Mariano Reaño es uno de los promotores de la red Ciclojuristas, constituida en la primavera de 2012 y formada por abogados, profesores de Universidad y letrados interesados en la promoción de la bicicleta como medio de desplazamiento urbano e interurbano. Participa como ponente en el congreso anual que la coordinadora ConBici celebra estos días en Vitoria para explicar los contrasentidos y aspectos inconstitucionales del polémico borrador del Reglamento de Circulación de la Dirección General de Tráfico. El letrado considera que para mejorar la convivencia entre bicis y viandantes el ciclista debe estar supeditado al peatón y respetarle. Y aunque le parecen desorbitadas las sanciones económicas que se imponen a los ciclistas implicados en accidentes de tráfico, es partidario de que “las conductas desconsideradas de ciclistas a peatones se sí castiguen con sanciones bastante elevadas”.
Pregunta. ¿Le parece Vitoria una ciudad accesible para los ciclistas?
Respuesta. Vitoria sale ganando en todos los aspectos porque aparte de que disfrutan en la ciudad de muy buenas infraestructuras con muchos carriles y aparcamientos para bicicletas, la actitud de los propios técnicos municipales es muy favorable a este vehículo. Se nota que una de las preocupaciones prioritarias para ellos es que la ciudad sea accesible para la bicicleta y contar con aliados en las instituciones municipales es un lujo. En muchas ciudades los técnicos son lo que llamamos en nuestro argot “cochistas”. Favorecen en todo al coche y no establecen repartos equitativos del espacio y de las condiciones. La implantación de las bicis en el tráfico diario siempre se diseña en función de los vehículos de motor. En Vitoria ocurre lo contario, es de lo mejor que conozco de todo el estado.
P. En su ponencia expondrá los aspectos inconstitucionales de la polémica revisión del Reglamento de Circulación de la Dirección General de Tráfico (DGT). ¿Ha encontrado muchos?
R. Con que haya un aspecto inconstitucional es suficiente para tumbar una norma. Por ejemplo, el borrador incorpora un artículo con un anexo que se refiere a las marchas y usos excepcionales de la vía pública. Y es un cajón desastre. Bajo esa rúbrica engloban actividades tan dispares como una procesión, la manifestación del primero de mayo o algunas marchas ciclistas, que no son deportivas y sí una práctica más del ejercicio de derecho de libre manifestación. Y se obliga a esas marchas o a cualquier otro uso de la vía pública a solicitar una autorización previa a su celebración. Esto choca frontalmente con el artículo 21 de la Constitución, que reconoce el ejercicio de ese derecho sin que sea necesaria una comunicación previa. Eso se caerá del borrador porque no tiene defensa posible.
P.Vitoria se ha sumado a la red de ciudades posicionadas en contra del uso obligatorio del casco en la ciudad. Ustedes dicen que además podría ser una medida ilegal. ¿Por qué?
R. Sí, porque el reglamento entra en conflicto con la ley, colisionan frontalmente. Las normas jurídicas están sometidas al principio de jerarquía. Por debajo de las leyes están los reglamentos. Si la ley establece como obligatorio el casco para vías interurbanas, un reglamento no puede modificar eso y diferenciar entre vías interurbanas y vías urbanas. En cualquier caso, esa obligatoriedad entraría en vigor en el plazo de un año. La Administración dispone de tiempo suficiente para aprobar una modificación de la Ley de Circulación. Entonces solventarían el problema pero ahora mismo sería jurídicamente incorrecto.
P.Su colectivo considera otro desacierto la obligatoriedad de circular por la derecha de la calzada.
R. Sin duda, porque supone dejarnos otra vez en una posición subordinada a los ciclistas frente al tráfico en general. Los automovilistas puedan hostigarnos, corremos el riesgo de sufrir accidentes por las puertas que se abren y la visibilidad es menor. No le encuentro ninguna ventaja. La posición mejor para ser visto y, por lo tanto, la posición más segura, es el centro del carril. Si nos quitan eso, nos dejan en precario. A pesar de que en la exposición de motivos de la reforma se habla en términos entusiásticos de la bicicleta, después el desarrollo del texto tiene aspectos muy negativos. Éste nos preocupa especialmente.
P.¿Qué opina de la cuantía de las sanciones?
R. La cuantía de las sanciones a las infracciones cometidas por los ciclistas no guarda proporción con la peligrosidad de los accidentes en los que intervienen respecto a terceros ni tampoco con el valor del vehículo. Muchas veces el precio de una sanción es equiparable al precio de la propia bicicleta. Es como si la pusieras a un conductor de un todoterreno una multa de 36 mil euros por ejemplo. Son cuantías desorbitadas.
P. Hablemos de dudas muy comunes entre los amantes de las dos ruedas. Se comete una infracción si se circula sobre la bicicleta en posturas de riesgo o sin las manos sobre el manillar, pero ¿te pueden quitar puntos por ello?
R. Conducir sin apoyar ninguna mano en el manillar podría considerarse una conducción negligente, una infracción grave de la Ley de Tráfico. Pero esto nunca puede conllevar la retirada de puntos del carnet de conducir como pretenden en ocasiones algunos policías, que amenazan con ello pero no pueden ejecutarlo.
P. El uso de auriculares entraña también riesgos y multa. Ustedes han planteado sus objeciones a esto
R. Si se admite que los conductores de moto usen un sistema de intercomunicación inalámbrico sobre sus vehículos, que, por cierto, emiten un ruido ensordecedor, nos preguntamos por qué entonces los ciclistas no pueden usar auriculares
P.¿Es obligatorio circular por el carril de bici, si lo hay?
R. No está contemplado. Además. Si tienes prisa y tienes el hábito de ir en bicicleta, es recomendable evitarlos porque tienen unos condicionamientos que hacen la circulación más lenta y engorrosa. Yo prefiero la calzada.
P. Otra cuestión polémica es la convivencia entre los peatones y las bicis que circulan por las aceras ¿Tiene solución?
R. Este tema es muy delicado y complicado. La postura oficial de ConBici es que los conflictos que se generan en la calzada no tienen que resolverse en la acera. Lo que hay que hacer es pacificar el tráfico para que los ciclistas puedan circular por la calzada y no tengan que invadir el espacio de los peatones. Pero hay personas que se acaban de incorporar a la bicicleta y no se les puede exigir que tengan que andar abriendo brecha sobre todo en ciertas carreteras. Por otra parte, mucha gente comparte que la ciudad es de los peatones y el respeto absoluto a los peatones debe ser la prioridad. Si tienes prisa, debes circular por la calzada porque en la acera hay que adaptarse siempre a la velocidad del viandante. Los ciclistas no debemos hacer a los peatones lo que no nos gusta que nos hagan los coches a nosotros. Aunque antes hablaba de multas desorbitadas, las conductas desconsideradas de ciclistas a peatones sí deberían tener una sanción bastante elevada.