De los siete casos tratados en Bonn, el expolio del Acuífero Aguas fue el único caso español denunciado ante al Tribunal
La cuarta sesión del Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza ha dictado y publicado sentencia contra la sobreexplotación del Acuífero Aguas y el expolio de tierras y recursos hídricos en el Río Aguas (Almería). No es una sentencia vinculante pero sí ayuda a que los temas que allí se tratan lleguen el Parlamento Europeo.
En el transcurso de dos días, 53 personas de 19 países, hablando más de 7 idiomas, presentaron casos sobre violaciones cometidas contra los derechos de la Naturaleza en Europa. De los siete casos tratados, el expolio del Acuífero Aguas fue el único caso español denunciado ante e Tribunal. El juez Cormac Cullinan, famoso abogado ambientalista, fue el encargado de supervisar dicho caso y comunicar el fallo del Tribunal.
El Tribunal consideró “que de persistir la extracción de aguas subterráneas más rápido de lo que puede reponerse y privar a las comunidades autóctonas del recurso de agua que las nutren, se violan los derechos de los sistemas ecológicos de Almería y viola los Derechos Humanos de los habitantes locales, incluidos los derechos de las generaciones futuras”.
El Tribunal también determinó que la administración responsable de la gestión del agua, las explotaciones superintensivas de olivar, las personas involucradas en la autorización de la sobreexplotación de los recursos, “no han cumplido con sus obligaciones en virtud de la Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza y garantizar que la búsqueda del bienestar humano contribuya al bienestar del Planeta, ahora y en el futuro, y deben tomar medidas inmediatas para detener la extracción de aguas subterráneas y permitir que los ecosistemas se recuperen.”
La Plataforma en Defensa del Acuífero del Río de Aguas y Acuíferos Vivos celebra la resolución del Tribunal y espera que la Junta de Andalucía y el Gobierno español tomen medidas urgentes para frenar y revertir el Ecocidio, porque, como queda reflejado en la sentencia, “el agua no tiene precio: las sociedades que sacrifican las fuentes de agua por dinero pagarán un precio terrible.”