Gerena, entre la incógnita de la mina y el regreso de las canteras

La crisis económica que vivió España en la segunda mitad del siglo XIX se notó menos en un rincón de la provincia de Sevilla llamado Gerena gracias al trabajo que sus canteras daban a sus vecinos, que llevaban el nombre de la localidad por todo el país con su granito en forma de grandes obras.

Curiosamente, hoy día, esas canteras, pero explotadas con fines turísticos, pueden ser el acicate económico que necesita la localidad, con la duda de qué pasará con la mina si, como ya es oficial, termina su actividad con la llegada de 2021, sin tener todavía autorizada la explotación de nuevos recursos.

La mina le ha dado cierta estabilidad a la economía del pueblo en la última década, pero es hora de buscar nuevos horizontes. Su alcalde, Javier Fernández Gualda, no tiene recuerdos del pueblo de hace 40 años, en parte porque todavía no llega a esa edad, y en parte porque llegó al pueblo desde Euskadi en 1992.

Alcalde desde 2015

Lleva cinco años en el sillón de la alcaldía, tras ganar el PSOE las elecciones de 2015 por mayoría simple y las de 2019 por absoluta. Para hacerse una idea de cómo era el pueblo en la transición hay que acudir, por ejemplo, al ‘Pipo’, uno de los bares por los que parece que no pasa el tiempo, donde los vecinos superan la media de edad aconsejable para recordar que “el pueblo se acababa en el cementerio”.

Basta mirar una imagen aérea de Gerena para hacerse una idea del crecimiento en base a esa frase. Hoy día, el camposanto es, prácticamente, un edificio más del centro de la localidad. Hace 40 años estaba cerrando las casas por su zona norte, pero el crecimiento demográfico obligó a crecer hacia ese punto, para no edificar en las tierras de regadío del sur, y con la llegada de barriadas como Los Jardines, el pueblo no ha parado de crecer.

El pueblo que entonces no llegaba a los 4.000 habitantes ahora supera los 7.000. En 2016 no llegaba a 6.000. Cuenta con instituto, piscina climatizada o un estudio de fútbol con césped de última generación, pero han hecho falta muchos años de desarrollo para lograrlo, incluso de evolución empresarial.

La agricultura nunca despegó

Si bien la agricultura fue la principal fuente de riqueza de la población a lo largo de la historia, eso ha ido decreciendo, y hoy día el número de personas que se dedica al sector primario es poco relevante.

El regadío se fue introduciendo progresivamente, pero la actividad económica local se centra en los sectores secundario y terciario.

Con la llegada del siglo XXI, llegó la apertura de su mina de cobre. Cobre Las Cruces emplea a más de 200 vecinos del pueblo, y hoy día es la empresa de mayor tamaño establecida en el municipio.

La web del Ayuntamiento especifica que en los últimos años han surgido proyectos de turismo rural, despachos profesionales y varias cooperativas especializadas en ámbitos como el deportivo o la educación, que han contribuido a diversificar la economía local. Debe destacarse también el elevado número de vecinos que trabajan en la capital, dada la cercanía de Gerena con Sevilla. Su ubicación en la A-66 hacia Mérida evita los sufridos atascos de bajada desde el Aljarafe a la capital sevillana.

“Nuestro primer reto es terminar de modernizar internamente el Ayuntamiento, perfeccionando el trabajo administrativo y contable para agilizar las gestiones y mejorar el control económico-contable”, explica el alcalde a eldiario.es Andalucia, que señala que “seguiremos reforzando el personal de los departamentos competentes, como ya venimos haciendo desde el anterior mandato. La auditoría que he ordenado nos permitirá conocer con detalle el estado de las cuentas municipales y la planificación que debe hacerse para reducir la deuda . Del mismo modo, vamos a crear nuevas plazas para atender otros servicios -como el de la limpieza viaria- que tienen deficiencias derivadas de la necesidad de contar con más recursos en respuesta al crecimiento de la población en los últimos años”.

Un futuro sin la mina

Fernández Gualda sí reconoce que “debemos preparar el futuro económico de Gerena tras la mina Las Cruces. Nuestra apuesta pasa por impulsar la agricultura de regadío y fomentar el turismo rural, especialmente con la explotación de las canteras como espacio de ocio y de la oferta de rutas de senderismo y ciclismo”.

Lo de las canteras es punto y aparte. Fue la principal fuente de riqueza en la primera mitad del siglo XX, y trajo prosperidad al municipio, que ya entonces aumenta su población hasta los 4.000 habitantes.

La liberalización de las canteras de manos privadas y un ambicioso proyecto de modernización de los sistemas de explotación propuesto por el Ayuntamiento, junto a la gran demanda de materiales graníticos para Sevilla y otras grandes poblaciones y las obras de la Exposición Iberoamericana de 1929 llevaron a las canteras a su punto de más esplendor, hasta que años después dejaron de estar en activo.

Con su adiós, se puso en marcha un museo que ahora está cerrado. Abrirlo es uno de los retos a corto plazo del Ayuntamiento.

Otro reto “es conseguir que se cumpla el compromiso de la Junta de Andalucía de construcción de un nuevo colegio de primaria, ante los problemas que presentan los edificios actuales. Hay otros problemas de servicios públicos que afectan al centro de salud, la escuela infantil o la línea de autobuses. Estamos haciendo gestiones para mejorarlos. Debo mencionar también la reivindicación de la estación depuradora de aguas residuales, y queremos revitalizar la oferta cultural y deportiva del municipio”.

Con todo ello, el reto es vivir si la mina se acaba. Es complicado, pero si lo que se quiere poner en marcha funciona, se puede conseguir.