Adelante Cádiz cuenta con una nueva cabeza visible de cara a las elecciones municipales de 2023. Como es sabido, José María González, Kichi, da un paso al lado y ha sido David de la Cruz la persona elegida por el partido como candidato a la alcaldía. Periodista de profesión, es una persona cercana que pretende dar continuidad a un proyecto en el que cree firmemente. Huye de los personalismos y sueña con una ciudad alejada de la especulación y centrada en los derechos sociales.
¿Qué supone en Cádiz ser el sucesor de Kichi?
No hay que enfocarlo en ser sucesor de Kichi. Él va a seguir siendo mi compañero y supone la forma de demostrar que existe un modelo distinto de hacer política, que existe una forma en la que lo colectivo prima sobre lo individual, donde el proyecto no es personalista sino común. Y se demuestra que la política no es un trabajo, no es una carrera profesional como se ha entendido hasta ahora. Se puede estar durante ocho años con el mismo sueldo que tenías en tu anterior trabajo y prestar ese servicio a la sociedad sabiendo que hay un principio y un final. Esto no es para lucrarse individualmente, sino para buscar el bien común.
Estaba en un segundo plano y ahora en primera línea. ¿Le ha cambiado la vida?
Sí que cambia. Ahora existe un vértigo que antes no existía, una responsabilidad colectiva que antes no era tanta. Ahora sabes que estás ocupando un rol de representación de una organización y eso es verdad que cambia. No en mi rutina diaria, pero sí mentalmente y eso pesa a la hora de dormir y de darle vueltas.
¿Tenía aspiraciones políticas anteriormente?
Me ha costado dar el paso porque nunca ha sido una aspiración personal llegar al poder. Sí ha sido una ambición colectiva porque creo mucho en este proyecto, creo mucho en los principios y en la idea de un mundo mejor, tanto como cuando hago periodismo como cuando milito. Eso siempre ha estado arraigado en mi forma de ser y eso influye a la hora de tomar la decisión.
¿También va a cumplir lo de estar un máximo de ocho años en el cargo si sale elegido?
En mi organización política tenemos claro que son ocho años ocupando un cargo público y yo estaré solo ocho años, lo tengo muy claro. Voy a cobrar lo mismo que en el gabinete de prensa del Ayuntamiento. El sueldo del alcalde es el más bajo de los alcaldes de la Bahía y el más bajo de las capitales de provincia en España. Es importante no perder la perspectiva porque si no es así no representas a la gente que te votó.
¿Cómo surgió la posibilidad de que un periodista pasara a ser candidato?
Mis compañeros me lo plantearon la primera vez y yo me lo tomé como una broma, no como una propuesta. Poco a poco me fueron insistiendo en la idea hasta que se puso sobre la mesa el debate. Sentí vértigo y lo veo normal porque el que no lo sienta en una situación así es que es un inconsciente y yo no lo soy. Después de madurarlo mucho he dado el paso, sabiendo que no es un arrebato.
Que no haya habido competencia en unas primarias del partido muestra un respaldo absoluto.
Es un proceso natural, en Adelante nosotros no nos tiramos los cuchillos. Compartimos ideas y entre todos damos el paso. Se ha hablado mucho de que iba a ser entre David y Lola Cazalilla, pero no ha sido así. Es David y Lola. La forma que tenemos de entender la política es muy similar y nunca ha habido un enfrentamiento. Yo encabezo el proyecto, pero es algo colectivo.
¿En unas elecciones municipales no se vota más a la persona que al partido?
Eso es una realidad. En el municipalismo y en la política en general hay una dinámica del personalismo como un exponente. Frente a ese modelo intentamos hacer algo más colectivo, que tenga más raíz. Que más allá de los hiperliderazgos siga existiendo una idea y un modelo. Que nos voten por eso, que se deje notar en la vida de la gente más allá de quién este al frente.
¿En Cádiz se votaba más a Teófila Martínez que al Partido Popular?
El PP es un modelo de derechas, de derrochar el dinero público, de mucho autobombo. Eso lo hacía Teófila, lo hace Juanma Moreno y también Ayuso. Al final es un proyecto en el que prima la privatización por encima de lo público. En Cádiz lo hemos visto durante 20 años. La cara puede ser más o menos amable, pero esa política no es amable para la mayoría social.
Hablando de los rivales que ya se conocen en las municipales, ¿cómo los valora?
De momento se conoce a Óscar Torres (PSOE) y a Ismael Beiro (AxSí). Con el PSOE nos tenemos que entender en acuerdos puntuales aunque tengamos modelos distintos. Se pudo ver en la huelga del metal, en la que mientras que nosotros estábamos con los trabajadores y trabajadoras, ellos sacaban las tanquetas. El PSOE en estos dos mandatos ha sido un socio difícil, su oposición ha sido la de entorpecer y eso no le ha llevado a nada.
