Sentido común. Es la expresión más repetida entre los expertos en ciberseguridad a la hora de salvaguardar nuestros ordenadores, móviles y tablets. Hackers de toda España se reúnen este fin de semana en el SecAdmin de Sevilla con un objetivo: plantarle cara a los miles de ataques informáticos que recibimos a diario. Eldiario.es/Andalucía ha hablado con ellos para que nos aconsejen cómo mantener nuestros dispositivos electrónicos libres de ataques cibernéticos.
Actualizaciones: Siempre al día
En el software no puede haber obsolescencia. Jose Albors, directivo del antivirus ESET Nod32, considera fundamental “mantener actualizado tanto el móvil como el ordenador. Muchos ataques aprovechan problemas de seguridad que ya están solucionados con las actualizaciones”. Se corrigen así fallos de seguridad, que los delincuentes han encontrado y explotan para poder acceder a nuestros dispositivos electrónicos, pudiendo robar o destruir datos personales y confidenciales como cuentas bancarias, archivos, fotos…
El navegador y el antivirus son dos programas que, según los expertos, siempre deben estar actualizados. Aunque existe la creencia (fomentada por la propia empresa de Cupertino) de que los ordenadores de Apple son inexpugnables, Albors recuerda que “siempre ha habido malware contra los Mac. Como los usuarios se creían invulnerables, el malware ha encontrado un tirón entre la gente que utiliza Mac en los últimos años”.
El experto recomienda el uso de antivirus actualizados también en dispositivos móviles. “Es tan recomendable, como en un ordenador, pero, ojo, no es infalible. La combinación de actualizaciones, antivirus, copias de seguridad y sentido común es la que nos garantiza un nivel de seguridad aceptable”, remarca.
Las aplicaciones que se descargan de los sitios oficiales de Google Play y Apple Store resultan mucho más fiables y no vienen con virus de regalo.
¿La clave?: Mejor en la cabeza
Cuando se hicieron públicas las cuentas de usuarios de la web para citas Ashley Madison, las infidelidades de 37 millones de personas no fue lo único que quedó al descubierto. Pablo San Emeterio, experto en seguridad informática de Telefónica, explica que “se hizo un estudio de las contraseñas y casi todos estaban usando claves tan poco recomendables como '12345' o 'password' (contraseña en inglés). Son justo las que no se recomiendan usar”.
Para aquellos que no son capaces de guardarlas en el sitio más inexpugnable, sus propias neuronas, San Emeterio recomienda el empleo de KeePassKeePass. “Con una sola contraseña, puedes guardarlas todas y generar nuevas. Todas las contraseñas se almacenan en registros y luego puedes emplearlas de manera muy intuitiva”, aclara.
Ruth Sala, abogada penalista especializada en delitos tecnológicos, recomienda por su parte cambiar las claves cada dos o tres meses. “No se deben compartir las contraseñas y en un ordenador que usan varias personas, yo aconsejo que cada persona tenga un usuario. Así preservas la intimidad de tus correos y archivos y nadie puede perjudicarte”.
Los expertos recomiendan desactivar la opción de autocompletar contraseñas del navegador… sobre todo si se trata de operaciones bancarias, donde la comodidad nos puede salir literalmente muy cara. En el hogar, también se aconseja poner una contraseña al Wi-Fi para evitar que nadie pueda acceder a los dispositivos desde fuera del hogar.
Prudencia en las redes sociales
El mal uso de las redes sociales puede llevar a estafas, violaciones a la intimidad y hasta robos en el hogar. “Hay que leerse bien las normas de privacidad para poder acotar tanto la mirada de otras personas a nuestra información, como el acceso a nuestros contactos”, explica Sala, quien ha llevado el caso de una personalidad pública a la que chantajearon con enviar imágenes de contenido sexual a sus propios contactos.
“Hay que evitar que el usuario se convierta en víctima. Canales como Whatsapp son más propensos a ser hackeados y a que te chantajeen con el robo de fotografías de carácter sexual”, indica la abogada.
Albors también considera que las redes sociales se utilizan con cierta imprudencia, ya que uno mismo facilita datos propios que luego son utilizados en nuestra contra. Admite que “ahora resulta más fácil suplantar a un amigo, porque puedes enviar un correo con una fotografía adjunta” que se ha podido robar por Twitter o Facebook, facilitándose así una posible estafa.
El sentido común tiene un papel fundamental a la hora de usar correctamente las redes y, por ejemplo, no avisar a los delincuentes con fotos públicas de nuestras vacaciones. Es como un letrero luminoso brillando en mitad del océano virtual: ‘róbame, mi casa está vacía’.