Ya se ha dicho muchas veces que la pandemia que nos trajo 2020 va a conllevar consecuencias en la salud mental de la ciudadanía, con distinta gavedad según la parte del mundo en la que se viva, como tantas otras cuestiones. También sabemos que los problemas de ansiedad o los trastornos depresivos son males del presente y del futuro que hacen que la salud mental venga siendo considerada como la pandemia del siglo XXI. La incertidumbre, los cambios en el estilo de vida y las consecuencia económico-laborales de la Covid-19 colaboran en esos trastornos sin duda pero, ¿cómo afronta Andalucía esta situación? Con déficit de psicólogos clínicos y psiquiatras en la sanidad pública, por debajo de la media en España y muy por debajo de la media europea, y con tiempos de espera de atención para cuestiones que, muchas veces, no pueden esperar.
No es novedad pero no por ello se ha de normalizar, teniendo además en cuenta las especiales circunstancias que rodean la pandemia desde hace dos años ya. De hecho, de enero a noviembre de este año se han atendido más de un millón de consultas de salud mental en Andalucía. Actualmente, hay 18.622 pacientes esperando una consulta por parte del especialista, con una demora media de dos meses. Son cifras relativas a pacientes con patologías de moderadas a graves y “eso no varía mucho de un año a otro, son normales”, dicen fuentes de la Consejería de Salud, que detallan que de enero a octubre de este año se han producido 9.011 ingresos, donde se están apreciando “incremento de patologías leves, que se atienden en el ámbito de atención primaria (ansiedad, depresión)”, sin que puedan aportar datos fidedignos a ese respecto.
Efectivamente, esos dos meses a los que alude la Junta como “media en la demora” es el plazo máximo en el que se debe atender las solicitudes de consultas, según se deriva del decreto de garantía de plazos de respuesta en la sanidad pública andaluza. “Para cumplirlo, los dos últimos meses del año pasado y este enero hemos tenido que aumentar el número de primeras consultas que normalmente atendemos, incorporándolas a las agendas cómo podemos”, reconocen desde una Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental de Andalucía.
En consonancia con la información oficial, apuntan desde esa unidad que “el aumento de la demanda se debe sobre todo a las derivaciones de atención primaria, pacientes con patología depresiva ansiosa, que nos derivan por el incremento de la demanda y debido a la saturación que tienen ellos también en sus consultas”. El caso es que, según otras fuentes, después de esos dos meses de media para una primera cita, para las siguientes citas el plazo temporal aumenta considerablemente. “La media no llega a tres veces en un año”, apuntan estas fuentes.
“Un año sin recibir asistencia psiquátrica”
Pero vayamos a los datos. La ratio de profesionales psicólogos en la sanidad pública en España era, de acuerdo a los últimos datos oficiales, de 6 por cada 100.000 habitantes, tres veces menor que la media europea, de 18, según un informe del Defensor del Pueblo de España publicado poco antes de la pandemia, a primeros del año 2020 . En Andalucía la media es aún más baja, en concreto 3,65 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, segun detalla la Federación Salud Mental Andalucía (antigua FEAFES), que cifra en 309 el número de psicólogos a enero de 2021 en Andalucía.
La tasa media andaluza incluye la incorporación de 24 psicólogos clínicos en el último trimestre para las Unidades de Gestión Clínica de Salud Mental de Andalucía, apuntan desde la federación, que señalan que está ya concedida la contratación de dos psicólogos clínicos más en Córdoba Norte y Jaén Norte, si bien está habiendo “muchas dificultades para encontrar profesionales”. Es decir, “el dinero está aprobado pero no los han podido contratar”, comentan las fuentes, según los datos extraídos de las tablas remitidas por el programa de salud mental de Andalucía. El menor número de psicólogos por 100.000 habitantes está en Huelva (2,86) y el mayor lo presenta Almería, con 4,81, aún por debajo de la media española.
En cuanto al número de psiquiatras en el sistema público andaluz de salud tampoco se alcanza la media de España, ni mucho menos la europea. Con un total de 529 profesionales en la materia, la tasa andaluza es de 6,23 por 100.000 habitantes en 2021. En España, según datos de 2019, la media es de 11,84. En Europa, según la media calculada con los países que presentan datos, vía Eurostat, el dato es de 19,12. Por debajo de España solamente están Malta, Montenegro, Bulgaria o Turquía, según traslada la federación.
Los números también tienen consecuencias prácticas. Así reza una carta de una usuaria que lamenta la “falta de personal” en su unidad de salud mental: “Padezco una enfermedad mental crónica desde hace veinte años”, relata la paciente, comentando que, en el momento que escribió la queja al SAS, llevaba un año sin recibir asistencia psiquátrica, “viéndome cada vez más afectada por mi enfermedad, que me ha llevado a tener que acudir a urgencias del hospital por una ingesta de pastillas con la intención de acabar con mi vida”.
Aumento de psicofármacos
Por ello solicitaba “que el problema de falta de personal cualificado se solucione lo antes posible, ya que la situación de dejadez por parte del servicio de salud está agravando la afección de los pacientes que sufren una enfermedad mental”. “Esta falta de atención no se debe al incumplimiento ni a la profesionalidad de los especialistas sino a la falta de personal”, concluía la queja. En respuesta a su queja, el SAS argumentaba que a veces se producían “situaciones imponderables” que impedían la materialización de los planes individualizados de tratamiento, “lamentando el perjuicio que le haya podido ocasionar”.
En conversación con este periódico, la paciente, de 64 años y con trastorno límite de la personalidad, comenta que ha tenido “dos intentos de suicidio” durante el tiempo en que no le ha podido ver ningún psiquiatra, si bien el pasado verano pudieron verla finalmente y le han vuelto a dar cita “para el próximo mes de febrero”, denunciando en ese sentido un “abandono del sistema sanitario de salud mental” que tratan de paliar desde la asociación Avance en Sevilla.
Francisco Javier Moreno, miembro de dicha entidad y portavoz del Comité Pro Salud Mental de Andalucía, comenta a elDiario.es Andalucía que “pese a que ha habido bastantes contrataciones de psicólogos, Andalucía está a la cola de España y España a la cola de Europa”. “Si ya es difícil que te vea tiempo un especialista sanitario en Andalucía, más difícil es que te pueda ver un psicólogo de la sanidad pública”, concretando que “tiene que ser que se te diagnostique un trastrono mental grave”. “Con el aumento de cuadros por la pandemia, es más difícil que te atiendan, por lo que directamente se aumenta la dispensación de psicofármacos sin necesidad, precisamente por el déficit de psicólogos y psiquiatras”, causa principal del reciente cierre de la planta de hospitalización de Salud Mental del Hospital de Osuna, según denunció esta misma semana el Sindicato Médico de Sevilla.
“Los médicos recetan clonazepan o tranxilium para que puedas dormir y punto, pero hay gente que lleva un año con tratamiento de psicofármacos sin derivacion y sin que se pueda diagnosticarse, y eso sí es más grave, porque no se debería tardar más de un mes. Y no digamos cuando llega alguien con idea de sucidio”, destaca Moreno, que señala que a las personas que siguen un tratamiento en las unidades de gestión clínica se les atiende cada tres o cada seis meses, dependiendo del caso.