El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha informado este viernes de que uno de los asistentes a la fiesta en un chalet de El Brillante a la que acudió el príncipe Joaquín de Bélgica ha dado positivo por el virus COVID-19, como ha adelantado Cordópolis.
En declaraciones a los periodistas en el Ayuntamiento de Córdoba, tras reunirse con el alcalde, Aguirre ha informado de que, tras tenerse conocimiento de este evento, la Consejería hizo una investigación epidemiológica y puso en cuarentena al príncipe y a los 26 asistentes que estuvieron con él.
De todos ellos, uno de los asistentes ha dado positivo por COVID19, y, al igual que los demás, está en aislamiento y sus movimientos han sido trazados y rastreados, según el consejero, que no ha precisado más información sobre este segundo caso.
Dos casos: el príncipe y este asistente
Esta persona y el príncipe Joaquín de Bélgica son, por el momento, los dos únicos asistentes a este evento que han sido diagnosticados de coronavirus. La Junta ya informó hace unos días que 11 PCR habían dado negativo, aunque no informó de las pruebas al resto de personas.
El consejero tampoco se ha referido al informe policial, que estipula que en la citada fiesta había 15 personas y no 27, tal y como señalaba el documento epidemiológico. En este sentido, ha remarcado:“Esa cuestión no es competencia nuestra”.
Según ha relatado, cuando se les notificó el positivo del príncipe Joaquín, se hizo un rastreo y se informó a las autoridades de que “había habido una fiesta con un volumen de personas” que excedía a lo permitido en la fase 2, si bien el SAS se dedicó desde entonces a hacer la investigación epidemiológica a los 27 convivientes, que fueron aislados y se les sometió a las preceptivas pruebas.
La fiesta que no acabó bien
Hace apenas una semana una fiesta de la “muy alta sociedad” cordobesa acabó con cerca de 30 personas en cuarentena. El contagio se produjo tras el viaje el 24 de mayo del príncipe belga a Madrid y después a Córdoba para acudir a una fiesta privada. No lo sabía, pero ya era portador del famoso SARS-CoV-2, el coronavirus que ha convertido a su país en uno de los que más fallecidos por habitante ha sufrido.
El 26 de mayo, este aristócrata acudió a una fiesta en Córdoba capital, en una residencia familiar, con otras 26 personas más. Cinco de ellas procedían de Sevilla. Córdoba estaba entonces en fase dos, por lo que el máximo de reuniones familiares permitidas es de 15 personas.
Al día siguiente de la fiesta, este hombre empieza a tener síntomas de estar enfermo. Rápidamente, acude a un centro sanitario, donde se le hacen las correspondientes pruebas PCR. El resultado lo obtiene ese mismo viernes: positivo.
Tras el positivo, la Consejería de Salud inició el protocolo. Y comenzó a trazar su recorrido hasta llegar a la ciudad y a aislar a todas las personas de la fiesta.