ASCAV prevé “efectos devastadores” sobre los canarios con la ley de vivienda vacacional
La Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (ASCAV) ha advertido este viernes de los “efectos devastadores sobre la totalidad de la sociedad canaria” que tendrá la aplicación de la ley que regulará el sector.
En un comunicado, la presidenta de ASCAV, Doris Borrego, augura que una vez entre en vigor esta ley, “viajará quien pueda pagarlo y, sin duda, no será gran parte de la sociedad canaria”, aparte de que la economía que genera la vivienda vacacional, que asciende a más de 1.700 millones de euros, “se verá resentida”.
“Miles de familias canarias cuyo único ingreso procede de la actividad de vivienda vacacional se verán abocadas a la venta de sus viviendas a extranjeros y miles de puestos de trabajo directos e indirectos se perderán”, pronostica Borrego.
Y añade que, “en ningún caso, se resolverá el problema de la falta o el encarecimiento de la vivienda residencial en las islas”, lo cual justifica en una encuesta interna realizada a los más de 1.800 socios de ASCAV en la que “ni el 10% de los propietarios están dispuestos a ofrecer el alquiler residencial por la falta de seguridad jurídica”.
En el comunicado, la presidenta de ASCAV se queja de que la consejera de Turismo, Jessica de León, anunciara ayer jueves que el proyecto de ley de vivienda vacacional llega al Parlamento de Canarias tras introducir varias modificaciones para salvar los reparos del Consultivo y atender las peticiones de la FECAM.
“Lamentablemente, no tuvo en cuenta que el 67% de las más de 5.000 alegaciones presentadas eran contrarias a la nueva Ley”, subraya Borrego, quien intuye connivencia de la Consejería con la patronal hotelera de Santa Cruz de Tenerife para “fulminar” la oferta vacacional.
Abunda en que “darle la espalda” a esta asociación significa “ignorar a miles de familias canarias que se dedican al alquiler vacacional, así como a muchas empresas locales nacidas al calor de la actividad y también significa tumbar la democratización del turismo”.
“Ceder ante la patronal hotelera y el clamor de 'menos oferta y más precio' no es otra cosa que expulsar de una actividad a la sociedad, bien porque elimina gran parte de las viviendas vacacionales para que puedan subir los precios”, concluye.
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