¿Qué opina de Ismael Beiro?
Sobre lo que le he podido escuchar, estamos en las Antípodas políticas. Él está haciendo una campaña de reality show, blandita y blanca, pero su modelo social es bastante oscuro. Sus declaraciones son justificando las comisiones del Rey porque es muy español. Su idea es convertir Cádiz en un Benidorm llenando de rascacielos el parque natural de la Bahía.
Hablando de Kichi, ¿cuál ha sido el mayor logro en su mandato?
Ha sido construir una ciudad que es más sostenible, más inclusiva y más diversa. Más sostenible con un nuevo modelo de movilidad, donde el humo ha perdido fuerza, con carril bici, una ciudad donde se puede pasear. Más inclusiva porque nadie se ha quedado atrás y se han conquistado muchos derechos. A nadie se le corta el agua o la luz si no lo pueden pagar y hay un protocolo antidesahucios que ha atendido a muchas familias. Las viviendas que se han construido son de alquiler social, buscando siempre el derecho y no la especulación. Es la segunda capital de España que más invierte en asuntos sociales. Y también es una ciudad más diversa porque los planes LGBTQ o contra la violencia de género son fundamentales y se ha recuperado la memoria democrática. Es una ciudad más amable donde cabe todo el mundo.
¿Qué ha quedado por hacer en estas dos legislaturas?
Queda mucho, pero hemos puesto los cimientos. Hay que dar un paso más: el Ayuntamiento sigue siendo una institución muy deshumanizada, los tiempos burocráticos no se ajustan nada a los tiempos reales. Eso hay que cambiarlo y hay que conquistar más derechos y tener dentista municipal, canguros municipales o psicólogos municipales, que hoy en día parecen privilegios.
Se puede deducir, pues, que el suyo será un proyecto continuista con el de Kichi.
Sí. Hay que continuar con el modelo. El trabajo burocrático para municipalizar servicios es brutal y necesita mucho tiempo, mientras que para privatizarlo es muy sencillo. Hay que garantizar más derechos.
Uno de los grandes problemas es la vivienda. ¿La falta de suelo se puede combatir de algún modo?
Hay una realidad geográfica que no se puede obviar, pero hay políticas con las que puedes fomentar que los gaditanos vivan aquí frenando la especulación turística. Si frenas eso, que están expulsando a los vecinos de sus barrios, y fomentas el alquiler residencial, eso facilita que el gaditano se quede aquí. Si sacas viviendas a través de alquiler social eso también ayuda. Desde el municipalismo se puede ayudar, aunque se necesita la colaboración de otras administraciones.
¿Tiene muchos amigos que se hayan tenido que ir de Cádiz por la falta de trabajo?
Yo mismo tuve que hacerlo. A mi generación le golpeó la crisis tal y como terminó la carrera. Yo he estado en Madrid, en Bilbao y en el Reino Unido. Y como yo, muchos amigos. Mi hermano está en una fábrica de Francia. El Ayuntamiento no es único responsable, está claro. Se pueden hacer políticas para fomentar empleo, pero el resto de administraciones deben colaborar. Puedes crear un modelo de ciudad que acerque a los jóvenes con un cinturón universitario, así no los expulsas para que se vayan a otros sitios.
¿Adelante se presenta a las elecciones en solitario?
A mí me gustaría acudir con Ganar Cádiz en Común. De hecho vamos a trabajar en esa dirección porque son compañeros fundamentales en las calles y en los barrios. Son muchos años compartiendo lucha, pero hay que hablarlo todavía.
¿La relación no se ha erosionado en estas dos legislaturas?
Puede haber habido algo de desgaste, pero es algo normal. No ha sido una relación que se ha terminado rompiendo. Ha habido discrepancias, pero tenemos un mismo horizonte.
Cádiz pasó de dos décadas votando a la derecha y apostó por la izquierda en las dos últimas elecciones. ¿Qué panorama ve?
Cuando la gente ve las condiciones de la vida mejorar, como en estos ocho años, se valora. El Ayuntamiento estaba en la quiebra y al mismo tiempo que se ha saneado, se han conquistado derechos y eso la gente lo nota.
¿Cómo se va a tomar un periodista las críticas que le lleguen de la prensa?
Lo primero que debo reconocer es que la prensa me está tratando con cariño, pero yo entiendo perfectamente la profesión. Soy el primero que he hecho un periodismo crítico y fiscalizador y debe ser así. Lo entenderé perfectamente.