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Falso rearme de izquierdas sobre la sangre de los africanos
El “rearme de las izquierdas” tiene dos caras y no es tal rearme. Se vio en el Consejo de Ministros extraordinario del pasado sábado. El sentido de esa reunión ministerial era aprobar un paquete de medidas sociales tras la rebaja del IVA eléctrico del 10 al 5% (cheque de 200 euros para familias de bajos ingresos, rebajas en transporte, subida del 15% de las pensiones no contributivas, impuesto a las energéticas…). Hacerlo para contrarrestar la subida de precios por la guerra de Ucrania, pero también para frenar el contagio del fracaso de la izquierda en las elecciones andaluzas.
Sin embargo, en la misma comparecencia del “rearme de izquierdas”, Sánchez exculpó a la policía marroquí del asesinato de esos fallecidos que en principio se dijo eran cinco y hoy sabemos, gracias a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que son 37, por ahora. Y sabemos, vía la misma AMDH, que el gobierno marroquí corre a enterrarlos “sin investigación, sin autopsia, sin identificación. Y Sánchez lo justificó al acusar de violentos a los 1.700 migrantes que la víspera trataron de cruzar la valla entre Nador (Marruecos) y Melilla. Mintió al culpar de las muertes a difusas mafias.
Vídeos y fotografías de una AMDH heroica por su trabajo en un Marruecos no democrático donde se reprime con cárcel la disidencia y activismo, y otros de periodistas como Javier G. Angosto, revelan cómo los agentes marroquíes apedreaban a migrantes encaramados a la valla, devolvían violentamente a quienes ya estaban en España, amontonaban en el suelo, unos sobre otros, a pleno sol, por cientos, denegándoles durante horas el auxilio, a esos migrantes con cabezas apedreadas, pies y piernas rotos, los cuerpos llenos de cortes de las concertinas; y encima, ahí tumbados y moribundos, se ensañaban en golpearlos. Frente a esa realidad, corroborada luego por medios como RTVE, Sánchez se permitió decir en la rueda de prensa del sábado estas palabras literales:
“Ayer me solidaricé y reivindiqué el extraordinario trabajo que están haciendo las fuerzas y cuerpos de seguridad de nuestro país. Algunos guardias civiles resultaron heridos como resultado de este asalto violento organizado por mafias que trafican con seres humanos. Fue un ataque a la integridad territorial de nuestro país de una manera violenta. Recordar también que la gendarmería marroquí trabajó con las fuerzas de seguridad del estado para repeler este asalto violento. Si hay un responsable de todo lo que parece ha sucedido en esa frontera son las mafias que trafican con seres humanos”.
En ese “ayer” al que se refería Pedro Sánchez, el del viernes 24, había llegado a decir que el suceso estuvo “bien resuelto por parte de los dos cuerpos de seguridad de España y Marruecos” (lo podéis oír aquí).
Aun si los migrantes hubieran arrojado piedras o palos, habrían respondido con ellas, sin otra protección, desnudos, a policías con escudos y cascos de los que sí hay vídeos apedreándoles, tras semanas de redadas violentas contra ellos, desatadas por el pacto España-Marruecos, violencia en los bosques del monte Gurugú, donde los agentes les robaban su poca comida, debilitándolos, al punto de llevar a muchos a la muerte durante el intento de salto.
España, Europa y Occidente, violentos y asesinos con África
Este cinismo del presidente Sánchez no se pueden tolerar un minuto más. Ni siquiera después de que ayer lunes lamentara (por fin) la pérdida de vidas humanas mientras su ministra portavoz reiteraba el respaldo a la actuación de Marruecos. La política migratoria de este Gobierno, con sus ministros del Interior y Exteriores Fernando Grande-Marlaska y José Manuel Albares, es propia de Vox. Pero está avalada y sostenida por el PSOE, Unidas Podemos y los partidos que respaldan su gobierno (Esquerra, Más País, PNV, Compromís, Bildu…).
No basta escribir un tuit declarándose “impactada con las imágenes”, como ha hecho Yolanda Díaz. No basta prometer: “Apostaré siempre por una política migratoria respetuosa con los DDHH”. Ni los lamentos en redes de los ministros de Unidas Podemos, ni la petición que su grupo parlamentario hizo ayer de una investigación son suficientes. ¿Está abierto ya el proceso de escucha? Pues candidata Díaz y demás compañeros ustedes ya están gobernando y consienten la violación de derechos humanos. Como los ecologistas que gobiernan en Alemania permiten la resurrección de la contaminante industria del carbón y un militarismo sin precedentes. Decepcionante, demoledor.
Y aunque ayer EH Bildu, ERC, Junts, Más País, CUP, BNG y Compromís presentaran en el Congreso la petición de “comparecencias urgentes” de Pedro Sánchez y Marlaska, aquellos partidos sin los que estos no podría gobernar, tienen que hacer mucho más.
De los 133 migrantes que llegaron al CETI de Melilla el viernes, la mayoría son sudaneses a quienes la ONU considera potenciales refugiados, como prueba el que esta nacionalidad tenga en España una de las tasas más altas de reconocimiento de asilo, el 88% según el Ministerio del Interior. ¿Cuántos sudaneses han quedado entre los torturados en Marruecos? ¿Pensaba el Gobierno de España tapar como el de Marruecos la muerte de dos policías marroquíes revelada por la AMDH? Su política migratoria asesina a agentes de seguridad y a una incomparablemente mayor cantidad de migrantes.
La coalición de gobierno de España que se dice de izquierda, al aplicar una política migratoria tan cercana a Vox masacra a miles de african@s y deja huérfana a la sociedad civil progresista española que defiende los derechos humanos.
