La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha pasado de despedir a 8.000 sanitarios en noviembre a recurrir a médicos jubilados y a aumentar la jornada laboral a los enfermeros para reforzar su plantilla solo dos meses después. Esa es la decisión que se ha tomado tras quedar en evidencia que la estrategia de prescindir de aquellos profesionales no fue la más acertada, tal y como recuerdan los sindicatos. Con la presión asistencial por las nubes, sobre todo en la Atención Primaria debido a la sexta ola de la Covid-19, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ve obligado a recurrir a esta estrategia de contratos para paliar la falta de personal que padece.
En concreto, Salud ha abierto dos convocatorias para aumentar la plantilla de los centros de toda Andalucía. La primera afecta a los médicos que ya se hayan jubilado y que sean menores de 70 años. Estos podrán reincorporarse a su especialidad para trabajar como refuerzos mientras siguen percibiendo su pensión al estar retirados. El único requisito que deben cumplir para volver a su puesto es que vuelvan al mismo centro en el que causaron baja y que no sean mayores de 70 años, ya que el Estatuto Marco que regula este aspecto impide que los profesionales sanitarios puedan trabajar más allá de esa edad. Además, junto con su inscripción, deberá constar también un informe que acredite que la persona está en plenas capacidades para poder ejercer la función para la que sea destinado.
Por otro lado, el SAS también ha abierto otra convocatoria que afecta a los enfermeros. Salud reconoce en el mismo documento que la medida se adopta por no haber personal para contratar de Enfermería en la bolsa de candidatos que acepten las ofertas que se les hacen. “Mientras continúe la pandemia, y una vez acreditado que no existen personas candidatas en la categoría de enfermeras, que acepten ofertas a través de los procedimientos establecidos en el Pacto de Bolsa Única del SAS”, reza la convocatoria. A grandes rasgos, se ofrecen dos modalidades de contrato: una para hacer turnos por la tarde con un máximo de 4 días a la semana y otra para hacer una jornada laboral continuada a través de guardias. Contratos enfocados para reforzar con médicos y enfermeros todo el sistema sanitario y no solo la Atención Primaria. Al respecto, cabe recordar que el SAS mantuvo la mayoría de contrataciones en los centros de salud y amplió un 20% las plantillas, aunque ahora ha vuelto a quedar de manifiesto que no fue suficiente.
Contratos por falta de personal
En ambos casos, el SAS insiste en que se contará con este personal en ampliación de horarios de forma “voluntaria” y siempre y cuando no haya posibilidad de cubrir los puestos que saquen a contrato los diferentes centros. Una posibilidad más que real porque de los 8.000 sanitarios a los que despidió Salud en noviembre, 3.000 pertenecían a Enfermería y centenares de ellos se han marchado a otras comunidades autónomas o han pasado a trabajar en la sanidad privada. Como recuerdan desde el sindicato de Enfermería SATSE, la precariedad de los contratos que se ofrecen llegando a ser incluso de días, hace que muchos de estos profesionales se decanten por relaciones contractuales más estables y que les permitan una mejor conciliación personal y laboral. Además, dado que los enfermeros están asumiendo tareas de todo tipo en esta pandemia (desde hacer una PCR a vacunar o hacer cribado en la Atención Primaria), el exceso de trabajo que tienen no les compensa por los contratos que se les ofrece.
Fuentes del SAS explican que esta decisión se ha adoptado como forma de “recuperar una de las medidas que ya se activaron en momentos anteriores de la pandemia para complementar las necesidades de contratación”. Por otra parte, desligan estos refuerzos de la explosión de contagios de la sexta ola de la Covid-19 al argumentar que estas incorporaciones son “voluntarias” y “puntuales” y que están enfocadas sobre todo a la campaña de vacunación en el caso de los profesionales de Enfermería. Argumentos que no convencen ni en el Sindicato Médico ni en el de Enfermería. En ambos casos, descalifican la medida de la Consejería de Salud porque consideran que no se adapta a lo que realmente necesita la sanidad pública de Andalucía.
“Una medida estética”
Francisco Cantalejo del Sindicato Médico considera que este plan del SAS es “una medida estética y de cara a la galería”. Que de poco sirve cuando además hay datos recientes que explican que solo el 1% de los médicos alarga su jubilación más allá de los 65, por lo que no parece que muchos de ellos vayan a tener la intención de volver a sus puestos una vez retirados. “Vemos mucho más razonable que hagan contratos atractivos para que el personal se quede. Que hagan plantillas lo suficientemente dimensionadas para que no volvamos en estas circunstancias. Además, ¿qué pasa con la pandemia de las listas de espera? Nos preocupa tanto o más que la que vivimos con la Covid-19”.
Por su parte, José Sánchez, portavoz del sindicato de Enfermería SATSE considera que la propuesta del SAS “no tiene justificación”. “Si no hubieran despedido a 3.000 enfermeros hace poco no tendrían que recurrir a los jubilados que se ha merecido su descanso. Ya dijimos que no era el momento de dejar a profesionales de Enfermería en el paro para que otras comunidades lo recogieran”. Recuerda que esta resolución es “un calco de la anterior” que se tomó en los primeros meses de la pandemia de la Covid-19. “La verdad es que no se produjo ninguna disfunción en los centros porque las incorporaciones fueron mínimas”, por lo que, como el Sindicato Médico, creen que va a tener poco recorrido.
Todos los sindicatos coinciden en que los despidos de noviembre son la gran losa de la Consejería de Salud a la hora de buscar ahora profesionales que completen plazas que están sin cubrir por vacaciones o por bajas o para reforzar la atención desbordada por los casos de Covid-19. De hecho, hacen tan solo unos días el SAS argumentaba que había contratado a un millar de enfermeros para reforzar los centros de salud en un momento en el que los ciudadanos están necesitándolos. La realidad es que siguen sin ser trabajadores suficientes y que las colas para acudir a un ambulatorio se pueden ver en casi todos los rincones de Andalucía. De ahí que sindicatos como UGT o CSIF rechacen la actitud que adopta el SAS al ofrecer estos contratos al verse sin margen de maniobra.
Antonio Macías, portavoz de UGT, considera que es un “invento” del consejero de Salud, Jesús Aguirre, porque “primero despide a miles de profesionales, y, ahora, con fecha 28 de diciembre (¿inocentada?) saca estas dos resoluciones para repescar a jubilados y llevar enfermeros de hospital a Atención Primaria”. Dice que es una “pena” que el SAS adopte esta medida cuando hay “miles de trabajadores andaluces en otros servicios de salud”. Por su parte, Victorino Girela de CSIF adopta la misma línea y dice que es “lamentable” que ahora se tome esta decisión. “Es un nuevo atropello a los trabajadores y sus derechos, con una imposición de modificación de condiciones laborales sin la obligatoria negociación en la mesa sectorial. Cuando hace un mes dijimos que en la sanidad en Andalucía no sobra nadie, no quisieron escuchar lo que era evidente, la falta de personal en las plantillas del SAS y la necesidad de su refuerzo al margen de los picos de contagios del Covid”. Desde CSIF creen que la Junta de Andalucía ha actuado de manera “irresponsable”.