Flores para vacunarse contra el desánimo

En los momentos de crisis es cuando aparecen gestos de solidaridad o de apoyo inesperados. En Chipiona (Cádiz) se ha producido un claro ejemplo con la entrega de flores por parte de empresarios de viveros de flor cortada. ¿Sus destinatarios? Centros de salud, farmacias y comisarías. Una iniciativa improvisada con la que se quiere agradecer el esfuerzo a unos profesionales que están especialmente expuestos en estos días y dar también una alegría a los ciudadanos que acuden a estos puntos por obligación.

“Las han dejado en la puerta y ha sido un momento de felicidad en el día, de los pocos que tenemos. La gente se ha ido llevando las flores a sus casas y al menos hemos pensado en algo diferente al coronavirus”, relata uno de los trabajadores de un ambulatorio chipionero.

“Lo han hecho todas las empresas de Chipiona. Tenemos las cámaras y los campos llenos porque todas las previsiones de ventas se nos han ido al traste y hemos decidido regalar este producto que teníamos en las cámaras. Sabemos que a mucha gente le alegra tener un ramo de flores y los hemos dejado en los puntos claves”, explica José Santamaría, empresario de la ciudad.

Las farmacias se han convertido desde hace algunos días en puntos de encuentro especialmente impersonales por las medidas de seguridad y esta medida ha servido para provocar alguna sonrisa. “Al principio no sabíamos qué pasaba, pero después vimos que sacaban de la furgoneta unos ramos preciosos y una cola triste de clientes se convirtió en algo mucho más llevadero gracias a esta iniciativa que hay que agradecer”, señala un farmacéutico del centro de la localidad chipionera.

Una situación límite: todo a la basura

José Santamaría denuncia que la situación que vive el sector es límite: “Toda la producción está para tirar. Las perspectivas son muy malas y hay que destruirlo todo. En el año tenemos dos fechas buenas: en Todos los Santos y después, la Semana Santa, el día del padre, la Fallas, congresos, actividad de hoteles... Hay muchas plantaciones precisamente para esta fecha de ahora y hay que destruirlo todo por las cancelaciones masivas que estamos teniendo”.

“Estamos mandando flores a Holanda, pero el problema de este año es que la crisis también está allí. Se vende por debajo de los costes de envío y de cada diez tallos se destruyen siete. Ahora vendemos un 30% de la semana anterior. Siempre hemos ido muy justos, superando crisis y necesitamos que el Gobierno tome medidas”, concluye el empresario de Chipiona.