El pasado 12 de febrero, la Consejería de Salud del Gobierno andaluz puso en marcha un plan para reducir las abultadas listas de espera con un presupuesto total de 238 millones de euros, de los que el 42,4% -119,9 millones- iría destinado a derivar pacientes a clínicas privadas.
Casi seis meses después, todavía no se han activado esos contratos negociados sin publicidad -a dedo- con la privada, pero la Junta ya presume de haber reducido un 20,93% la lista de pacientes que ha rebasado el plazo legal para operarse, de los 53.014 el pasado diciembre a los 41.920 de junio, esto es, 11.094 menos.
La reducción de la lista general para una cirugía es mucho menor, de apenas un 3% cuando el objetivo del plan es bajar un 18% a final de año. Pero la consejera de Salud, Catalina García, ha puesto el acento sobre el primer grupo de pacientes, porque la Junta está incumpliendo la ley con ellos al sobrepasar los plazos de garantía para operarse. El dato fijo de junio supone “un tercio” del objetivo fijado en el plan, que se marcaba recortar esta lista un 60% a finales del próximo diciembre.
García ha presentado estos datos con cierto triunfalismo pero, a la vez, ha desglosado un mensaje de alarma por el “déficit brutal” de médicos en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a las puertas del verano. Su departamento estaba negociando en ese momento con los sindicatos mayoritarios del gremio, que la acusan de “improvisación” y “falta de recursos” para encarar las previsibles bajas de facultativos que se están registrando ya por las vacaciones de julio, agosto y septiembre.
“No tenemos ninguna varita mágica”
“No es el problema de todos los veranos. Hay un déficit brutal de médicos y no somos capaces de cubrir ese déficit, no tenemos ninguna varita mágica, pero confiamos en la voluntariedad de los profesionales para cubrir esos huecos”, ha subrayado la consejera, tras asegurar que el “déficit endémico” se agrava en “áreas tan comprometidas como Anestesiología, Radiodiagnóstico o Psiquiatría”.
García se refiere a las dos soluciones coyunturales que la Junta ha puesto sobre la mesa en las últimas horas para “salvar” la falta de plantilla en verano. Por un lado, reclutar a los médicos residentes (MIR) que aún no han terminado su formación para que adelanten su incorporación a un centro de salud en julio o agosto (no terminarán su especialidad hasta septiembre). Por otro lado, cubrir las vacantes de atención primaria con médicos de otras especialidades. En ambos casos, a golpe de incentivos salariales (en el caso de los médicos especialistas el plus por día rebasa los 500 euros).
De momento la Consejería de Salud desconoce cómo va a responder esa “voluntariedad de los profesionales”. El colectivo de MIR que aún no ha terminado su formación -unos 1.300 según datos del SAS- ha respondido con “escepticismo”. “Nos falta información, no sabemos qué vamos a firmar”, explicaba hace unos días a este periódico un portavoz de una veintena de residentes de Granada en un manifiesto.
Salud necesita que se sumen a esta propuesta 600 sanitarios -300 de atención primaria y 300 de hospitales-, pero a 24 horas de cerrar el plazo de la convocatoria no habían llegado a ese tope. “Hoy se ha abierto una nueva convocatoria para que se apunten más MIR”, ha admitido García este martes. El SAS ha retrasado la toma de posesión del concurso de traslados de medicina de familia hasta septiembre para favorecer la planificación de los centros durante el plan de verano y evitar plazas descubiertas en los meses estivales.
En el caso de los médicos especialistas, será cada plataforma provincial la que registre la solicitud de aquellos que accedan a cubrir los huecos de sus compañeros de atención primaria con horas extras.
