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Construcción Sostenible 2020: motor de crecimiento económico y generación de empleo

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En Andalucía se están uniendo dos conceptos para impulsar la construcción como motor de la recuperación económica: eficiencia energética y sostenibilidad. La Comunidad Autónoma andaluza está afrontando cambios en su sistema productivo, avanzando hacia un nuevo modelo más sostenible desde todos los ámbitos, muy especialmente desde el sector de la construcción.

La edificación, en particular, es uno de los de mayor consumo energético en la Unión Europea y de los principales sectores consumidores de Andalucía, con un 23% del consumo de energía final. Con casi dos millones de edificios en la región susceptibles de mejoras energéticas sustanciales, la rehabilitación se convierte en una clara alternativa de impulso para el sector, donde se estima que se pueden crear 18 empleos por cada millón de euros invertidos, además de repercutir de forma directa sobre el consumo de energía, el medio ambiente, el uso racional del suelo y la habitabilidad de los edificios existentes.

Para llevar a buen puerto esta realidad, era imprescindible elaborar una estrategia ambiciosa, a medio-largo plazo, que integrara a todos los actores de la cadena de valor, implicando a los principales agentes del sector: las entidades más representativas del ámbito energético y de la construcción, los agentes económicos y sociales, el sector de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), sector financiero, universidades y organizaciones sociales y de consumidores. Una estrategia donde se planteara la mejora de la formación y cualificación profesional, el empleo de calidad, la recuperación de las infraestructuras y equipamientos, así como el desarrollo de un marco legal que promueva la construcción sostenible, como premisas a seguir.

Así, del seno de la Mesa de la Construcción y Rehabilitación Sostenible de Andalucía, en la que han participado cerca de 70 expertos, trabajando en seis comités sectoriales, y coordinados por la Junta de Andalucía, nació el Plan Integral de Fomento para el Sector de la Construcción y Rehabilitación Sostenible de Andalucía Horizonte 2020, con 91 medidas enfocadas al desarrollo sólido de las empresas andaluzas de este sector, generar empleo de calidad y favorecer un marco regulatorio apropiado, acorde con los principios de construcción sostenible y desvinculado de la especulación.

Otras claves del Plan son potenciar la rehabilitación como una oportunidad para configurar ciudades más sostenibles y generar un tejido productivo especializado, situando al ciudadano en el centro de la demanda y prestando especial atención a los colectivos vulnerables.

El resultado es este Plan que se articula en 5 principios básicos y los siguientes 6 objetivos:

  1. Potenciar la posición competitiva del tejido empresarial andaluz, con empresas más fuertes y competitivas: reformulando los modelos de negocio, definiendo nuevos procesos y productos, integrando a todos los actores de la cadena de valor.
  2. Aumentar el empleo y la cualificación profesional en el sector con procedimientos de acreditación profesional, orientado a los nuevos nichos de mercado de la rehabilitación y la construcción sostenible, que evite el impacto negativo de la economía sumergida.
  3. Impulsar la demanda en el sector y el fomento de las inversiones, facilitando que la ciudadanía y las empresas acometan actividades de rehabilitación.
  4. Fomentar la rehabilitación energética de las edificaciones y la rehabilitación urbana como elemento esencial del urbanismo del siglo XXI.
  5. Convertir al sector en referente internacional en el ámbito de la innovación y el desarrollo tecnológico, mediante la aportación de soluciones innovadoras en toda la cadena de valor, el uso de nuevos materiales, el impulso de la compra pública innovadora, la cooperación entre empresas y agentes del conocimiento…
  6. Desarrollar un marco normativo que garantice el funcionamiento del sector como transparente, ágil, eficaz y atractivo a la inversión productiva y que evite prácticas especulativas.

Medidas recogidas en el Plan

Esto se irá traduciendo en medidas como la creación de un Clúster de Construcción Sostenible para establecer alianzas, captar y exportar proyectos; la agilización y reducción de los trámites administrativos, la incorporación en los contratos y adjudicaciones públicas de requerimientos vinculados a la inserción laboral y la priorización de los fondos europeos para rehabilitaciones integrales en las edificaciones existentes, así como actuaciones de mejora energética y uso de fuentes renovables en los procesos de planificación urbana, en las redes de transporte sostenible y en el patrimonio histórico de la comunidad.

Otras actuaciones que contempla el Plan, que se cofinanciará con fondos del nuevo marco comunitario y se desarrollará hasta el año 2020, son la constitución de una Red de Gestores Energéticos como salida profesional especialmente dirigida a los jóvenes, la creación de observatorios sectoriales de detección de necesidades formativas para la implementación y consolidación de nuevos perfiles profesionales y la elaboración de un mapa de la innovación en construcción sostenible que ayude a posicionar a Andalucía en el exterior como referente especializado en esta materia.

En Andalucía se están uniendo dos conceptos para impulsar la construcción como motor de la recuperación económica: eficiencia energética y sostenibilidad. La Comunidad Autónoma andaluza está afrontando cambios en su sistema productivo, avanzando hacia un nuevo modelo más sostenible desde todos los ámbitos, muy especialmente desde el sector de la construcción.

La edificación, en particular, es uno de los de mayor consumo energético en la Unión Europea y de los principales sectores consumidores de Andalucía, con un 23% del consumo de energía final. Con casi dos millones de edificios en la región susceptibles de mejoras energéticas sustanciales, la rehabilitación se convierte en una clara alternativa de impulso para el sector, donde se estima que se pueden crear 18 empleos por cada millón de euros invertidos, además de repercutir de forma directa sobre el consumo de energía, el medio ambiente, el uso racional del suelo y la habitabilidad de los edificios existentes.