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Andalucía compensa con becas de 1500 euros a los alumnos de bachillerato y FP que sólo aprueben

En plena polémica por la propuesta del ministro de Educación, José Ignacio Wert, con la subida de las notas exigidas para obtener becas, la Junta de Andalucía presentará durante el Debate de Estado de la Comunidad un plan de medidas correctoras para los estudiantes de bachillerato y formación profesional (FP) que palie las limitaciones que baraja Madrid. Entre esas medidas, la Junta adelantó ayer martes que todos los alumnos de bachiller, ciclos formativos y enseñanzas de régimen especial que no consigan una beca por no alcanzar los requisitos académicos fijados por el Ministerio y que hayan aprobado, tendrán una beca equivalente a la beca compensatoria fijada por el Gobierno en 1.500 euros.

Esta y el resto del paquete de medidas, también extensible para la educación secundaria obligatoria (ESO), será presentado en el Parlamento de Andalucía por el propio presidente, José Antonio Griñán, quien rendirá cuentas sobre el primer año de la legislatura del PSOE e IUParlamento de Andalucía en un debate que se desarrollará este miércoles y jueves. Por primera vez se enfrentará a Juan Ignacio Zoido como portavoz de la oposición, ya que el anterior tenía de frente al entonces líder del PP Javier Arenas.

La educación será pues uno de los cuatro ejes sobre los que pivotará el debate, además de la sanidad, la transparencia en la gestión pública, y lógicamente, el empleo (Andalucía padece alrededor de un 36% de paro). Todo con la idea de vender una gestión que pretende demostrar que hay otra forma de salir de la crisis frente a la austeridad a ultranza -“austericidio” le gusta llamarlo a IU- que predica el Partido Popular.

El PSOE hilará fino para demostrar el resultado de su alianza con IU con las medidas “pioneras y progresistas” de estos primeros 14 meses de mandato donde algunas de las más sonadas tienen el sello de la coalición de izquierdas. Es el caso del decreto de la función social de la vivienda, las medidas de lucha contra la exclusión social y su plan de garantía y solidaridad económica. Precisamente, medidas como esta última -sobre la que el PP ironizó comparando a Andalucía con Etiopía- se ven ahora reforzadas por anuncios como el plan para atender a la infancia en riesgo de malnutrición que ha prometido el Gobierno de la Nación.

En cualquier caso, no parece que vaya a ser un discurso complaciente el del presidente, cuando los datos del paro siguen azotando –pese a que el primer semestre del año han bajado en 2.336 personas en Andalucía, frente a los 44.541 desempleados más en el conjunto de España- y porque a la espera de presentar los presupuestos autonómicos para el próximo año, nuevos sacrificios parecen inevitables.

El desarrollo del Pacto de Andalucía con la presentación y/o firma de nueve sectoriales hasta el momento será argumento también para defender otra forma de hacer política “siempre desde el diálogo” y “para recuperar la confianza de la ciudadanía y transmitir credibilidad sobre las potencialidades de nuestra comunidad autónoma”, según recoge el documento para el debate aprobado por el Consejo de Gobierno.

Al PP, por su parte, le toca exigir más contención en el gasto, defender las políticas de su partido en España y en otros territorios, y criticar la ruptura del consenso que ha llevado a los representantes populares a dejar la mesa de negociación del pacto por Andalucía.

El miércoles será día de balance y contra balance, mientras que el jueves se dedicará mayoritariamente a tomar alguna decisión, con la votación de las resoluciones. Pero no es difícil asegurar que durante estas dos jornadas, en las que Andalucía mide su temperatura, sin duda van a salir a colación los ya habituales reproches en la cámara autonómica por el caso de los ERE irregulares que ha salpicado la gestión del PSOE, los sobresueldos del PP o el discurso de que los socialistas tienen las manos atadas en el Gobierno por la ambición de IU.