De modo que el Ejecutivo andaluz encara el verano con esta doble realidad, por un lado, hace gala de haber operado a 215.865 andaluces entre enero y junio -un 8% más que en el mismo periodo del año anterior (16.126 personas más)-; por otro, muestra claros síntomas de preocupación por la falta de personal para hacer frente a la sobredemanda asistencial del verano, algo que los sindicatos le han afeado a García en las últimas semanas, incluso con la primera huelga parcial de la legislatura, que tuvo un seguimiento relativo.
139 días de demora media
Otro de los pasos adelante que ha dado la Consejería de Salud es el manejo de la información. Tras año y medio sin actualizar la lista de espera de pacientes pendientes de operarse, la Junta se comprometió hace dos meses a publicar sus cifras cada mes, contando los avances de su último plan de choque hasta diciembre.
El número de pacientes que esperan dentro de los plazos garantizados ha descendido, de los 142.507 en diciembre de 2023 a los 138.298 actuales. Esto es, 4.209 menos, que supone un 2,95% menos. Igualmente, se ha reducido la demora media dentro de los procedimientos garantizados, pasando de los 150 días en diciembre, a los 139 de hoy (7,3% menos).
En el periodo de enero a junio de 2024, se ha operado a 215.865 andaluces, un 8% más que el mismo periodo del año pasado, que se traduce en 16.126 personas más.
En la comparativa de enero a mayo de los años 2018 y 2024, el aumento de cirugías realizadas ha sido del 17%: de las 178.092 hace seis años a las 204.147 en 2024. En cuanto a consultas externas, el incremento ha sido del 20,4%, de las 5.694.209 realizadas en 2018 a las 6.856.708 en 2024. En relación con las pruebas diagnósticas, el aumento ha sido del 5,4%, de las 4.884.613 pruebas hechas en 2018 en ese periodo a las 5.148.312 en las mismas fechas de 2024.
En relación con las cifras globales de listas de espera quirúrgica, a fecha de 28 de junio de 2024 había un total de 215.275 andaluces en lista de espera quirúrgica. Estos son, casi 1.500 menos que en diciembre de 2023. Un 0,7% menos. Además, se reduce la demora media en 6 días, de los 179 en diciembre a los 173 actuales, y 35 días respecto al corte de diciembre de 2018.
De momento, el plan de reducción de las listas de espera funciona a golpe de esfuerzo en la sanidad pública -a través de horas extra y trabajo por las tardes-, porque los contratos con la privada empezarán a funcionar escalonadamente por provincias a lo largo de julio y agosto. La adjudicación se ha hecho ya en cuatro provincias por un montante de 183 millones de euros para derivar unas 3.000 operaciones quirúrgicas. Entretanto, la actividad extraordinaria en la pública ha crecido casi un 260% respecto al mismo periodo de 2023, según Salud. A través de las horas extra, se han operado a 13.242 personas más.
Consultas externas
En cuanto a las consultas externas, en diciembre de 2023 había 873.266 andaluces esperando para una cita con el especialista, en comparación con los 848.787 en junio de 2024. Se trata de una disminución de casi 24.500 personas, que significa un 3% menos. También se reducen los pacientes con una demora mayor de 60 días: de los 486.562 en diciembre a los 438.589 hoy. Esto es, cerca de 48.000 personas menos, lo que supone una reducción del 10%. Los días de demora media también disminuyen, de 143 días en diciembre a 135 actualmente, un total de 8 días menos, y 41 días menos respecto a diciembre de 2018.
La Consejería de Salud y Consumo ha subrayado que esa mejora de las listas de espera se produce, además, en un contexto nacional de déficit endémico de facultativos, sobre todo en áreas tan comprometidas como Anestesiología, Radiodiagnóstico o Psiquiatría. En este sentido, ha vuelto a apelar al sentido común y ha instado al Ministerio de Sanidad a trabajar junto con las comunidades autónomas en un Pacto Nacional por la Sanidad donde se sienten las bases del futuro modelo sanitario hacia el que va encaminado la sociedad, en el que tendrá un peso fundamental la prevención, la promoción de la salud y la atención a la cronicidad.