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Sanidad

Uno de cada cuatro partos en Andalucía se producen mediante cesárea

Álvaro López

9 de diciembre de 2022 21:00 h

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Los partos por cesárea en Andalucía suponen uno de cada cuatro casos y muestran una clara tendencia a realizarse en la sanidad privada. Según las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, los hospitales privados son la referencia a la hora de realizar esta práctica para que los niños y niñas nazcan. Los tres centros que más alumbramientos por cesárea realizan pertenecen a la medicina privada, mientras que los tres que menos, son públicos y parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Las estadísticas, además, muestran una gran desigualdad que los profesionales explican sobre todo por la decisión personal de las madres.

Yendo a las cifras que aporta Sanidad, los tres hospitales privados que más cesáreas hacen son el Virgen de las Montañas, el Virgen del Camino y el Nisa Aljarafe. Los tres tienen una tasa de cesáreas que supera o ronda el 50% de las intervenciones, lo que les sitúa muy por encima de los tres centros públicos que menos cesáreas realizan: el Hospital de Montilla (con 18,6% de partos de este tipo), el Hospital de Poniente (18,8%) y el Hospital San Juan de la Cruz (19,1%). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite óptimo de cesáreas debería situarse en un 15%. Cifra que no se cumple en Andalucía.

Así, la balanza de alumbramientos por el método de cesárea está claramente inclinada hacia la medicina privada en Andalucía. Es la quinta de España con más cesáreas, aunque no es la que tiene mayor proporción por hospitales privados, ya que se sitúa en el undécimo puesto del país. A pesar de ello, las mujeres andaluzas sí prefieren recurrir a la medicina concertada para dar a luz, lo que hace que la región sea la quinta del territorio nacional en privatización del parto. El 20% de los partos se dan en la sanidad privada y más de un tercio de los que se dan en los centros privados son de esta tipología.

Una cuestión de inversión

Más allá de los números, hay una serie de razones que explican por qué la tendencia hacia las cesáreas se desequilibra en beneficio de la sanidad privada. Irene Agea, presidenta de la Asociación Andaluza de Matronas, apunta una clave que puede ayudar a entender esta realidad: “El informe de evaluación de la Estrategia de Atención al Parto Normal (EAPN) del Ministerio de Sanidad apunta a que las tasas de cesáreas se reducen al aumentar el gasto sanitario por habitante, mayor número de paritorios en funcionamiento, mayor número de matronas y de partos atendidos por hospital”. Teniendo en cuenta que Andalucía es la tercera comunidad que menos invierte por habitante en salud, solo superada por Madrid y Cataluña, las cifras de cesáreas avalan ese argumento.

Además, según Agea, “está contrastado que el aumento del número de cesáreas por encima de cierto umbral no supone beneficio adicional para madres y neonatos”. A su juicio, este incremento puede acarrear mayores costes y riesgos evitables. “Es necesaria una campaña de información sobre la relevancia de la cesárea como acto quirúrgico y la limitación de su uso a situaciones con indicación médica”. Para ello, la labor de las matronas es esencial para poder preparar el parto correctamente y que permita que la opción natural sea la escogida en aquellos casos en los que se da una gestación considerada de “bajo riesgo”.

Informar para prevenir

“Es necesario informar de manera completa, objetiva e imparcial de todos los riesgos que comporta la cesárea en relación con el parto vaginal. Aunque los riesgos de una cesárea programada son menores a los de una cesárea urgente, sigue habiendo una morbilidad marcadamente mayor que en un parto vaginal como pueden ser infecciones, hemorragias y riesgos propios de una laparotomía”, explica la presidenta de las matronas andaluzas. Esta práctica, muy extendida en la sanidad privada, conlleva más problemas para el recién nacido como distress respiratorio o la vinculación entre el niño y la madre a la hora de la lactancia materna puesto que esta ha de tomar medicamentos para curar la cesárea.

No obstante, Irene Agea deja claro que “el mayor desarrollo de las técnicas quirúrgicas, de analgesia y cuidados peri-operatorios, ha aumentado la seguridad de las cesáreas”. Lo que no desmiente el hecho de que, según manifiesta la experta, “socialmente” se han extendido “mitos” como que el bebé sufre menos que en un parto natural o que se evitan lesiones de suelo pélvico. Dos cuestiones por las que es muy necesario que haya información al respecto de este tipo de alumbramientos. Al mismo tiempo, Agea niega que pueda haber motivos “económicos” detrás de estas estadísticas. “El coste de una cesárea suele ser más del doble del coste de un parto”.

