La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Marina Álvarez, anunció el lunes que antes de final de año el cribado de cáncer de colon estará implantado en todos los centros de salud andaluces. Esta prueba consiste en un análisis de sangre oculta en las heces, que ayuda a identificar el tumor en su estadio más inicial, lo que permite curarlo -medido en supervivencia a los cinco años- en un 90% de los casos, frente a las tasas medias actuales que rondan el 65%, según datos del Grupo Español de Tratamiento de Tumores Digestivos.
En Andalucía, el programa de cribado de cáncer colorrectal se aplica actualmente y de forma piloto en 25 hospitales de la región, y según el anuncio de la Junta, comenzará su implantación total a partir de este mes, para extenderse a los casi 1.600 centros de salud de Andalucía antes de final de año. El coste de la medida se ha estimado en seis millones de euros, “disponibles” ya en los Presupuestos Autonómicos de 2018, ha confirmado el portavoz de la Junta.
El anuncio de Álvarez aparece justo después de que el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, reclamara esta misma medida a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en la última sesión de control al Gobierno. En ese momento, Díaz evitó responder a la pregunta de su rival. A partir de ahí, los populares andaluces han iniciado una campaña en redes sociales para lograr que la promesa de la Junta se cumpla, y han empezado por denunciar que el anuncio que hizo la consejera el pasado lunes ya se anunció por primera vez hace ocho años, en 2010, cuando la responsable de Salud era María Jesús Montero, actual titular de Hacienda. La medida también se anunció entonces a bombo y platillo, pero nunca llegó a ejecutarse. El gabinete actual desconoce el por qué del parón, aunque presupone que se debió a “la crisis y a la falta de disponibilidad presupuestaria”.
En estos ocho años, el número de fallecimientos por cáncer de colon se ha disparado un 15%, pasando de las 2.215 muertes registradas en 2010 a las 2.558 muertes del año pasado (343 fallecidos más al año), según el balance de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que defiende, “sin lugar a dudas”, que “de haberse implantado el cribado en toda Andalucía hace ocho años, el número de muertos hoy sería significativamente inferior, dado que la prueba de detección precoz reduce la tasa de mortalidad un 90%”.
El cáncer de colon no es el que más decesos provoca (lo es el de pulmón), pero sí el más diagnosticado de España y de Andalucía. En 2010, cuando se anuncia el programa de detección por primera vez, la población de riesgo eran 1,3 millones de andaluces (de entre 50 y 69 años). Ahora alcanza los dos millones. Hace ocho años, el programa andaluz del cribado de cáncer, enmarcado dentro del Plan Integral de Oncología, se planteó con una “periodicidad bienal”. Durante la presentación, Montero subrayó la importancia de prevenir a tiempo la dolencia porque, ya entonces, se observaba “una tendencia al aumento” de casos de cáncer colorrectal, “con un incremento anual mantenido cercano al 3%”, fruto de los malos hábitos alimentarios, formas de vida sedentaria y el envejecimiento progresivo de la población. Ese año, la prevalencia de esta enfermedad era de entre 50 a 60 casos nuevos por cada 100.000 habitantes al año, de los cuales el 40% eran cáncer de recto, según datos aportados entonces por la consejería.
Problemas informáticos y de personal
Según el calendario de implantación de 2010, las pruebas de diagnóstico precoz del cáncer colorrectal estarían disponibles de inmediato “para todos los andaluces que cumplieran 50 años a lo largo de ese mismo año”, y luego “se extenderían progresivamente al 100% de la población en riesgo en los próximos cinco años”. La implantación se programó por fases: la primera debía cubrir 40 centros de salud y siete hospitales de referencia en seis provincias (todas menos Almería y Córdoba) para unas “8.000 personas nacidas en 1960”. Cuatro años después aún no existía en ninguno, porque el programa nunca llegó a ponerse en marcha.
