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La COVID-19 se cuela en un centro de mayores de Sevilla tras dos meses de “aislamiento forzoso” para 121 residentes

En los más de mil centros residenciales de personas mayores de Andalucía ya ven con lejanía cuando, mediado el pasado mes de julio, estaban todos libres de casos positivos de coronavius. La cifra de contagios y fallecimientos por COVID-19 en este tipo de centros (diez de media al día en la última semana; sólo este martes, una docena de muertes y tres brotes nuevos) no hacen sino aumentar en el parte diario que facilita la Consejería de Salud y Familias. La Junta de Andalucía sigue viendo el vaso medio lleno al hablar de más de un 90% de centros libre de virus, según el último balance global, que este miércoles será actualizado en el Consejo de Gobierno. Es de suponer que dicho informe contendrá un nuevo brote de, al menos, 14 positivos (diez ancianos y cuatro trabajadores) en la residencia pública Huerta Palacios de Dos Hermanas (Sevilla), del que Salud Pública aún “no tiene constancia”, según fuentes oficiales de la Consejería. Los familiares de los residentes lamentan que dos meses después de que la dirección del centro, siguiendo las recomendaciones del departamento de Epidemiología del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, decretara el “aislamiento forzoso” de 121 personas mayores, dependientes y grandes dependientes, con prohibición expresa de visitas desde el 5 de septiembre, los primeros casos de la segunda ola de la pandemia vuelven a alertar a familiares y residentes. “Nos dijeron que no podíamos visitarles por su seguridad y mira ahora”, lamentan.

Más de 2.500 muertes después en Andalucía, las cifras diarias de nuevos contagios, rebrotes, hospitalizaciones y fallecimientos se han convertido en una trágica cotidianeidad que, con el paso de los meses, corre el riesgo de convertirse en una triste rutina que nos haga escapar a veces de una realidad tan cruel como evidente: el coronavirus mata y aún no hay remedio médico contra él. Y, además, se ceba en mayor medida con los más vulnerables, con los mayores, que han sufrido aproximadamente un tercio de los casos mortales en Andalucía. En la primera ola, el 85% de los fallecidos de residencias de mayores de Andalucía no pasó por el hospital.

El caso es que el pasado 14 de octubre, en esta residencia de gestión pública de Dos Hermanas, se comunicó el primer caso positivo de la segunda ola de la pandemia de una trabajadora tras una prueba PCR, activándose el protocolo de situación de riesgo pero asegurándose desde el centro que no había ningún residente con síntomas de COVID-19. Con el paso de los días, el número de contagios ha ido creciendo. El 27 de octubre eran ya cuatro ancianos y cuatro trabajadores. Y el pasado sábado, diez mayores y cuatro empleados. “Los familiares tenemos que preguntar a médicos, enfermeros y personal por la situación del centro; suponemos que hay más casos pero no nos dan cifras”, lamenta ante este periódico un portavoz de las familias de los residentes, Nicolas López, que lamenta que la residencia lleva cerrada siete semanas “y aún así no han podido prevenirlo”. “El aislamiento de los ancianos no sirve si no hay medidas de protección para el personal” que, por otra parte, “tiene miedo a represalias de la dirección”, comenta.

Noticias “a cuentagotas”

En octubre, durante dos o tres días, los familiares pudieron acercarse a ver a los residentes a través de una puerta de cristal, sin poder entrar en el recinto, explica el portavoz. Entre el 10 y el 14 de octubre, justo antes de comunicarse el primer positivo de la segunda ola, se permitió un cita semanal por residente, a través de las cristaleras, pero sin que las familias pudiesen acceder ni los residentes salir, explica el portavoz. “Estos días nos tenemos que enterar a través de conversaciones entre los familiares de que están reajustando espacios, habitaciones, pero nadie nos dice nada oficialmente mientras nuestros mayores siguen expuestos y con nuevos casos de los que nos vamos enterando como podemos”, denuncia López. Este mismo martes se realizaban tareas de fumigación en las habitaciones mientras los residentes esperaban en el patio. El personal ha informado a familiares de que habían realizado más test y que se esperaban más positivos. “Todo ello, sin informar a los familiares”, reclama el portavoz.

Este periódico ha intentado sin éxito conseguir información directamente a través del centro, que se remite al gabinete de prensa de la Consejería. Desde el gabinete, como ya se ha comentado, señalan que Salud Pública no tiene constancia de ese brote “según los últimos informes que han llegado”. “Supongo que les entrará en las próximas horas si se confirma que es un brote como tal”, añaden. En la última información oficial de la Consejería se alerta de tres nuevos brotes en otras tantas residencias (dos de Jaén y una de Málaga), con 10, 11 y 13 casos positivos, respectivamente. En el centro de Dos Hermanas se habla de 14 casos según la información recopilada por los familiares.

La dirección del centro público “sigue con su política de oscurantismo y falta de claridad pese a la gravedad de la situación”, lamentan los familiares pese a sus esfuerzos “por obtener respuestas”. Denuncian que siguen “con miedo el avance de los contagios entre las noticias a cuentagotas por parte de la dirección”. “¿Para qué ha servido el aislamiento? Si no han recibido visitas del exterior, ¿qué clase de medidas de protección se están llevando a cabo para que ya haya 14 contagiados, posiblemente más? ¿Se están tomando medidas? ¿Por qué la dirección sigue sin dar explicaciones y ahora se excusa en las medidas de urgencia? ¿Qué ha pasado en los últimos dos meses para que ahora sigamos sin recibir información sobre el estado de la residencia donde viven más de 100 dependientes y grandes dependientes? Son algunas de las preguntas que se hacen los familiares sin obtener ”respuesta alguna“ y con ”frustración“ ante la situación generada de nuevos casos.

Según la Orden de 22 de septiembre de 2020 de la Consejería de Salud y Familias, “se suspenderán las salidas y visitas en aquellos centros donde exista al menos un caso confirmado de COVID-19 entre las personas residentes y trabajadoras hasta 28 días después de la fecha de diagnóstico del último caso, o en caso de existir un único caso, se reducirá a 14 días mínimo, así como si hay más de tres casos en sospecha hasta conocer resultado negativo de las pruebas PCR/tests rápidos (antígenos)”. “En el resto de situaciones, las salidas y visitas de familiares a los centros residenciales estarán permitidas si la situación epidemiológica no indica una suspensión de las mismas”, dijo la Junta.

En pleno rebrote, mientras transcurren las horas, aumenta la preocupación y el miedo entre los familiares a recibir una llamada con el peor pronostico. La “falta de información por parte de la dirección del centro o la Consejería de Salud no ayuda a templar los nervios” de los familiares, que se preguntan qué está pasando dentro de Huerta Palacios“, indica la asociación de familiares, que traslada una vez su agradecimiento y ”total apoyo a las trabajadoras y trabajadores“ de la residencia, ”plenamente consciente de lo extremo de la situación y el gran riesgo que está suponiendo para las personas que están llevando las tareas necesarias para mantener la residencia funcionando cada día“.