“La prestación de servicios sanitarios privados se sustenta en un modelo de gestión distinto al sistema público. Por ejemplo, a nivel de recursos profesionales, en la atención al parto nos encontramos con perfiles diferentes, siendo atendidos principalmente por médicos obstetras y en menor medida por matronas”. Por otra parte, “habría que conocer el perfil de las madres atendidas en estos centros, que puede ser diferente en cuanto al uso de técnicas de reproducción asistida, edad o a la demanda de cesárea por parte de las gestantes. Sería necesario un estudio detallado de todos los elementos implicados en el sistema de atención al parto en centros privados”.

En ese sentido, los profesionales que asisten los partos son una parte esencial a la hora de esta toma de decisión por parte de la madre. Ana, cuyo nombre es ficticio porque prefiere preservar el anonimato, lleva más de 20 años trabajando como matrona en la Costa del Sol de Málaga, por lo que ha vivido de primera mano la evolución de los últimos tiempos. Según su opinión, ha habido un cambio de tendencia en la última década: “Ahora las mujeres deciden más sobre cómo quieren parir que antes”.

“Las cesáreas se han hecho siempre, pero hasta ahora éramos los profesionales los que decidíamos como mejor nos venía. Aunque aún hoy en día hay matronas que siguen hablando de ”mi parto“ al referirse a un alumbramiento, no es correcto. Un buen parto es aquel que está atendido de manera constante y continua y en el que la mujer pueda decidir. Ahora incluso las hay que quieren dar a luz en casa”. Para esta matrona, de un tiempo a esta parte, las madres son las que han pedido “que se respeten sus tiempos”.

A su vez, considera que las cesáreas han disminuido en la sanidad pública porque las propias direcciones de los hospitales han establecido límites a esas estadísticas. “Además, como los partos han disminuido mucho, cada personal puede dedicar mucho más tiempo a cada mujer. Mientras que la madre que decide acudir a la privada también lo hace porque no quieren sufrir dolor y quieren hacerlo cuanto antes, pidiéndolo de antemano”.

No obstante, según esta sanitaria, “las clínicas privadas quieren menos riesgos también y prefieren las cesáreas porque así es más accesible el parto, lo que les genera buena imagen”. A pesar de ello, Ana considera que la mejor forma de dar a luz es hacerlo en un hospital público porque “todas las áreas complementarias que puede necesitar un bebé están mejor atendidas porque hay más personal”.

La clave de los embarazos de riesgo

Sandra García también es matrona en la sanidad pública andaluza. Trabaja en El Ejido y fija su postura partiendo de una premisa: “Hay que tener en cuenta que en los hospitales privados no se asumen embarazos de riesgo y si hay problemas se envían a hospitales generales”. A su juicio, hay varios motivos que explican la elevada tasa de las cesáreas en los centros concertados. El primero es que existe “una concepción generalizada de que se trata de un momento doloroso y sufrido en el que pueden ocurrir sucesos catastróficos tanto para la madre como para el bebé”. Como eso ocurre, “algunos médicos acaban recomendando la cesárea en un momento en el que la mujer está en un estado emocional alterado”.

Sandra García sí ve razones “monetarias” detrás de las cesáreas. Explica que los “hospitales públicos han de justificar este tipo de intervenciones porque la futura madre reúna determinadas características, mientras que en un hospital privado no es necesario por parte de las aseguradoras y al mismo tiempo el ginecólogo acaba recibiendo más dinero por un parto de este modo que si es vaginal”. Por último, esta matrona afirma que la “gestión del tiempo” también influye en este sentido: “La mujer tiende a querer que el mismo ginecólogo que le ha hecho seguimiento sea quien le asista en el parto y esto conlleva que se induzcan y que en algunas ocasiones prefieran hacer uso de la medicina concertada”.

Por su parte, la Junta de Andalucía tiene en marcha un plan de humanización del parto que lleva desde 2007 desarrollándose, lo que hace, entre otras cosas, que las cesáreas estén debajo del límite del 20% en los hospitales públicos. Actualmente, la estrategia está centrada en los protocolos posteriores al alumbramiento, para favorecer sobre todo el contacto de piel con piel entre la madre y el recién nacido. En otros aspectos, la Consejería de Salud está “humanizando” los espacios destinados para el parto, de modo que se reduzca el miedo de las gestantes, habitual en muchos casos. Por ejemplo, el SAS pretende ampliar el número de “hoteles de madres” en los hospitales andaluces. Estos lugares son alojamientos que se ofrecen en algunas plantas de hospitalización para aquellas mujeres que viven especialmente lejos del centro hospitalario.

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