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Necesitamos llenar de savia nueva la agricultura española

El relevo generacional en la agricultura es un importante reto para los territorios rurales, dada la relevancia que sigue teniendo el sector agrario para el desarrollo de muchos de ellos.

El mundo rural atesora una buena parte de los recursos que sustentan el PIB del país, unos recursos que se convierten en factores estratégicos para un desarrollo futuro en el cual la seguridad alimentaria, las defensas ambientales y las energías limpias son elementos imprescindibles. Las circunstancias históricas, geográficas, orográficas, económicas, políticas y sociales de España han dado lugar a un complejo mapa municipal caracterizado por la abundancia de pequeños municipios y una variada realidad a lo largo de nuestro territorio.

A finales del pasado siglo, alrededor del 20% de la población residía en municipios rurales y este porcentaje se ha reducido hasta el 18% durante los años transcurridos de esta centuria. El descenso ha sido mayor en los municipios de menos de 2.000 habitantes con más de un 30% de pérdida de población, en una dinámica opuesta a los urbanos en donde el 91% ha registrado aumentos de población en lo que va de siglo.

En España hay en torno a 27.000 titulares de explotaciones agrarias menores de 35 años, que representan tan sólo el 3% del total. Mientras, los mayores de 64 años son más de 355.000 titulares, un 40% del total. En la presente década, 6 de cada 10 agricultores entrarán en edad de jubilación. Se necesitará un mínimo de 200.000 nuevas incorporaciones para que haya un relevo generacional sostenible.

Debemos reconocer la brecha existente entre los derechos y oportunidades de los habitantes del medio urbano con los del medio rural, y promover acciones públicas que consigan la misma calidad de vida e igualdad de oportunidades que en el medio urbano. Los ciudadanos y ciudadanas del mundo rural lo son de pleno derecho.

Es necesario defender una estrategia que rejuvenezca la población en el campo. La PAC no ofrece grandes alternativas y no ha conseguido el relevo generacional para la llegada de agricultores jóvenes

Es el momento de marcar el camino hacia una nueva era agrícola, ante la importancia de mantener la producción alimentaria, tal y como se ha probado durante la pandemia y la guerra de Ucrania. Es necesario defender una estrategia que rejuvenezca la población en el campo. La PAC no ofrece grandes alternativas y no ha conseguido el relevo generacional para la llegada de agricultores jóvenes. Solo un 10% de los profesionales de la agricultura en la UE tienen menos de 44 años.

La nueva PAC incrementa ligeramente el presupuesto para apoyos específicos a los jóvenes, del 2 al 3% del total, pero no está consiguiendo el relevo generacional. La PAC de hoy no anima a nuestros jóvenes a ser emprendedores en este sector, el actual modelo de derechos de pago es una barrera para que los jóvenes encuentren tierra y puedan entrar en el sistema. La ausencia de expectativas de rentabilidad atractiva requiere ajustar las ayudas en la revisión de la PAC a las necesidades concretas, realizar un seguimiento de los resultados y garantizar una cierta estabilidad para planificar las necesarias inversiones.

En la actualidad, como no tengas ya de antemano tierras y derechos y cobres por algún concepto, pensar en dedicarse a la agricultura o la ganadería es sólo para jóvenes con capacidad para asumir riesgo. El régimen actual, no tiene en cuenta la nueva percepción de la seguridad alimentaria surgida tras la invasión rusa. Hay una falta de estrategia para la agricultura en la UE y para hacerla atractiva a los jóvenes, en lugar de incrementar las exigencias medioambientales, tal y como pretende la Comisión Europea.

Es importante que los apoyos a la primera instalación en las explotaciones sean más completos y mejor enfocados, teniendo en cuenta la rentabilidad, y pensados para un horizonte de diez años, mejor que cinco. Sin dejar de considerar los problemas que tienen los jóvenes en el acceso a la liquidez y a los préstamos.

Un aspecto positivo que es necesario mencionar: el valor de la nueva generación de agricultores y de ganaderos de la UE, más cualificados, más mentalizados de que hay que asegurar cosechas y sobre todo, preparados para la digitalización. Unas nuevas tecnologías que permiten que vivir del campo tenga jornadas laborales más reducidas que en el pasado y sea una actividad más moderna en la que no hace falta estar 24 horas en el campo u ordeñando. 

El poco atractivo para los jóvenes y la despoblación del medio rural es un problema grave para la sociedad y debe ser afrontado desde muy diversos puntos de vista. Para ello, el objetivo es sencillo: toda persona debe tener la oportunidad de vivir y trabajar en un pueblo. Los habitantes de los pueblos deben ser protagonistas de las políticas que les afectan. Políticas que deben ser valientes, eficientes y útiles.

Sin jóvenes en el medio rural, será muy difícil, por no decir imposible, afrontar los grandes retos sociales, económicos y medioambientales de nuestros territorios

La renovación generacional de la agricultura es un tema de especial relevancia no solo para avanzar en la modernización del sector agrario, sino para impulsar el desarrollo de los territorios rurales, dada su importancia en muchos de esos espacios territoriales. Sin jóvenes en el medio rural, será muy difícil, por no decir imposible, afrontar los grandes retos sociales, económicos y medioambientales de nuestros territorios.

La capacidad para producir alimentos, desarrollar las economías rurales y proteger los recursos asociados a las tierras agrícolas depende en gran medida de garantizar el relevo generacional. La situación actual no es aceptable, ni tampoco lo de inhibirse de actuar para cambiar la tendencia por complejas y difíciles que sean las posibles soluciones.

Asimismo, la incorporación a la actividad agraria no debe contemplarse como un tema sectorial, sustanciado en un proceso administrativo de incentivos económicos más o menos puntual, sino como un proceso integral, heterogéneo, gradual y prolongado en el tiempo. Un aspecto crucial para impulsar el relevo generacional es concienciar a la ciudadanía, a las instituciones y al mundo empresarial sobre la importancia económica, social y medioambiental que tiene renovar la población agraria facilitando la incorporación de nuevos agricultores.

El aspecto más importante, y probablemente más difícil de resolver es que, en general, las zonas rurales brindan pocas oportunidades a las nuevas generaciones para desarrollar sus proyectos profesionales y vitales. Esto hace que, al escaso atractivo que tiene la actividad agraria, se le una las dificultades que encuentran los jóvenes en el medio rural, creando un escenario poco propicio a implicarse en la profesión de agricultor. Por ello, es necesario abordar el problema del relevo centrándose no solo en las dimensiones relacionadas con la actividad agraria y la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas, sino también en temas como el acceso a la vivienda, las infraestructuras viarias, la eficiencia energética, la banda ancha de las telecomunicaciones, los servicios de sanidad y la educación.

Los jóvenes con los que contamos tienen altos niveles de formación, pero necesitamos atraer más talento joven para asegurar la sostenibilidad futura de un sector tan estratégico como el agroalimentario. Necesitamos llenar de savia nueva la agricultura española.

Nos jugamos el futuro de toda la sociedad.

El relevo generacional en la agricultura es un importante reto para los territorios rurales, dada la relevancia que sigue teniendo el sector agrario para el desarrollo de muchos de ellos.

El mundo rural atesora una buena parte de los recursos que sustentan el PIB del país, unos recursos que se convierten en factores estratégicos para un desarrollo futuro en el cual la seguridad alimentaria, las defensas ambientales y las energías limpias son elementos imprescindibles. Las circunstancias históricas, geográficas, orográficas, económicas, políticas y sociales de España han dado lugar a un complejo mapa municipal caracterizado por la abundancia de pequeños municipios y una variada realidad a lo largo de nuestro territorio.