En 2014, cuatro años después de que Montero anunciase por primera vez la extensión total de las pruebas, la nueva responsable de sanidad era la consejera María José Sánchez Rubio, que volvió a prometer en rueda de prensa “la implantación progresiva” del cribado de cáncer. Esta vez sí, el programa de detección precoz se reactivó en junio de 2014 (cuando la incidencia era de 5.700 casos nuevos al año), pero con una planificación mucho menos ambiciosa que la que se había anunciado la primera vez. Al cierre de 2015 sólo había un centro sanitario por provincia que aplicase el cribado de cáncer colorrectal, según datos de Salud. Ese año se invitó a participar del cribado a un total de 17.451 personas y se realizaron 4.015 test de sangre oculta en heces. También ese año fallecieron 2.400 personas que, o bien fueron diagnosticadas tarde o bien no fueron diagnosticadas.
Desde entonces y hasta el día de hoy, la consejería sólo ha logrado llevar la prueba a 25 centros de salud de toda Andalucía. Fuentes de la Consejería de Salud reconocen la lentitud en el desarrollo el programa, y lo achacan a “dificultades con la aplicación informática del sistema que tiene que cruzar datos de la población en riesgo potencial”, y también a “problemas de falta de personal especializado para formar a los sanitarios” en el uso de esta prueba“
Este lunes, la actual responsable de Salud, Marina Álvarez, ha anunciado por tercera vez en ocho años el programa de implantación de cribado de cáncer en toda Andalucía, asegurando que se trata de “una prioridad” para el Gobierno de Susana Díaz. La propia presidenta ha difundido este mensaje en su red social Twitter. “Se trata de un problema de salud pública importante”, ha vuelto a señalar Álvarez, como en su día lo hicieron sus antecesoras en el cargo. El anuncio de la Junta es simultáneo a la campaña de difusión del PP denunciando la “dejadez” del departamento de Salud respecto a este proyecto. El Gobierno andaluz, que ha tardado cuatro años en implantar el diagnóstico precoz contra el cáncer de colon en 25 centros sanitarios, promete llegar a los 1.575 restantes en los próximos ocho meses.
Sevilla, Córdoba y Huelva, puntos negros
En los últimos ocho años, los casos de cáncer de colorectal en Andalucía han aumentado un 24%. Actualmente, sólo el 3,74% de la población andaluza en riesgo ha participado del programa de cribado, según la AECC. La Red de Programas de Cribado de Cáncer calcula que la población andaluza en riesgo la conforman 1.983.846 personas, con edades entre los 50 y los 69 años (datos a diciembre de 2016), pero tan sólo 74.098 han recibido una carta de la Consejería de Salud invitándoles a participar en el programa de cribado de colon. Andalucía, junto a Madrid y Extremadura, son los “puntos negros” del cribado de cáncer de colon porque su grado de implantación está muy por debajo del 20% de la población de riesgo. Además tres provincias andaluzas (Sevilla, Córdoba y Huelva) se encuentran en situación “crítica”, según la AECC, porque la mortalidad en estas zonas está por encima de la media española.
La consejera de Salud ha admitido la “dificultad de implementar un cribado generalizado en toda Andalucía, dada la magnitud de la población diana” (dos millones de personas). En estos ocho años, la Junta no ha logrado cumplir la recomendación que en 2009 acordaron el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y las distintas sociedades científicas como parte de la Estrategia del Cáncer del Sistema Nacional de Salud. En aquella reunión se acordó que en 2015 (hace tres años) las pruebas de diagnóstico precoz del cáncer colorrectal alcanzarían al menos al 50% de la población en riesgo.
En noviembre de 2015, lo que hasta entonces era una “recomendación” pasó a ser una “obligación”, después de que el Ministerio de Sanidad incluyera en la cartera de servicios el cribado de cáncer de colon, y diera un plazo de cinco años a las comunidades que no hubieran empezado a hacerlo para poner en marcha el programa, y otros cinco años para culminarlo, dejando cubierta a toda la población en riesgo.
En teoría, en 2024 la cobertura debe haber alcanzado al total de la población española en riesgo potencial (unos 11 millones de personas), un objetivo que ya han cumplido las comunidades más adelantadas: País Vasco, Comunidad Valenciana, La Rioja y Cantabria. Desde el departamento de Álvarez descartan la premisa de que “haya más muertes por cáncer de colon porque la implantación del programa de cribado va muy lento”, y advierten de que el propio plazo que dio el Ministerio de Sanidad a las comunidades era de diez años, y a la Junta le quedan aún seis.