Alberto Montero fue elegido secretario general de Podemos Málaga en las primarias celebradas a comienzos de noviembre. Montero, profesor de Economía, asume el cargo con el objetivo de que el partido gane protagonismo en la política municipal de la sexta capital del país. El apoyo de Podemos Málaga a la candidatura Málaga Ahora y la implosión que descabezó orgánicamente al partido han lastrado su implantación y visibilidad en la ciudad. Ahora el escenario es otro: Montero desembarca después de que el cargo de secretario general haya estado vacante durante casi un año y recién “rotos los puentes” con Málaga Ahora.
Deberá compatibilizar el cargo orgánico con sus funciones como diputado en el Congreso, donde ocupa la presidencia de la Comisión de Economía y participa en la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo. Lo hace ahora, y no en las primarias de 2015, por “responsabilidad” con la ciudad y el partido, y cree que sus tareas en Madrid no lastrarán su objetivo declarado de revitalizar los círculos.
Usted ha dicho que pretende recuperar los barrios y de construir una ciudad habitable para los vecinos y no sólo para los turistas. ¿Ese será uno de los ejes políticos de Podemos Málaga?
Sí. Sería absurdo e ir contra el sentido común de los malagueños pensar que el alcalde no ha hecho nada por esta ciudad. Lo que nos rodea es evidente. Pero creo que ha habido una concentración en el centro, que es la vía de entrada de los turistas, que no se desplazan a los barrios ni conocen la Málaga de los malagueños. El centro se está gentrificando y los malagueños no viven en el centro: vienen, ven las luces, pasean por el Muelle Uno… Hay que poner en valor el patrimonio cultural, gastronómico e incluso antropológico de esta ciudad, y ya que tenemos este núcleo, utilicemos ese núcleo irradiador [ríe] hacia el conjunto de la ciudad. Tratemos de que lleguen más allá.
¿Hay más prioridades?
No descubrimos la pólvora, pero otra es identificar proyectos de innovación y desarrollo que pudieran ser atractivos de inversión. Y tenemos que ser el altavoz de las demandas ciudadanas de los distintos barrios donde hay carencias de infraestructuras, de servicios sociales. Aquí está el papel fundamental de Juanjo Espinosa [concejal oficialmente no adscrito]. Tenemos la posibilidad de utilizar las instituciones.
Me gustaría preguntarle por varios asuntos de actualidad en la ciudad. El uso de los antiguos terrenos de Repsol.
Bosque Urbano sin duda.
Tranvía al Hospital Civil.
Hay que ser muy sensible con las demandas de los ciudadanos y con los compromisos adquiridos por el ayuntamiento. Y evitar que se utilicen infraestructuras de servicio público como motivo de confrontación entre administraciones gobernadas por distintos grupos políticos. Pensemos en el bien común, escuchemos a los ciudadanos y resolvamos el problema de la forma más consensuada posible.
¿Y eso qué significa? Porque aquí parece que hay unas demandas ciudadanas que van en contra de compromisos adquiridos.
Pues busquemos una solución que en la medida de lo posible preserve los compromisos adquiridos y haga que los ciudadanos se sientan satisfechos. Muchas veces hay problemas de pedagogía en determinados proyectos que tienen impactos positivos y negativos en la vida de las personas. Hay que hacer pedagogía para, si esa es la solución técnicamente viable más razonable, y mejora la calidad de vida de los vecinos, igual los vecinos tienen una percepción errónea. O el proyecto al diseñarse al contra de esa percepción tenía que haber ido por otra línea.
El estado del centro histórico.
Creo que hay que empezar por regular la privatización del espacio público que se está produciendo en el centro. Es necesario llegar a algún acuerdo con respecto a que ese espacio no puede ser objeto de apropiación privada, y lo que ocurre en la plaza de la Alcazaba es sintomático. Creo que hay que regular alojamientos turísticos irregulares y recomponer lo que ha ocurrido hasta ahora: el vaciado del centro. Habrá que entrar con mucho tiento, pero es necesario que cese la tendencia de convertir el centro en un parque temático, como las Ramblas en Barcelona o la Plaza Mayor de Madrid.
El año que siguió a las primarias se caracterizó en Podemos Málaga por el enfrentamiento entre dos sectores del partido, uno de los cuales abandonó en bloque el consejo ciudadano. ¿Cuál es su valoración de lo que ha ocurrido en Podemos Málaga desde que se eligió a José Antonio Vargas como secretario general?
