“Lo que no se nombra, no existe”. La frase, no por conocida, deja de ser válida para llevar a la cotidianeidad cuestiones de importancia. En este caso, la lucha contra el machismo y las desigualdades entre hombres y mujeres. La iniciativa parte de la Secretaría Federal de Género e Igualdad: Espacio Feminista de Ustea, que aspira a que cada centro de trabajo se convierta 'oficialmente' en un 'Espacio libre de machismo'. ¿Cómo? Básicamente, haciendo que las trabajadoras y los trabajadores así lo consensúen en asamblea suscribiendo un manifiesto, comprometiéndose a partir de entonces a velar por garantizar los derechos y las libertades de todos los empleados de su empresa, establecimiento, colegio, instituto, centro público, etc, ya que la campaña está abierta a todos los sectores, tanto público como privado.
El proyecto, con el apoyo de la Confederación Intersindical, ha sido presentado en Sevilla por parte de responsables del sindicato y por dos especialistas en la materia, la profesora de Pensamiento Político Feminista en la UPO Rocío Medina y José Ángel Lozoya, del foro Hombres por la Igualdad. Ambos han corroborado la importancia de llevar al día a día esta cuestión para “provocar un cambio de atmósfera”, para “enchufar la alerta” en este sentido ya que “los machismos tienen unas estrategias que funcionan cotidianamente”.
Medina, que reclamaba poner el debate encima de cada mesa, apuesta por establecer “un compromiso real y colectivo que tenemos que resolver como ciudadanía” ya que, a su juicio, existe “un sustrato enorme de violencias cotidianas sobre sujetos feminizados”. Lozoya recordaba que “hay que contar con los hombres”, señalando que “afortunadamente” la sensibilidad hacia la violencia contra las mujeres por parte de estos ha aumentado. “No estaremos libres de machismos hasta que los hombres tomen conciencia verdaderamente”, esperando que los sectores masculinizados asuman.
Para la responsable de Acción Sindical de USTEA, Pura Sánchez, la campaña adquiere sentido teniendo en cuenta los asesinatos por violencia de género que no cesan. “El machismo sigue existiendo y el machismo mata”, ha expresado, por lo que “hay que sensibilizar y hacer pedagogía ante las nuevas formas del machismo”. Sánchez ha considerado “una catetez” que “la noticia del día” durante la apertura de la nueva legislatura en España fuera la presencia en el Congreso del hijo de Carolina Bescansa, denunciando en esa línea que las mujeres “siguen sometidas a determinadas restricciones”.
Así, para conseguir “un cambio de mentalidad necesario” y “construir una ciudadanía implicada contra el machismo porque es ”algo más frecuente de lo que pensamos“, ha asegurado Sánchez. Estas podrían ser las claves para que cada centro de trabajo sea un lugar libre de machismo:
1. Velar por garantizar los derechos y las libertades de las empleadas y de los empleados.
2. Denunciar cualquier situación de trato desigual o vejatorio que puedan sufrir las compañeras en su puesto de trabajo.
3. Poner fin a situaciones de acoso sexual en el ámbito laboral.
4. Acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres.
5. Terminar con el bloqueo que sufran las compañeras para poder acceder a puestos de responsabilidad y dirección.
6. Eliminar las trabas para poder conciliar adecuadamente la vida laboral con la vida familiar.
7. Liquidar los micromachismos “que están tan arraigados en nuestra cultura”.
En definitiva, según señala Usted, “trabajar en un entorno donde se cumpla con la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la cual se expone, en su artículo 2, que todas las personas tenemos los mismos derechos y libertades sin distinción alguna de sexo”. “Si queremos acabar con la lacra social que suponen los feminicidios, la expresión última y más miserable de las violencias machistas, que en el año 2015 se cobró la vida de 109 mujeres, tenemos que acabar con el machismo en todos sus ámbitos y, cómo no, también en el laboral”.