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“Hay que amenazar con sanciones a los paraísos fiscales que no cooperen”
Al inicio de la crisis, políticos europeos como Nicolas Sarkozy dijeron que los paraísos fiscales tenían que desaparecer. Pero se han tomado muy pocas medidas eficaces en esa dirección. ¿Por qué?
Hubo una falta de voluntad política: Ningún político prominente estaba dispuesto a amenazar a un paraíso fiscal grande con sanciones económicas concretas. Esto cambió cuando Estados Unidos promulgó la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (en 2010), que supone un impuesto del 30% sobre todos los pagos realizados por los EE.UU. a los países o los bancos que se niegan a cooperar con las autoridades fiscales norteamericanas.
¿Cuáles son los paraísos fiscales más perjudiciales para la economía mundial?
Para la evasión individual de impuestos, los principales paraísos fiscales son Suiza, Singapur, Hong Kong, Luxemburgo, las Islas Caimán y las Bahamas. Para la evasión fiscal de las empresas multinacionales, Luxemburgo es, probablemente, uno de los países que ha ido más lejos en ayudarlas para que no paguen impuestos y eviten todo tipo de reglamentos.
¿La lucha contra la desigualdad es inútil si los paraísos fiscales no desaparecen?
No. Hay muchas cosas que se pueden hacer para frenar el aumento de las desigualdades, como hacer la educación superior universalmente accesible, o cambiar la capacidad de negociación de los trabajadores frente a los propietarios del capital. Todo esto tendría un gran efecto sobre las desigualdades, con independencia de la cuestión de los paraísos fiscales. Por supuesto, para muchas cuestiones de política (como la taxación redistributiva) sería mejor si se abordasen los problemas causados por los paraísos fiscales.
¿Cómo puede Europa avanzar mientras existan paraísos fiscales en Suiza, Luxemburgo o incluso Holanda o Irlanda?
La mejor forma de avanzar es amenazando a los paraísos fiscales que no cooperen con sanciones proporcionales, claramente definidas. Para los paraísos fiscales dentro de la UE, una sanción potencial es la amenaza con marginarlos en las tomas de decisiones de la Unión Europea (evitando que sus dirigentes o ex dirigentes accedan a posiciones de poder, por ejemplo).
Usted dice que Suiza o Luxemburgo pueden salir adelante incluso si dejan de actuar como paraísos fiscales. ¿Cómo lo argumenta?
El sector financiero es sólo un 7-8% del PIB en Suiza, por lo que incluso si se reduce al 3%, lo cual sería una pérdida de 5% del PIB, no sería mucho. Para Luxemburgo, poner fin a la evasión fiscal y a la evasión requeriría un cambio bastante radical de rumbo del desarrollo económico. Pero Luxemburgo ya logró un cambio de este tipo en el pasado, cuando hizo la transición de una economía basada en la industria (y el acero) a una economía basada en los servicios financieros. Se podría hacer la misma transición de nuevo (esta vez hacia las tecnologías verdes, o la educación superior, o investigación y desarrollo, etc.)
¿Es posible actuar contra los paraísos fiscales en una economía globalizada?
Por supuesto que es posible con una clara definición de sanciones concretas y proporcionales a los paraísos fiscales no cooperativos. Esa es la forma más sencilla y eficaz para influir en sus comportamientos
¿Qué seguridad tenemos de que si los actuales paraísos fiscales aceptan desaparecer, no sean sustituidos por otros?
Siempre hay un riesgo, y es por eso que es importante hacer un cuidadoso esfuerzo para calcular la evasión de impuestos, cómo funciona, dónde se lleva a cabo, etcétera… Y establecer sanciones proporcionadas y definidas para los países en los que los datos demuestren que llevan a cabo una gran cantidad de evasión fiscal.
Habla de la necesidad de establecer un catastro financiero en todo el mundo. ¿Cómo debería funcionar?
La idea del registro financiero es simplemente para hacer con los activos financieros (acciones, bonos, cuotas de fondos mutuos, derivados,...) lo que ya hacemos y hemos hecho durante siglos para los bienes inmuebles y patrimoniales: controlar quién es el dueño riqueza. Hoy en día ya existen registros financieros, pero son incompletos, y administrados por empresas privadas: el objetivo es extenderlos a todas las formas de activos financieros, unificarlos, y encomendarlos a un organismo público.
¿La gente poderosa y muy rica aceptará un mundo sin paraísos fiscales donde se esconden sus fortunas?
Realmente creo que los problemas planteados por los paraísos fiscales pueden ser resueltos. Existen soluciones técnicas, también existe la indignación de la opinión pública mundial y ciertos avances en la voluntad política (incompleta, pero mucho mayor que hace unos años).
¿La lucha contra los paraísos fiscales es sólo labor de los gobiernos o también los ciudadanos de a pie pueden hacer su parte?
Es realmente una cuestión de democracia: A algunos políticos les gustaría que la cuestión de los paraísos fiscales no se discutiese. Solo los ciudadanos pueden obligarlos a enfrentar el problema.
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Al inicio de la crisis, políticos europeos como Nicolas Sarkozy dijeron que los paraísos fiscales tenían que desaparecer. Pero se han tomado muy pocas medidas eficaces en esa dirección. ¿Por qué?
Hubo una falta de voluntad política: Ningún político prominente estaba dispuesto a amenazar a un paraíso fiscal grande con sanciones económicas concretas. Esto cambió cuando Estados Unidos promulgó la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (en 2010), que supone un impuesto del 30% sobre todos los pagos realizados por los EE.UU. a los países o los bancos que se niegan a cooperar con las autoridades fiscales norteamericanas.