Es hasta cierto punto normal que un partido que nace nuevo, con gente que viene de muy distintos espacios, transversal, tenga muy difícil articular una estructura orgánica y de toma de decisiones solvente en tan poco tiempo. Hubo un desembarco de gente que venía más organizada y copó puestos en la dirección de Podemos Málaga, pero que como venía de proyectos anteriores trataron de permear Podemos y sus estructuras de sus posicionamientos. Me parece legítimo, sólo puedo criticar el resultado: un vaciamiento progresivo de los círculos, una inefectividad absoluta de la toma de decisiones… Los procesos asamblearios tienen sus virtudes y sus límites. Una vez que se elige una dirección, tiene que ponerse a trabajar y rendir cuentas. Ese fue parte del problema: confundir el momento de las asambleas con el momento de las estructuras orgánicas de toma de decisiones y acción, que tienen que ser lo más abiertas, democráticas y participativas posible, pero no pueden quedarse en el método.
¿La dirección no ejecutaba?
No estaba dentro de los órganos de decisión, pero nunca me enteré muy bien de lo que hacían.
¿Por qué se presentó en estas primarias y no lo hizo en las anteriores? ¿Qué ha cambiado?
Que un mes y medio antes había asumido responsabilidades en el consejo ciudadano y de dirección compartida de la secretaría de economía. Que teníamos dos elecciones importantes por delante, andaluzas y estatales, y que había que desarrollar un programa económico, que se ha vuelto vanguardia de lo que ahora la mayor parte de los grupos están planteando.
Quiere decir que estaba liado. Pero ahora es diputado, también estará liado.
Puede decirlo así, sí, pero ahora creo que la capital más grande que gobierna el PP necesita articular, reorganizar y coordinar la estructura interna del partido, y al mismo tiempo ofrecer la imagen que creemos que puede ser ganadora. A pesar de que soy diputado, la idea era que me presento a secretario general, pero presentamos un equipo de trabajo, en este caso combinado con compañeros de la otra lista. Yo pongo mi cara al servicio del proyecto, lo poco o mucho que pueda aportar, y confío en un proyecto colectivo.
¿Estas decisiones se toman individualmente o en grupo?
Esta la tomé yo. Por responsabilidad con la ciudad en la que vivo y con el partido al que pertenezco.
¿Se lo pidió alguien?
No.
“Málaga Ahora impidió el derecho de voto de los militantes de Podemos, por lo que entiendo que ninguna de las concejalas es simpatizante de Podemos”
¿Juanjo Espinosa es el concejal de Podemos en el ayuntamiento de Málaga?
Sí, cuando ratifique su vinculación orgánica a la dirección política del partido.
Si el interventor encontrara irregularidades en las facturas de Málaga Ahora, ¿cambiaría la relación de Podemos Málaga con Juanjo Espinosa?
Creo que hay elementos de distorsión en la opinión pública. Las facturas que han salido a la luz son del grupo municipal de Málaga Ahora. Él ha presentado algunas para justificar el dinero que se le reclamaba, y luego han aparecido otras que no llevan su nombre y son del grupo municipal. Yo confío que el interventor va a dar eso por bueno y confío que, en el caso de que no lo dé, el resto de partidos muestren qué hacen con los fondos y haga un ejercicio de transparencia colectiva. No se le puede pedir a un concejal que pertenecía a un grupo municipal; lo que hay que hacer es pedirle al grupo municipal que muestre sus facturas.
De las tres concejalas de Málaga Ahora, dos son también militantes de Podemos, que apoyó esa candidatura…
Ysabel Torralbo estuvo de la comisión de garantías, se distanció y no sé si en algún momento se dio de baja de la plataforma como simpatizante, pero no lo sé porque no tenemos un registro. Hasta donde sé, Málaga Ahora impidió el derecho de voto de los militantes de Podemos, por lo que entiendo que ninguna es simpatizante de Podemos, a pesar de que puedan votar.
Muchas personas que comparten militancia en ambos espacios, Málaga Ahora y Podemos Málaga. ¿Esto es un problema?
Cuando Málaga Ahora presenta un documento en el que defiende que los militantes de Podemos no pueden votar en la asamblea de Málaga Ahora rompe la relación de los militantes que compartían espacio. Hay mucho malestar entre esa gente que ha hecho mucho trabajo por Málaga Ahora. Y a partir de ese momento no sé cuál será la relación.
¿No sabe cuál es la relación ahora?
De momento de cordialidad. Yo he hablado varias veces con Ysabel Torralbo. Ella me explicó lo que ocurría con Juanjo Espinosa. El otro día volvimos a hablar por otra cuestión, y será una relación como la que podemos tener con Málaga para la Gente.
Pero el espacio sigue siendo compartido, los que forman parte del grupo municipal están en Podemos.
Sí, pero el problema es que Podemos permite que Málaga Ahora participe en su toma de decisiones por la vía de la elección y estoy seguro de que muchos de ellos han participado en este proceso de elección; y sin embargo Málaga ahora ha impedido la participación de los militantes de Podemos en su asamblea general. Es una relación asimétrica. Ya veremos en qué se traduce en términos políticos.
