Hace menos de un año se hacía visible la particular cruzada de Héctor Sánchez, un estudiante del IES San Roque de Dos Torres (Córdoba). Desde que entró en el Instituto ha reivindicado que se retiren los crucifijos de las clases. “Yo no estoy en contra de la religión. Lo que pido es que los que vengan detrás mío que tengan distinta religión pues no se sientan ofendidos con un crucifijo en el aula donde estudian”, resumió en su día el joven a eldiario.es Andalucía.
“Cuando entré en 1º vi que en todas las clases había crucifijos y lo comenté en casa y luego con el director, pero no nos hizo caso. Durante tres años estuvimos hablando, con diálogo, pero como hemos visto que así no se puede pues este curso he mandado escritos y cartas”: eso fue en octubre de 2019. Ahora, en julio de 2020, Héctor saldrá del instituto en unos días sin haber logrado que los símbolos religiosos se retiren de sus aulas pese a haber recurrido y escrito a la administración autonómica, que se ampara en la decisión de los consejos escolares para que sean los que tomen esta decisión. Héctor se marcha a hacer bachillerato en otra localidad porque el IES San Roque no cuenta con esa línea educativa.
Sin embargo, no se marcha sin un último intento. El último paso lo dio hace una semana, como informó Cordópolis, cuando llevó a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía más de 6.000 firmas recogidas junto a Córdoba Laica pidiendo, de nuevo, que se cumpla la Constitución y el Estatuto de Autonomía, las dos normas a las que recurren para reivindicar la retirada de varios crucifijos de las aulas. “Me da pena que próximos compañeros y alumnado del IES San Roque van a estar en esas aulas y van a tener simbología religiosa que no debería estar allí”, explicó ese día a los periodistas.
Asignatura de valores
Se va sin haber logrado que se retiren los crucifijos, pero sí tras haber conseguido que se enseñara la optativa de Valores Cívicos y Éticos, que ni siquiera se contemplaba en el centro antes de su llegada. “Solo había de Religión. Yo di Valores y después mucha gente lo hizo”, ha recordado este lunes, tras agradecer públicamente el apoyo de muchas personas en Dos Torres y la comprensión que igualmente le han mostrado muchos de quienes no lo han apoyado.
Así ha terminado un curso en el que cada trimestre ha estado al menos un día de huelga sin ir a clase y en el que ha recopilado junto a Andalucía Laica miles de apoyos a su causa, algunos llegados desde Nueva Zelanda, Chile o Argentina, así como de organismos internacionales. Héctor ha remarcado que ha estado tres años luchando “por los compañeros que vendrán detrás” para que no se vean forzados hacia ninguna religión concreta. “El alumno puede llevar un crucifijo porque es privado, pero en un centro público no se debería poner la simbología religiosa”, ha recordado, haciendo una defensa de “la libertad individual”.
Por su parte, José Antonio Naz, de Córdoba Laica, ha recordado que la cruzada de Héctor ha contado también con el apoyo del Defensor del Pueblo, que negó la facultad de los consejos escolares para decidir si se mantienen o no símbolos religiosos en los centro públicos. Naz ha pedido a la Junta que “cumplan ya de una vez con la legislación vigente y que no se hagan los sordos ante derechos que son fundamentales”, informa Cordópolis.