre todo claro entre aquellos que ya reciben cantidades muy bajas que apenas les permiten subsistir”, explica Armando Aulestiarte, de Arabako Pensionistak Lanean.
Pérdida de poder adquisitivo permanente
El movimiento de pensionistas ha recogido además 45.000 firmas en Euskadi en contra del copago farmaceútico y el posible copago hospitalario que entregarán en el Parlamento vasco la próxima semana. “Los responsables institucionales ya han dicho que no lo van a aplicar pero desconfiamos. Pretendemos reunirnos con los cargos correspondientes para tratar el asunto y que nos garanticen que pondrán freno a esa medida en Euskadi”, explica el portavoz de Arabako Pensionistak Lanean.
También han convocado a los interesados a una charla informativa a cargo del abogado Juan Antonio Armentia que explicará los entresijos del nuevo índice de revalorización de las pensiones, que según opinión de expertos y de algunos sindicatos conllevaría pérdidas del 14 % del poder adquisitivo de los pensionistas y jubilados españoles en 15 años, y del 28 % “en el peor de los casos”.
La Confederación Estatal de Prejubilados y Pensionistas -CEYP- ya manifestó mediante un comunicado difundido el pasado mes que consideraban la reforma una “tomadura de pelo” y se mostraron contrarios a desligar la subida anual de estas prestaciones del IPC. Desde la asociación declaraban que garantizar únicamente un incremento mínimo de las pensiones del 0,25% anual, como hace el nuevo sistema de revalorización, condena a todos los pensionistas, actuales y futuros, a una pérdida de poder adquisitivo permanente. “La intención de establecer una relación directa cotizaciones-pensiones, olvidando que las pensiones son un derecho de los trabajadores, supone un ataque frontal al sistema social que viene funcionando en nuestro país desde antes de la última transición política”, subrayaban.