El Ayuntamiento de Málaga decidió en 2013 suprimir la asignación que hasta ese año destinaba obligatoriamente a la renovación y la mejora del material con el que cuenta el servicio de prevención y extinción de incendios. Desde entonces el Consistorio dedica a gastos generales las cantidades que recibe cada año de las aseguradoras, hasta 2013 destinadas a reforzar el servicio de bomberos.
La Unión Española de Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) representa a la práctica totalidad de las aseguradoras españolas. Entre sus funciones está la de negociar y suscribir, a través de una gestora, los convenios para pagar a las administraciones un porcentaje de los ingresos que obtienen por el cobro de las primas de seguro de incendios o multirriesgo. Este pago es obligatorio y en Málaga asciende al 5% de lo recaudado, en torno a 1,5 millones de euros cada año.
En 2013, UNESPA pasó de aportar esos fondos como “contribución especial” (vinculada a un uso específico, en este caso inversiones en material de extinción o prevención) a hacerlo como tasa en sustitución de los obligados principales al pago, que son los ciudadanos que han recibido el servicio. Para ello modificó la ordenanza fiscal número 17, relativa a las tasas por el servicio de extinción de incendios, salvamento, prevención y emergencias.
Muchos ayuntamientos establecen esta tasa, aunque rara vez exigen su cobro al particular. En este caso, el Ayuntamiento de Málaga exige el pago a UNESPA y puede así disponer libremente de un dinero que antes debía gastar en el servicio de bomberos.
En una respuesta en la comisión de seguridad del 22 de mayo de 2014, Juan Fernando Gómez Velasco, coordinador del área de seguridad, informó de que la contribución de UNESPA en Málaga había dejado de ser finalista. En realidad, esto había ocurrido más de un año antes: el 9 de abril de 2013, UNESPA y el Ayuntamiento habían suscrito el nuevo convenio para la liquidación y gestión de la tasa (registrado el 19 de junio), con efectos desde el 1 de enero de ese año.
Un coche para uso del alcalde con fondos UNESPA
El Ayuntamiento hizo uso de la libre disponibilidad de ese dinero incluso antes de suscribir el convenio: el 18 de marzo de 2013 anunció que había adquirido un Toyota Prius para uso del alcaldehabía adquirido un Toyota Prius para uso del alcalde con dinero procedente del convenio con UNESPA, gracias a las “bajas de adjudicación de lotes de vehículos sacados a concurso”. El 18 de marzo, sin embargo, no había sido suscrito el convenio que cambiaba la naturaleza del ingreso (a partir de entonces, tasa no finalista), ni mucho menos lo había registrado.
El ingreso de UNESPA ha sido históricamente un ingreso finalista, como indica el hecho de que los convenios se suscriban “para la contribución a los servicios de extinción de incendios”. Un portavoz de la entidad confirma que los ingresos tienen ese carácter: “Su finalidad es mejorar los servicios contra incendios mediante el equipamiento. No se puede dedicar a gastos recurrentes como, por ejemplo, el pago de nóminas”.
La cuestión del uso del cambio de uso de los fondos procedentes de UNESPA, que ha generado polémica en otros servicios municipales de bomberos (casos de Burgos o Almería), pasó desapercibida en Málaga. Los bomberos, en conflicto laboral con el ayuntamiento, denuncian ahora el mal estado de parte de su material, la falta de renovación del parque central o el estado de semirruina de la torre que les debe servir para las prácticas.
Para 2016, el Ayuntamiento de Málaga presupuestó 1.665.518,85 euros en concepto de tasa por extinción de incendios y salvamento, una cantidad que ahora se gasta según las prioridades del consistorio. Este medio intentó ayer obtener información del ayuntamiento sobre los motivos del cambio de naturaleza de la aportación de UNESPA, qué porcentaje de lo ingresado se dedica al servicio de bomberos, las cantidades ingresadas por este concepto en los últimos años y el fin al que se han destinado. Al cierre de esta edición no había obtenido respuesta.