Da por seguro que Podemos se presentará como tal en las próximas municipales.
Por segurísimo.
¿Qué ha cambiado de hace año y medio a ahora? ¿Cómo valora las opciones municipalistas?
Fue una opción que aglutina en un determinado momento la sensación de frustración de muchos militantes cuando Podemos dijo que no se presentaba a las municipales. A nosotros nos parecía un riesgo. Nos parecía bien apoyar las candidaturas municipalistas y mucha gente de Podemos se integró en esas candidaturas, con una identificación más que implícita de esas candidaturas con Podemos: la gente preguntaba dónde estaba la candidatura de Podemos y las dirigían a las papeletas de las opciones municipalistas. Había otro elemento: no teníamos la madurez suficiente como partido para presentar candidaturas en ocho mil y pico municipios de este país. Fue una opción sensatamente conservadora.
Si la valoración es positiva, ¿por qué no se sigue?
Se presentaron en espacios muy concretos y los resultados siguen siendo buenos. Si estuviéramos en el mismo momento creo que volveríamos a tomar la misma decisión. Probablemente si nos hubiéramos presentado tendríamos más problemas que los que tenemos ahora.
“De momento no me veo haciendo política municipal. Pero eso no significa que llegado el momento no haga un ejercicio de responsabilidad”
¿Hay espacio electoral para Málaga Ahora, Málaga para la Gente y Podemos?
Yo creo que no sobra nadie. La cuestión será cómo nos presentamos y quién se queda dentro o fuera del espacio.
¿Cómo se va a distinguir de Málaga Ahora, la candidatura de Podemos hasta hace un par de meses? ¿Hay tantas diferencias políticas?
No creo que haya tanta diferencia política y no sé lo que ocurrirá en ese momento, si se optará por una confluencia o no. Pero en principio serán dos partidos políticos con propuestas propias. ¿Pueden parecerse mucho? Sí, pero los ciudadanos eligen.
¿Tiene intención de ser candidato a la alcaldía en algún momento?
De momento no me veo haciendo política municipal. Pero eso no significa que llegado el momento no haga un ejercicio de responsabilidad. Tomo las decisiones en función de la coyuntura.
No lo descarta.
Yo no descarto casi nada en la vida.
¿Está satisfecho con los porcentajes de participación en las primarias?
Estoy gratamente sorprendido.
Es un 18%...
El 18% de los inscritos, el 33 o 34% de los activos. Teniendo en cuenta que son unas primarias en una capital de provincias, que no son muy sexis, que es algo mucho más interno que externo…
Usted habla de recuperar los círculos: ¿cómo?
Coordinando su trabajo y ofreciendo que se integren en los planes de trabajo de las áreas. Los responsables del área tienen la obligación y el compromiso de articular grupos con la gente de los círculos que a nivel sectorial quieran participar. Las propuestas que se debatan en esos grupos me gustaría que bajaran a los círculos y luego volvieran.
¿Cree que su presencia en Madrid de lunes a jueves puede dificultar esta tarea?
No. Confío plenamente en el equipo de trabajo que se ha montado. Estoy muy contento con que la candidatura haya sido plural. Me parece un gesto de madurez que no se haya votado en forma de lista plancha.
Usted no ha participado en los círculos locales. ¿Esto le resta credibilidad para esa tarea?
No creo. Creo que me he ganado su respeto de la gente que me ha ido conociendo en estas campañas electorales. También hay un problema de dónde se siente uno más útil. Yo me siento útil aportando en el Círculo 3E (Economía, Energía y Ecología), que a su vez tenía relación con el área del consejo ciudadano que me tocaba coordinar con Nacho Álvarez. Hay gente que cree que la legitimidad se consigue con la presencia y yo creo que se consigue con el trabajo, con independencia de si estás presente o no. Al mismo tiempo, el equipo que me arropa viene de los círculos.
Su ausencia es una crítica habitual entre muchos militantes…
Lo asumo: “Alberto Montero no está en Málaga”. Pero el tiempo que yo le dedico o le he dedicado a Podemos, incluso mientras ejercía mis tareas docentes, es complicado que haya mucha gente de Málaga que estaba en los círculos que lo haya podido dedicar. La militancia nadie me la puede cuestionar. Otra cosa es la presencia en los círculos de Málaga. He estado de forma no remunerada en el consejo ciudadano estatal, en el círculo 3E, en la secretaría de economía andaluza. Hasta que soy diputado todo ese tiempo ha sido de militancia, robado a mi familia y mi profesión. Y eso soy capaz de explicárselo con claridad a cualquiera.