“Qué pena da el asesinato por inanición de la memoria en Andalucía”. Es la reflexión de un antiguo gestor de las políticas de memoria histórica y democrática en Andalucía a raíz de la designación Luis Marín Sicilia como uno de los tres expertos designados por la Junta para formar parte del comité técnico de símbolos franquistas contrarios a las leyes vigentes. A un par de días de que se conmemore en nuestra comunidad autónoma el 'Día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la dictadura', que reivindica cada 14 de junio la primera exhumación pública de una fosa del franquismo en Andalucía, el movimiento memorialista se está volcando en tal conmemoración y, paralelamente, ha recibido con rechazo la composición del órgano consultivo en la materia que, cabe recordar, se ha constituido formalmente cuatro años después de que fuera creado.
Tanto desacuerdo que será una de las reivindicaciones que el viernes llevarán a la calle los memorialistas, a fin de que el presidente andaluz interceda para rectificar la designación de Marín Sicilia, si bien su portavoz, Ramón Fernández Pacheco, ha defendido este martes su elección “más allá de que los nombramientos puedan parecer mejor o peor a determinadas personas concretas”. “El Gobierno de Andalucía nunca va a ser desconsiderado con los colectivos de memoria democrática en nuestra tierra. Todo lo contrario. Hay que ser sensible siempre a la reivindicación que estos colectivos plantean y en ese marco está trabajando la Junta de Andalucía. La voluntad de la Junta es ser siempre, siempre, siempre sensible a la reivindicación de los colectivos de memoria democrática”, ha asegurado.
Estamos hablando de una persona que fue vicepresidente del primer Parlamento andaluz con la UCD, muy próximo al PP en los últimos años y azote de Zapatero y Sánchez, y que desde sus colaboraciones como columnista ha sido contundente contra las leyes de memoria democrática que ahora, como asesor, tendrá que aplicar junto a sus compañeros del comité técnico de símbolos. “Penosa esta manera marianesca de ir acabando con las políticas públicas de memoria”, añade el político citando al comienzo de esta información en alusión a los “cero euros” de inversión del Gobierno de España cuando estaba presidido por Mariano Rajoy.
Marín Sicilia achaca a “críticas puntuales” reflexiones como estas, de las que ya informó este periódico, contra Pedro Sánchez (“no le perdonamos que nos encerrara ilegalmente mientras se disparaba la pandemia por dar vía libre a cuchipandas feministas, que no estamos dispuestos a que se rompa el consenso constitucional ni aceptamos una memoria democrática impuesta por filoetarras”); o tras las elecciones que dieron la mayoría absoluta al PP (“Andalucía ha rendido cuentas con quienes hacen bandera de su atraso político, incapaces de ir más allá de equiparar a la derecha con el franquismo, sin percatarse de que hoy, sociológicamente, los más fascistas son quienes, como ellos, añoran las luchas antifranquistas”).
Desde la Federación Andaluza de Memoria Democrática, Pepe Barragán considera que “si para elegir a un personaje como Marín Sicilia han necesitado cuatro años, significa que no han estado trabajando nada” ya que “ahora, ya un poco obligados, simplemente han girado su cabeza a la derecha y se han encontrado con un señor que es de su cuerda, que se dedica a insultar a los memorialistas, que solamente le gusta hablar de ETA para ir en contra del presidente del Gobierno, para ir en contra de la ley de memoria”. A juicio de Barragán, “es la temática que habitualmente los miembros de este Gobierno y del PP en general tienen al uso para desviar la atención de las cuestiones importantes”.
De Marín Sicilia en concreto dice que, “aparte de sus publicaciones y sus declaraciones, a lo largo de su vida política no ha tenido la más mínima significación en el estudio de la historia, y qué menos se puede esperar de un técnico con ese caché en una materia tan delicada”. “En un mundo como el de la memoria estamos muy acostumbrados a escuchar conferencias, a leer informes de multitud de historiadores que no están, digamos, sesgados hacia una posición de la memoria histórica sino que lo analizan desde un punto de vista del rigor. Y yo creo que con este señor en ese comité el rigor va a brillar por su ausencia, evidentemente. No es un técnico analizando una cuestión técnica en un comité sino que es un político que ha entrado ahí para empujar los informes que se puedan valorar hacia posiciones políticas que apoyen los criterios del consejero y del presidente de la Junta”.
“Desprecio absoluto”
Para Paqui Maqueda, presidenta de la Asociación Nuestra Memoria y miembro de la plataforma Gambogaz, la designación de Marín Sicilia le produce “desprecio absoluto”, una opinión que hace extensiva a “todas las personas familiares de víctimas, memorialistas y entidades” de memoria histórica. “No nos merece ningún tipo de confianza y no creemos que este señor, al frente de este cargo, cumpla con el deber de memoria, que es lo importante y que tiene que tener el Estado con las víctimas. Y cuando digo Estado digo Junta de Andalucía y digo Ayuntamiento de Sevilla”, comenta la activista.
“No lo tiene. El Partido Popular no tiene ese deber de memoria. Al contrario, hunde sus raíces en la parte franquista que todavía tiene y coquetea con la ultraderecha, y permite que en determinadas comunidades donde gobierna se eliminen las leyes de memoria histórica”, señala Maqueda, que concluye que la elección de Marín Sicilia es “otra ofensa más a las víctimas”, anunciando que “por escrito” le harán saber a la Junta de Andalucía “que no es una persona de confianza para nada para el movimiento memorialista”.
Juan Morillo, de la Asamblea de familiares y Asociaciones de Memoria Histórica de Plaza de la Gavidia, considera por su parte que la designación del notario “es un nuevo apéndice de las políticas negacionistas de las instituciones donde gobierna el PP con la anuencia de Vox”. A su juicio, ese tipo de resoluciones “suprime lo conseguido con la aplicación de las leyes de Memoria (exhumaciones, oficinas de atención a familiares, supresión de simbología, actuaciones en los centros educativos...) y designa comités compuestos por quienes se manifiestan en contra de las leyes que lo posibilitan”.