La Basílica de San Pedro del Vaticano, sede del Papa, es el
mayor templo cristiano con sus 15.160 metros cuadrados de superficie. El resto
de iglesias del cristianismo lo tienen como referencia y han de ser siempre
menores en dimensiones que el templo que guarda a la cabeza de la Iglesia. Por
eso, desde el Vaticano, sólo se reconoce como catedral de Córdoba el crucero
mayor de la Mezquita-Catedral porque, de reconocer como templo cristiano todo
el monumento como hace creer el Obispado de Córdoba, su superficie de 15.600
metros cuadrados -sin contar con el Patio de los Naranjos- superaría a San
Pedro del Vaticano, algo inadmisible por la propia Iglesia.
Este hecho, que va más allá de la anécdota, indica cómo la mera
y única denominación de Catedral que el Obispado de Córdoba le da a todo el
conjunto de la Mezquita-Catedral no se corresponde con la realidad sino que es
la muestra de la apropiación que la Iglesia ha hecho en los últimos años del
monumento Patrimonio de la Humanidad. Y es también desde la propia Iglesia, desde
los movimientos de cristianos de base, desde donde se alzan voces contra esa
usurpación.
No es casualidad así que la Plataforma Mezquita-Catedral de
Córdoba, que rechaza esa apropiación y lucha por la titularidad pública del
monumento, haya nombrado como su portavoz a Miguel Santiago, profesor de Biología,
asesor de la Cátedra de Interculturalidad de la Universidad de Córdoba y
reconocido cristiano de base que participó en la fundación de la Escuela
Teológica Universitaria de Córdoba. Él simboliza que la petición de la
Plataforma Mezquita-Catedral es una petición de ciudadanos, incluidos los
cristianos, para que el monumento sea “patrimonio de todos”.
“Como cristiano me provoca indignación que el Obispado
quiera apropiarse sin el más mínimo pudor de un edificio Patrimonio de la
Humanidad“, cuenta a eldiario.es/andalucia Miguel Santiago, quien señala que la
inmatriculación que de la Mezquita-Catedral hizo la Iglesia en 2006 para
apropiarse de ella por 30 euros “es un acto que está fuera de todo lo que la
comunidad cristiana debe ejercer. Me sentí robado, porque es un patrimonio de
toda la gente, de toda la humanidad“.
Por eso, en el trabajo de difusión que ha llevado a cabo la
Plataforma Mezquita-Catedral para lograr la adhesión de ciudadanos y
personalidades de distintos ámbitos, Miguel Santiago ha sido la persona
encargada de vehiculizar el movimiento de cristianos de base, por su
experiencia y conocimiento del mismo. Y, hasta el momento, esa adhesión se ha
conseguido desde los grupos referentes del cristianismo de base a nivel estatal
y también europeo.
“Esta petición también es de los cristianos”
“Esta petición también es de los cristianos”
Así, entre quienes
han mostrado su apoyo a esta causa, han firmado su manifiesto y trabajan en su
divulgación, se encuentran las Comunidades Cristianas Populares a nivel estatal
que “respaldaron inmediatamente” la iniciativa de la plataforma y a las que se
sumaron, a través de su secretario Luis Ángel Aguilar, sus homólogas
Comunidades Cristianas Populares de Europa.
Junto a ellos, se han unido a “esta gran aventura ciudadana
para mantener la Mezquita-Catedral como algo de todo el mundo“ –en palabras de
Miguel Santiago- las Redes Cristianas, a través de su portavoz, Evaristo Villar,
teólogo madrileño muy implicado en los movimientos sociales y en la iglesia de
base de su ciudad.
Igual adhesión han mostrado la Asociación de Teólogos Juan
XXIII, un grupo formado por “las personas de la intelectualidad de la
Iglesia más significativas en España“, a
juicio del portavoz de la plataforma. Entre esos teólogos destacados se
encuentran Juan José Tamayo, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y
experto en interreligiosidad e interculturalidad, así como José María
Castillo, jesuita granadino referente en la lucha de base social. Y desde su
propio grupo de trabajo, Enrique de Castro, conocido como “El Cura Rojo de Vallecas”,
también se cuenta entre los cristianos de base que se han movilizado por la
titularidad pública de la Mezquita-Catedral.
En esa suma de apoyos de los cristianos de base contra la
apropiación que la Iglesia ha hecho del monumento, también se ha puesto a
disposición de la causa la revista Éxodo, publicación de cabecera de la iglesia
de base en España, que está recogiendo firmas en apoyo a esta petición
ciudadana para sumarlas a las más de 85.000 adhesiones que la plataforma ha reunido en dos semanas a través de una página web.
“Que los cristianos hagamos nuestra esta petición nos da
fuerza para que la Iglesia no utilice argumentos fáciles en contra. Esta
petición también es de los cristianos“, reivindica Miguel Santiago, quien
insiste en que “cualquier monumento declarado de interés cultural es patrimonio
de la ciudadanía, del estado, no de nadie en particular“. Y aclara: ”Puedo
entender el uso de la catedral, lo respeto y acepto. Pero de ahí a la
apropiación de todo el monumento… Eso me provoca indignación“.
Por todo ello, en la hoja de ruta que la Plataforma
Mezquita-Catedral se ha marcado para deshacer la inmatriculación del monumento como
propio que hizo la Iglesia y conseguir la titularidad pública del mismo, Miguel Santiago explica que
también está llevar su mensaje hasta el mismo Vaticano, hasta el templo cristiano más grande del mundo y hasta el propio Papa
Francisco: “Que sea consciente de lo que ocurre”.