Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Lobato determinará si el correo de la pareja de Ayuso escala hasta la Moncloa
Un mes después en la 'zona cero' de la DANA: drama de puertas para dentro
Opinión - ¡Nos comerán! Por Esther Palomera

Profundizar en la tecnología a través de la cultura china: la “experiencia inmersiva” de David Toro

0

David Toro estaba revisando las noticias que la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla (ETSI) publica en su página web cuando encontró la convocatoria para participar en un curso de verano en el Zhongfa Aviation Institute de la Beihang University en Hangzhou, China. “Me pareció interesante el programa que ofrecían, tanto los contenidos teóricos, como las actividades culturales y de ocio”, recuerda ahora este estudiante del máster en Ingeniería Industrial, que decidió inscribirse junto a una amiga para vivir la experiencia.

El programa incluía cursos sobre inteligencia artificial, automatización y cultura china, de modo que “lo que empezó como una oportunidad para profundizar en la tecnología, se convirtió en una experiencia mucho más completa que nos permitió aprender de la cultura, historia e industria del país”, explica David, quien califica el curso de verano como “una experiencia muy inmersiva”.

Antes incluso de volar en agosto a Hangzhou, la universidad china se puso en contacto con los alumnos que iban a participar en el curso de verano para resolver dudas y transmitirles “seguridad y confianza”. Tras 14 horas de vuelo desde Madrid, el grupo de estudiantes aterrizó en China y comenzó una aventura de 15 días por la cultura y la industria del país. Por las mañanas, recibían clases teóricas y conferencias impartidas por expertos prestigiosos (entre ellos, directivos de la agencia espacial china) y por la tarde disponían de tiempo libre para explorar la ciudad o para realizar actividades que la propia universidad china les había programado.

Un país “impresionante”

Durante el curso, “aprendimos sobre tecnología y automatización, explorando casos reales de software innovador que se está aplicando en múltiples sectores”, cuenta David, quien actualmente está inmerso en el segundo curso del máster. Pero, más allá de la parte técnica, este joven natural de Algeciras destaca como “uno de los puntos fuertes de esta experiencia” el poderse sumergir en la cultura, arquitectura e historia de China. “Lo que me permitió apreciar aún más la riqueza y diversidad de su herencia”, aprecia.

En ese sentido, David reconoce que le “impresionó mucho el país”, especialmente Shanghái, una ciudad “gigantesca” a unos 40 minutos en tren de Hangzhou y que, con casi 25 millones de habitantes y poblada de rascacielos, “desafía cualquier idea de lo que es una urbe”. En contraste a esa vasta expansión urbana y al ritmo frenético que se respiraba en la ciudad, a David le llamó la atención que China mantiene “parques naturales muy verdes y frondosos a pocos kilómetros de las ciudades”.

En cuanto a la parte más académica, destaca que el curso de verano les permitiera adentrarse “en la tecnología de vanguardia que desarrollan allí”. Por un lado, visitaron el Alibaba Cloud Center, una de las empresas de almacenamiento en la nube más grandes del mundo que gestiona AliExpress, así como el centro de embotellado autónomo de Wahaha, donde “solo trabajan dos personas en toda la fábrica”. Gracias a esa actividad, “vimos de cerca cómo las tecnologías que estudiamos en las aulas se aplican a gran escala, mejorando procesos industriales y servicios”.

Al hilo, David remarca que en China “invierten muchos recursos en tecnología” y tienen implantadas soluciones tecnológicas en su realidad cotidiana que en los países europeos todavía suenan a ciencia ficción. Por ejemplo, recuerda que los locales utilizan sistemas de reconocimiento facial para acceder al metro, a las habitaciones de la residencia o hasta para pagar: “Tienen vinculada la cuenta bancaria con el rostro y pagan con un escaneo”, cuenta.

Una oportunidad que hay que aprovechar

Así fue como David pudo acortar distancias con un país que a priori se antoja lejano. Después de profundizar en la cultura china, este universitario anima a otros jóvenes a “explorar este tipo de oportunidades internacionales” que, en el caso de los cursos de verano de la Beihang University, cubren todos los gastos de alojamiento, comida y gastos médicos.

Por todo ello, recomienda esta experiencia que a él le ha permitido “ver cómo la tecnología y la innovación no solo se desarrollan a nivel local, sino que es un esfuerzo global en el que la colaboración juega un papel clave”, además de brindarle la oportunidad de conocer “la cultura e historia de un país completamente diferente”, que, de otra forma, probablemente nunca hubiese visitado.

“Tener la oportunidad de ver de cerca cómo otros países están innovando y colaborando en este ámbito fue, sin duda, una experiencia enriquecedora tanto a nivel personal como profesional”, expresa David, quien subraya también el haber conocido a otros estudiantes que ya considera “amigos”.

David Toro estaba revisando las noticias que la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla (ETSI) publica en su página web cuando encontró la convocatoria para participar en un curso de verano en el Zhongfa Aviation Institute de la Beihang University en Hangzhou, China. “Me pareció interesante el programa que ofrecían, tanto los contenidos teóricos, como las actividades culturales y de ocio”, recuerda ahora este estudiante del máster en Ingeniería Industrial, que decidió inscribirse junto a una amiga para vivir la experiencia.