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“Sólo nos queda pelear para mantener el trabajo”: el drama del paro sobrevuela (otra vez) Cádiz con el ERE de Alestis

“Aquí nunca puedes estar tranquilo. Los jóvenes sin cargas familiares pueden empezar de cero en otro sitio, pero los que ya tenemos una edad, sólo nos queda pelear para mantener el puesto de trabajo”. Domingo Chanivet, trabajador de Puerto Real de 54 años, es uno de los 233 empleados de Alestis que se enfrentan a un ERE con el que no contaban. Es la desoladora espiral laboral que se vive día a día en la provincia de Cádiz.

Tras varios años de calma aparente, vuelve la pesadilla. Los trabajadores que superaron el trauma del cierre de Delphi reenganchándose en Alestis tienen que pasar de nuevo por momentos de incertidumbre y miedo. Y también para otros que fueron despedidos en su momento en la Fábrica San Carlos y en pequeñas empresas aeronáuticas. Una situación ya vivida por algunos y nueva para otros, pero inesperada y no deseada para todos.

“Nos ha cogido por sorpresa porque a finales de mayo acordamos un ERTE con la dirección de la empresa. Ni siquiera han esperado a que terminara el ERTE el 31 de septiembre. La empresa ahora presenta un ERE que afecta a 585 trabajadores en toda España y vamos a tomar medidas por la gravedad de la situación”, explica Manuel Franco, trabajador de la planta puertorrealeña y secretario general de UGT FICA Alestis.

“Yo espero que sea un órdago de la empresa para conseguir subvenciones. Que se amplíe el ERTE con medidas pactadas con el comité de empresa. Espero que sea más el susto que otra cosa. En el ERTE perdíamos el 30% del salario, pero haces tus números y te adaptas a vivir al día, incluso con menos. No tienes más remedio, aunque es duro”, reconoce Domingo, padre de dos hijos.

Fue uno de los que vivió el cierre de Delphi en 2007. Fueron unos 1.600 los trabajadores que se quedaron sin empleo y ahora la amenaza del paro sobrevuela de nuevo, pero lo afronta con entereza: “Como la solución no depende de nosotros, sino que es la empresa la que ha puesto las cartas sobre la mesa, no podemos hacer nada. Anímicamente te afecta porque la gente está muy castigada y para no comerme el coco intento no pensar en ello, hacer la vida normal dentro de lo que se puede. Yo era trabajador de Delphi y cerró. Estuvimos dos años haciendo cursos, entré en Alestis y después de pasar dos ERTEs creíamos que teníamos un tiempo de tranquilidad, pero al cabo de los 11 años se ha acabado”.

“Esto en Cádiz afecta no sólo a las empresas auxiliares del sector aeronáutico, sino también a los proveedores de mantenimiento o limpieza. Hay una serie de empresas a las que les va a afectar también, por desgracia. En Cádiz tenemos un índice de paro muy alto y las únicas empresas grandes son Airbus, Navantia y Alestis. Si esto se pierde, el tejido industrial en Cádiz se va a ver muy mermado”, lamenta Manuel Franco.

A él le toca sentarse a negociar con la empresa para conseguir la mejor solución para unos compañeros que depositan en el comité todas sus esperanzas de seguir con trabajo. “Esa presión se lleva bastante mal. Yo estuve en la negociación del ERTE y eso es una carga muy grande. En la mesa de negociación hay 13 compañeros de distintos sindicatos que representan a 1.300 trabajadores. Cuando cerró Delphi hubo compañeros que tuvieron una salida, otros se quedaron fuera. Hay muchas personas que han tenido problemas de salud como infartos o depresiones”.

Las movilizaciones como herramientas de presión

Si la situación no cambia, los trabajadores de Alestis tendrán que echarse a la calle para defender sus puestos. La gaditana es una sociedad que ya se ha acostumbrado a estas reivindicaciones y Domingo espera comprensión por parte de la ciudadanía: “Si la empresa no atiende a razones ni a negociar, hay que moverse. De buenas maneras no se soluciona nada, lamentablemente. Habrá gente que proteste si hay cortes de carretera puntuales, pero espero que haya comprensión porque no es un capricho. Las movilizaciones son el precio que hay que pagar para que se mantenga el trabajo. Directa e indirectamente mucha gente depende de Alestis”.

Llega el momento de moverse y también de recibir el apoyo correspondiente a nivel político. El secretario general de UGT dice al respecto que “se tienen que subir al carro el Gobierno, que tiene participación a través de la SEPI, y la Junta de Andalucía. Igual que han ayudado al sector del automóvil, al aeronáutico deben designarlo como un sector estratégico y también desde UGT solicitamos al Gobierno que igual que ayuda a las empresas en situación de ERTE, que también ayude con subvencione con dinero a las que están presentando EREs. Eso sí, que el dinero vaya a los trabajadores y no a las empresas”.

De momento, la protesta está en marcha con una concentración el viernes 18 de septiembre y una convocatoria de huelga el 22. Otra vez. En la Bahía de Cádiz.