'No es sexo, no es gratis', el vídeo viral de la Diputación de Cádiz contra la industria del porno
“Otras campañas se dirigen a que los jóvenes no consuman pornografía, pero es poner el foco en el último eslabón. Hay que ponerle cara a los que se enriquecen con ello”. Así se expresa Yolanda Domínguez, artista visual y activista feminista que ha creado un vídeo para la campaña ‘No es sexo, no es gratis’ de la Diputación de Cádiz.
Domínguez asegura que es la primera campaña que retrata y apela directamente a la industria de la pornografía. Recuerda dos precedentes anteriores, pero que no llegaban tan lejos. El Salón Erótico de Barcelona de 2018 criticaba en su vídeo promocional, 'Sin educación sexual', cómo la mala educación sexual derivaba en el uso de la pornografía como patrón de conducta.
Y otra campaña: el mes pasado, el Gobierno de Nueva Zelanda lanzó el vídeo promocional Keep it real online para advertir a menores sobre los peligros de la pornografía y a los padres sobre la importancia de la educación sexual. Los actores porno desnudos se presentaban en la casa de una familia donde informaban a una mujer de las visualizaciones que realiza su hijo.
La campaña de la Diputación de Cádiz pone el acento en la industria de la pornografía como responsable de la percepción distorsionada que tiene la población más joven sobre la sexualidad. La iniciativa se encuadra en el conjunto de acciones desarrolladas por el área de Igualdad de la institución provincial para prevenir la violencia de género en todas sus formas.
“La idea es que se trabaje, que se ponga el debate sobre la mesa. Es fácil encontrar quién es el dueño de las plataformas más famosas y que son las que tienen poder. Ni siquiera hacen los vídeos, cada día son más anónimos. Ahora manda quien tiene las plataformas. Por eso es tan importante retratar los culpables”, afirma Yolanda Domínguez.
“Los chicos resuelven sus dudas en internet”
“Queremos que a la gente joven en su programa educativo se le hable de educación sexo afectiva, no solo del milagro de la vida. Lo que se da en los institutos no habla del placer ni de las relaciones afectivas. Por eso los chicos resuelven sus dudas en internet y es tremendo que crean que la realidad es lo que ven en el porno. Debe haber una regulación de los contenidos. Ahora se ampara en el arte o en la libertad de expresión, pero igual que se prohíbe en la publicidad sexista, los contenidos del porno deberían regularse”, añade.
Es “un grito de reivindicación y denuncia”, para que “entre todos seamos capaces de poner nuestro granito de arena” a la hora de “redefinir los mensajes que se trasladan a los más jóvenes de nuestra provincia, especialmente, en el ámbito de la educación sexual”, señala la presidenta de la Diputación, Irene García.
El inicio del vídeo es revelador. Una pareja de adolescentes se besa en una habitación. El chico empuja a la chica sobre la cama imitando una de las poses del porno y la chica se muestra asustada. Una práctica que debe desaparecer con compañas como ésta.
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