El Gobierno de Andalucía va a mantener la prohibición de movilidad entre provincias y el cierre perimetral de la comunidad tres semanas más, hasta el próximo 9 de mayo, cuando expira el estado de alarma. Hace más de tres meses que los andaluces no pueden salir de la provincia donde viven -salvo por razones laborales o de salud- ni visitar a sus familiares en otras provincias ni trasladarse a sus segundas residencias en la playa.
La semana que viene se cumplen otros 14 días desde la última vez que la Junta prorrogó esta restricción a la movilidad -que tiene de plazo hasta el 23 de abril-, y estaba previsto que el comité regional de alerta sanitaria revisara si es posible levantar el veto. Pero no lo va a hacer. Fuentes próximas al presidente de la Junta confirman a este periódico que el plan es aguantar ya hasta el 9 de mayo, cuando expira el estado de alarma que ha durado seis meses. Andalucía registra hoy una tasa de contagios superior a 225 y se aproxima lentamente al nivel de “riesgo extremo” -250 casos por cada 100.000 habitantes- que obligará a endurecer las restricciones, por ejemplo el límite de los aforos permitidos para reuniones sociales.
Además, el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla fue de los primeros líderes autonómicos en plantear una prórroga del estado de alarma, “al menos un mes más” porque, dice, es la única herramienta legal con garantías que tienen las comunidades para adoptar las medidas más duras de restricción de movilidad ciudadana: toque de queda, confinamientos domiciliarios, cierres perimetrales y límite a las reuniones sociales. La prórroga del estado de alarma es una propuesta que esgrime Moreno y otros líderes regionales, como el de Murcia, Galicia (PP) o Euskadi (PNV), aunque la dirección nacional del PP no ha garantizado que vaya a apoyar dicha prórroga en el Congreso (el estado de alarma actual no lo apoyó).
“No tiene sentido levantar los cierres perimetrales ahora”, explican fuentes cercanas a Moreno Bonilla, a tres semanas de la fecha tope para que expire el estado de alarma. Cuando eso ocurra, la movilidad entre provincias se activará de inmediato, sin necesidad de que la Junta lo autorice. Andalucía era la única comunidad que mantenía esta restricción en su región, aunque esta misma semana otras regiones han empezado a aplicar la misma medida para frenar el avance de los contagios, que apuntan ya a una cuarta ola. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha emplazado a la reunión del comité regional de la semana que viene, pero también enfría las expectativas: “Algunas áreas sanitarias estarán en rojo intenso y eso supone cambiar el nivel de alertas y medidas como cierres de municipios y limitaciones de aforo”, ha explicado.
La situación epidemiológica de Andalucía también obliga a mantener el toque de queda, actualmente entre las 23 horas y las seis de la mañana, y el límite de las reuniones sociales a seis personas en exteriores y cuatro en interiores. La Junta, en cambio, no prevé aún recortar el horario de apertura de los comercios y la hostelería, que hace un mes se amplió hasta las 22.30 horas de la noche. Moreno Bonilla asegura que la clave del avance de los contagios es la movilidad, de hecho, este mismo jueves ha advertido al Gobierno central de que sin estado de alarma, no podrá “impedir que un municipio celebre una feria o una romería, o una botellona”, en caso de que haya un rebrote de contagios. “Estamos desnudos”, ha subrayado.
La Junta de Andalucía cree que sin estado de alarma y sin una ley básica que otorgue más competencias a las comunidades, éstas tendrán que gestionar el avance de la cuarta ola apoyándose en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía cada vez que quiera prohibir un evento o confinar un municipio con alta incidencia de contagios. Así se hizo tras el fin del estado de alarma después de la primera ola, el pasado verano, y no hubo tropiezos en los tribunales de relevancia. Sin embargo, la situación provocó contradicciones en todo el país, porque lo que los jueces autorizaban en una región lo rechazaban en otra.
El proceso de vacunación en Andalucía avanza a buen ritmo, aunque la Junta no deja de reclamar más dosis al Gobierno central y a la UE. El hecho de que la población de más edad esté ya vacunada o próxima a hacerlo -casi el 100% de los mayores de 80 años se ha puesto al menos una dosis- ha cambiado la fisonomía del paciente con coronavirus. En las UCI entran contagiados más jóvenes, con 40 o 50 años, que tienen más resistencia previa a los síntomas del virus, pero que luego permanecen más tiempo ingresados y con más riesgos por las dificultades respiratorias.
Andalucía registra este jueves 15 de abril un total de 1.899 casos de coronavirus, inferior a los 2.590 positivos de hace siete días, según datos consultados en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que contabiliza 14 fallecidos, también inferiores a los 17 de hace una semana.
La tasa de incidencia acumulada de la comunidad autónoma vuelve a ascender después de la bajada de 2,3 puntos en la víspera tras 13 días de subida encadenada. En concreto, este jueves se sitúa en 225,3 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, 2,3 puntos superior a la tasa del miércoles y 44,7 puntos por encima de la tasa de 180,6 del jueves pasado.