Las primeras víctimas de la política migratoria criminal de España y la UE son african@s obligados a abandonar su continente explotado por los europeos blancos, exponiendo sus vidas en travesías por el desierto y el mar casi suicidas para ofrecerse de neoesclavos a la Europa explotadora del gas, el petróleo, el uranio, el coltán, los diamantes y el oro africanos.
Es la violencia española, europea, occidental, blanca la que les echa de sus países y reclama su mano de obra en los invernaderos de Almería y Huelva que surten de fruta y verdura a la UE, en los pesqueros gallegos, en los prostíbulos que ahora, el PSOE dice querer abolir cuando no se ven negras africanas encaramadas a las vallas, pero africanas negras sí que pasan las fronteras, como fantasmas, derechas a la trata.
Políticas de izquierdas que allanan la victoria neofascista
Pero los segundos sacrificados por esta política migratoria, son/somos l@s ciudadan@s progresistas españoles, europeos, occidentales que seguimos anhelando tener políticos y gobernantes que defiendan nuestros valores y nos vemos huérfanos. Traicionar los derechos humanos, como acaban de hacer Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, es el camino más corto para que la derecha les eche de La Moncloa. Quizá, primero, Feijóo y el PP con mayoría absoluta como en Andalucía, pero más pronto que tarde también el neofascismo de Vox mientras en Francia avanza la neofascista LePen.
El refuerzo del flanco sur que España pide a la OTAN ahonda en la represión y aleja la construcción de un futuro de convivencia que pasa porque Europa deje de explotar África imponiéndole dictaduras-títere.
Respecto al vecino y hermano continente africano hay que aplicar la política opuesta a la que se está haciendo. Hay que dejar de imponer gobiernos dictatoriales que garantizan a Europa el acceso barato a recursos energéticos mientras exprimen hasta la muerte a sus pueblos, los legítimos dueños. Las mafias son los gobiernos europeos y sus mandatarios-títeres africanos que se enriquecen a base de corrupción.
En cambio, urge aliarse con la sociedad civil demócrata, los opositores, activistas, profesionales, emprendedores, periodistas… Unirnos progresistas del sur, del norte y de nuestro Mediterráneo puente entre mundos y, juntos, hacer frente al voraz capitalismo que, para maximizar los beneficios de una elite menguante, usa, agota, mata o aliena a la gente de una y otra orilla como tan certeramente preveía la película de ciencia ficción Matrix.
Corremos al caos cuando este Gobierno de “coalición progresista” ruega a la OTAN, de cara a la cumbre de esta semana en Madrid, que “refuerce el flanco sur” en el sentido más represivo. No funcionará. Europa somos 500 millones de habitantes de edad media 44 años; África, 1.400 de una media de 18 años. Tienen poco que perder y, en contra de lo que da a entender la fotografía de cuerpos impotentes como carne muerta, son mujeres y hombres llenos de vida, de sueños, de talento y formación, conocedores de los derechos que se les roban. No se resignarán a ser exterminados.
Para construir armonía con África hay que hacer justo lo opuesto a lo que Europa hace: dejar de imponer gobiernos dictatoriales para esquilmar la riqueza africana y unirnos la ciudadanía democrática del norte y sur contra el vampirismo ultracapitalista.
Buscad, leed, seguid la pista a la opositora ruandesa Victoire Ingabire Umuhoza, al senegalés Ousmane Sonko, a la abanderada de la revolución en Sudán Alaa Salah, al intelectual senegalés Felwine Sarr y su homólogo camerunés Achille Mbembe o al también camerunés, afincado en España, el brillante analista internacional Sani Ladan… Indagad sobre el represaliado historiador y periodista marroquí Maati Monjib. Porque mientras policías marroquíes pegan a los subsaharianos en Nador, la mayoría de migrantes a España son marroquíes y muchos de quienes se quedan para mejorar Marruecos son encarcelados. Ell@s, l@s herman@s del sur, son luz y esperanza. Una corriente vital, de talento y compromiso llena de verdad y sentido. Incomprensiblemente invisibles en esta orilla donde tardamos en percibirlos.
Os animo a abrir los oídos con canciones como Gadaay del grupo senegalés-sevillano One Pac & Fellows, a abrir los ojos con la afrofuturista película ruandesa Neptune frost –que a mí me acaba de descubrir la última edición del Festival de cine africano de Tarifa– sobre un ex minero del coltán y un hacker intersexual, rebeldes frente a la opresión neocolonialista y digital. Veréis que l@s african@s lo tienen claro. ¿Y nosotros? ¿Vamos a actuar por un presente sostenible juntos o dejaremos que nos arrastren a enfrentarnos y a destruir los derechos humanos?
El “rearme de las izquierdas” tiene dos caras y no es tal rearme. Se vio en el Consejo de Ministros extraordinario del pasado sábado. El sentido de esa reunión ministerial era aprobar un paquete de medidas sociales tras la rebaja del IVA eléctrico del 10 al 5% (cheque de 200 euros para familias de bajos ingresos, rebajas en transporte, subida del 15% de las pensiones no contributivas, impuesto a las energéticas…). Hacerlo para contrarrestar la subida de precios por la guerra de Ucrania, pero también para frenar el contagio del fracaso de la izquierda en las elecciones andaluzas.
Sin embargo, en la misma comparecencia del “rearme de izquierdas”, Sánchez exculpó a la policía marroquí del asesinato de esos fallecidos que en principio se dijo eran cinco y hoy sabemos, gracias a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que son 37, por ahora. Y sabemos, vía la misma AMDH, que el gobierno marroquí corre a enterrarlos “sin investigación, sin autopsia, sin identificación. Y Sánchez lo justificó al acusar de violentos a los 1.700 migrantes que la víspera trataron de cruzar la valla entre Nador (Marruecos) y Melilla. Mintió al culpar de las muertes a difusas mafias.