Figura entre los 10 más votados en las primarias para Vistalegre II, sale en las fotografías del cónclave con los más cercanos a Pablo Iglesias y hay quinielas que apuestan por él en la nueva dirección que se propondrá en el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) del que es uno de los 62 integrantes. El diputado por Jaén Diego Cañamero vive un momento dulce entre la cúpula de Podemos en paralelo a su progresivo distanciamiento de la que fuera su valedora: la coordinadora general en Andalucía, Teresa Rodríguez.
En este sentido, el paso por Vistalegre 2 le ha permitido disfrutar del respaldo popular: está entre los hombres más mediáticos del secretario general que lograron vencer a la lista cremallera consiguiendo más votos que sus compañeras. En este sentido, junto a Pablo Echenique, Julio Rodríguez, Rafael Mayoral y Alberto Rodríguez mejoró su posición original en lista respecto a las votaciones finales porque iba el número 15 en la candidatura de Pablo Iglesias.
Todo esto sólo lo puede enturbiar el procedimiento que el Tribunal Supremo (TS) ha iniciado contra él por un piquete en una huelga en La Rinconada (Sevilla) en 2011, pero de momento saborea este éxito en la política interna de Podemos e insiste en declarar su insumisión a la justicia. Es cierto que hasta ahora ha logrado salir airoso de sus causas en los tribunales -la condena que tuvo en 2013 la dejó en una multa el TS- y también que este tipo de procesos pueden contar como galones en la formación, pero no dejan de preocupar en su entorno las consecuencias que el nuevo procedimiento pueda tener.
Esta situación le ha llegado después de un divorcio político con Teresa Rodríguez del que los dos evitan hablar. Todo comenzó a cuenta de la elaboración de la candidatura de Teresa Rodríguez para las primarias en Andalucía el pasado mes de noviembre y que la líder bautizó como Por una marea andaluza. El histórico dirigente del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) no entró en la lista de Teresa Rodríguez, pese a que ésta sostiene que se lo propuso porque lo quería en el Consejo Ciudadano Andaluz (CCA). Tampoco hubo acuerdo para incluir a ninguno de los nombres de su núcleo duro que Diego Cañamero propuso para la lista.
El entonces secretario de Organización de Podemos y mano derecha de Teresa Rodríguez, Jesús Rodríguez, le llegó a ofrecer a Diego Cañamero que la diputada del Parlamento de Andalucía, y otra histórica del SAT, Mari García Baena, tuviera un puesto en la futura ejecutiva como gesto para conseguir que el veterano de la lucha jornalera hiciera campaña con Por una marea andaluza.
Pero no hubo acuerdo y Teresa Rodríguez y los suyos decidieron jugársela sin tener el respaldo de Diego Cañamero para la candidatura pese a los riesgos que eso podría conllevar para decantar definitivamente la balanza de las primarias por el hueco que el diputado tiene en las bases de Podemos, como se ha visto en Vistalegre 2.
Diego Cañamero, que precisamente había liderado la candidatura para las elecciones generales del 26 de junio por Jaén en sustitución del condenado Andrés Bódalo e igualmente a propuesta de Teresa Rodríguez, en la única concesión que le hicieron en los números 1 de las ocho provincias desde la dirección federal, se molestó mucho. Lo escenificó con su propio manifiesto para las primarias, Andalucía digna, que finalmente no acompañó de ninguna lista, para alivio del equipo de Teresa Rodríguez, como reconocen en su entorno.
El escrito, como otros de aquel proceso, tenía sus dardos para Teresa Rodríguez. Diego Cañamero no ocultaba su preocupación por la falta de pluralismo en la formación. “Hay que patearse Andalucía y para eso necesitamos paz interna y eso sólo se puede hacer con respeto a la pluralidad y una gran dosis de altura de miras de las que ahora mismo se carece”, rezaba.
Diego Cañamero lo definió como un “espacio para la reflexión” en el que inicialmente contó con el apoyo de dos diputadas del Parlamento de Andalucía: Libertad Benítez y la propia Mari García. Paradójicamente éstas sí habían firmado también el documento de la candidatura de Teresa Rodríguez, porque no lo veían incompatible. Y esta última, como integrante del SAT, fue castigada por ello.
De la frustración al enfrentamiento
De este modo, la situación no sólo se enconó con Teresa Rodríguez, quien finalmente se impuso con holgura en las primarias, sino con la propia Mari García, e incluso su hija, Rocío Van der Heiden García, esta última secretaria de Municipalismo en la nueva ejecutiva. Mari García Baena, quien finalmente no fue en la lista de Por una marea andaluza pero sí logró entrar en el equipo resultante de las primarias con la vocalía de Agricultura y Pesca, había visto cómo Diego Cañamero maniobró en el círculo al que pertenecen ambos, el de El Coronil (Sevilla), para cortarle el paso por mantener su fidelidad a Teresa Rodríguez.
En dicho círculo, Diego Cañamero forzó una resolución por la que se expulsaría del mismo a cualquier que integrara una candidatura en las primarias en Andalucía. Diego Cañamero hizo esto justo después de ver que él y sus propuestas se quedarían fuera de la lista de Teresa Rodríguez. “Pero eso no va a ningún lado. Nadie puede echarte de un círculo por eso, pero es verdad que consiguió que se aprobara”, se lamenta Mari García. Ésta reconoce que sus relaciones con un sector del SAT, el más cercano Diego Cañamero, son complicadas: “Yo me he limitado a expresar mis posiciones en Podemos y no creo que una participación política deba influir en la militancia en el sindicato”.
Por su parte, Diego Cañamero niega que exista tal enfrentamiento en el sindicato, y escuetamente responde: “En el SAT hay gente de todos los partidos -PCE, PSOE, Jaleo, CUT, Podemos, IU...- y cada uno en política elige dónde quiere estar. Pero el SAT es independiente y nunca hubo división por estos temas”.