España tiene una nueva Ley de Memoria Democrática desde primeros de octubre y son muchas las poblaciones que se están moviendo para su cumplimiento. La localidad gaditana de Puerto Real es una de ellas, donde su Ayuntamiento ha sido permeable con la petición del Ateneo Republicano, que ha solicitado “detectar y eliminar cualquier residuo que deshonre la memoria democrática de Puerto Real”.
Este colectivo ha pedido a la alcaldesa de la ciudad, Elena Amaya (PSOE), que se retiren del municipio las placas que mencionan al falangista Sancho Dávila, en el antiguo campo de fútbol, y a Juan Cervera Valderrama, militar del ejército golpista sublevado en 1936 contra el Gobierno de la II República, que cuenta con una placa en la casa donde vivió y murió. El Ateneo también pide que se revoque el nombramiento de ‘Hijo adoptivo de la Villa’, que se otorgó a este último.
“Tenemos el convencimiento que está en su disposición moral e institucional el cumplimiento de la ley y el honor a la memoria de las víctimas del franquismo, así como la retirada de honores y distinciones a los verdugos, como lo han estado siempre este pueblo y sus instituciones democráticas”, escribe la presidenta del Ateneo, María Dolores Sanisidro a la alcaldesa.
“El cumplimiento estricto de la ley”
Amaya ha recogido el guante a través de este periódico y ha confirmado la colaboración del Ayuntamiento en el cumplimiento de la Ley. “El Ateneo republicano nos ha solicitado el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y que se retiren del municipio dos placas y estamos con los trámites necesarios para poder llevarlo a cabo porque estamos en la misma consonancia: el cumplimiento estricto de la Ley, donde no puede quedar reflejo de actos de la época del franquismo”.
Según explica el Ateneo, en 1952 fue colocada por el Ayuntamiento “del régimen ilegal” una placa en la que se recuerda y exalta la figura de Juan Cervera. Por su destacada participación en el bando golpista, a su fallecimiento y en su honor, Franco creó el Marquesado de Casa Cervera, título que recayó en su hijo primogénito y, sucesivamente, en los descendientes.
En el caso de Sancho Dávila, el Ateneo recuerda que fue el Jefe Territorial de Andalucía de Falange Española durante la Guerra Civil y en los primeros años de la dictadura franquista. “Fue el máximo responsable de los miles de asesinatos que los paramilitares de su organización fascista llevaron a cabo en Andalucía”.
La visión de un historiador
Santiago Moreno, Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Cádiz y miembro del Grupo de Investigación Estudios Históricos Esteban de Boutelou, considera más que probado que tanto el Ateneo como el Ayuntamiento aciertan con su decisión: “Mi visión como historiador es que no hay lugar a dudas de que ambos personajes históricos formaron parte del entramado golpista que terminó dando pie a lo que conocemos como Guerra Civil, así como en distintos aspectos de la posterior represión”.
De Sancho Dávila dice que “es uno de los fundadores de Falange Española junto con su primo José Antonio Primo de Rivera. Ya tiempo antes del comienzo de la Guerra está vinculado a distintas trifulcas e incluso será detenido por el gobierno. A partir del verano de 1936 ostentará varios cargos, algunos de los cuales le vinculan con la represión en retaguardia”.
Acerca de Juan Cervera señala que “también forma parte del conglomerado golpista, de hecho se une al mismo desde que se inicia, estando viviendo en Puerto Real en aquellos instantes. Tuvo un papel destacado en el bombardeo a la carretera Málaga - Almería, cuando civiles -de todas las edades y sexos-, huían de la toma de Málaga por los sublevados”.