El Consejo de Gobierno ha aprobado este martes la renovación del Consejo Consultivo de Andalucía, con cambios en más de la mitad de sus miembros y sin esperar a consensuarlos con los demás grupos como ha sido tradición hasta la fecha. Se trata de la primera renovación desde que Susana Díaz es presidenta de la Junta de Andalucía y deja fuera a la oposición ya que salen los dos consejeros que habían sido nombrados a propuesta del PP.
Las novedades en el consejo permanente son la exconsejera y senadora del PSOE Mar Moreno; Ángel Rodríguez Vergara, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga y doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid; María Jesús Gallardo, catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de Jaén; y Juan Moreli Hernandez, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Huelva.
Siguen, “por no haber agotado mandato”, Rafael Escuredo, expresidente de la Junta de Andalucía y abogado, y Begoña Álvarez, funcionaria de carrera de la Diputación de Granada y exdelegada provincial de Justicia. Igual que el presidente, Juan Cano Bueso, y la secretaria general, María Angustias Linares.
Sin embargo, salen los dos consejeros que propuso el PP: Francisco Gutiérrez, quien no había completado mandato como el caso de Begoña Álvarez, y José Antonio Sánchez Galiana, quien por el contrario había anunciado su interés en volver a su profesión. El asunto ni siquiera estaba en el orden del día que se difunde unas 24 horas antes de la reunión del Consejo de Gobierno.
El PP no ha tardado en reaccionar. Su portavoz parlamentaria, Carmen Crespo, cree que es una “represalia” por la petición de su partido de que Susana Díaz declare como testigo en el juicio del caso ERE, y una muestra de “debilidad” de la presidenta de la Junta de Andalucía. “Es un acto propio del absolutismo, una conducta propia del peronismo”, ha censurado la diputada.
“No nos ha sorprendido porque es una práctica habitual. No se renuevan la RTVA ni el CAA y en esto que, puede hacerlo por sí misma, la Junta de Andalucía lo hace quebrando una costumbre”, ha comentado por su parte Esperanza Gómez, diputada de Podemos, para quien esto es “chapucero”.
De su lado, Antonio Maíllo (IU) ha criticado el “sectarismo” de Susana Díaz con esta decisión. “La ausencia de diálogo tiene mucho que ver con una especie de reconversión del Consejo Consultivo de Andalucía en un órgano en el que hay menos contrapeso y menos independencia”, ha aseverado el líder de IU.
El portavoz del Gobierno de Andalucía, Juan Carlos Blanco, ha dicho que se trata de “una composición que responde a los criterios que se exige para un órgano de esta trascendencia”, y ha recordado que la competencia para su nombramiento es “exclusiva” del Consejo de Gobierno y “se ha ejecutado”.
Tras rechazar que tengan algo que ver los dictámenes recientes en los que el consejo ha sido muy crítico con los proyectos de ley de la Junta de Andalucía, ha recalcado: “No voy a entrar a valorar lo que se ha podido hacer desde los años 90 porque lo fundamental es el cumplimiento de la ley”. Ha manifestado desconocer si por lo menos se ha consultado con C's, socios de investidura de Susana Díaz.
Cabe recordar que la comisión permanente de este órgano independiente la forman una presidencia, una secretaría general y cinco consejeros electivos con dedicación exclusiva y que cobran más de 65.000 euros por año. La última gran renovación la presidió José Antonio Griñán.